El pan es uno de los alimentos que nunca faltan en la mesa de Navidad y Año Nuevo, y aunque muchas personas suelen tirarlo cuando se pone viejo y sobra, existe un truco para congelarlo y que conserve toda su frescura. El pan se usa tanto para sánguches como para ensaladas, entradas y choripanes, y sin dudas, es indispensable en casi todos los hogares. De esta manera, podrás comprar grandes cantidades de pan en Navidad para que te dure hasta Año Nuevo, sin que se ponga feo ni pierda su sabor.
Muchas personas piensan que congelar el pan hace que pierda su sabor original, pero esto no es así. Si se siguen al pie de la letra los consejos para congelar pan de manera adecuada, su textura y sabor permanecerán intactos. Además, es fundamental que sepas que no todos los panes llevan las mismas técnicas de conservación a la hora de guardarlos en el freezer o congelador.
Consejos para congelar correctamente el pan sin que pierda su sabor y textura
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Primero y principal, lo ideal es que compres panes con la menor cantidad posible de conservantes. Los panes artesanales o de masa madre se conservan mucho mejor que los comprados en supermercados.
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En el caso de los panes caseros o de masa madre, es clave guardarlo en una bolsa de tela o de papel, ya que estos materiales hacen que se conserve mejor y el pan respire, sin perder su parte crujiente.
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Con respecto a los panes tradicionales, lo mejor es guardarlos en bolsas de freezer, cerradas herméticamente para que no les entre nada de agua.
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Es importante que sepas que las comidas no pueden congelarse, sacarse y volverse a congelar. Es decir, una vez que congeles el pan, sacá la cantidad justa que quieras usar y no vuelvas a congelarlo, ya que esto altera la cadena de frío y puede intoxicarte.
Receta de pan dulce para Navidad y Año Nuevo
Ingredientes
Esta receta de pan dulce rinde para 1 kilo.
Para la masa previa
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2 cucharadas de harina.
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1 cucharada de azúcar.
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1 chorrito de leche tibia.
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30 gramos de levadura fresca.
Para el pan dulce
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500 gramos de harina 000.
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2 huevos.
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200 cc de leche tibia.
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1 cucharadita de sal.
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60 gramos de azúcar (o hasta 100 gramos si se prefiere más dulce).
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80 gramos de manteca.
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1 cucharadita de esencia de vainilla.
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Opcional: esencia de azahar o de panettone.
Rellenos
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Pasas (remojadas en coñac).
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Nueces.
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Almendras.
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Fruta abrillantada.
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Quinotos en almíbar.
Glaseado
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Azúcar impalpable.
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Agua.
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Limón.
Paso a paso
1. Preparar la masa previa
En un bol pequeño, combinar la harina, el azúcar, la leche tibia y la levadura fresca. Mezclar bien hasta integrar, cubrir con film o un repasador y dejar reposar durante 15-20 minutos, o hasta que la mezcla duplique su volumen. Este paso es crucial para activar la levadura y garantizar una textura esponjosa.
2. Hacer la masa principal
En un recipiente grande, colocar la harina, el azúcar y las ralladuras de limón y naranja. Mezclar y formar un hueco en el centro. Colocar alrededor del hueco la sal, y en el centro añadir los huevos, la manteca pomada, la leche tibia, la masa previa y la esencia de vainilla. Integrar los ingredientes con movimientos desde el centro hacia afuera y luego amasar sobre la mesada durante 15 minutos, hasta obtener una masa suave. Dividir en dos partes si se desea hacer dos panes pequeños, cubrir y dejar reposar por 30 minutos.
3. Incorporar el relleno
Una vez que los bollos reposaron, desgasificar presionando ligeramente la masa y extenderla en forma cuadrada. Distribuir el relleno elegido en el centro y enrollar la masa. Amasar suavemente para integrar bien los ingredientes y colocar la preparación en moldes de pan dulce. Cubrir y dejar levar nuevamente durante 1 hora, hasta que la masa sobresalga ligeramente del molde.
4. Hornear y decorar
Hornear a 180°C durante 30-40 minutos, hasta que la superficie esté dorada. Dejar enfriar antes de decorar. Para el glaseado, mezclar azúcar impalpable con un poco de agua y unas gotas de limón, batiendo hasta obtener una textura uniforme. Aplicar sobre los panes y dejar secar antes de servir.
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