Llegar tarde de forma habitual puede ser más que una simple falta de puntualidad; puede reflejar diferentes aspectos de la personalidad, hábitos y circunstancias de vida de una persona. Es por eso que expertos en psicología elaboraron un informe con algunas de las posibles razones detrás de esta conducta.
De acuerdo con el psicólogo Oliver Burkman, una de las razones más comunes por las que alguien llega tarde es la dificultad para gestionar el tiempo. Esto puede manifestarse en una subestimación del tiempo necesario para realizar tareas o movimientos. Además, las personas que luchan con la gestión del tiempo pueden tener problemas para priorizar actividades o enfrentar distracciones que les impiden cumplir con los plazos establecidos.
Por otro lado, algunas personas tienen una percepción diferente del tiempo, lo que se conoce como "flexibilidad temporal". Esto significa que pueden no sentir la urgencia de ser puntuales, ya que su enfoque del tiempo es más relajado. Este rasgo puede estar relacionado con la cultura en la que crecieron, es que en algunas comunidades la puntualidad no es tan estricta como en otras.
La procrastinación es otro factor que puede contribuir a la tardanza habitual. Aquellos que procrastinan pueden postergar actividades hasta el último momento, lo que resulta en un retraso. Este comportamiento puede estar asociado con la ansiedad, la falta de motivación o incluso el miedo al fracaso.
También, las personas que sufren de ansiedad o estrés pueden llegar tarde como resultado de la abrumadora presión que sienten. El temor a situaciones sociales o el miedo a no cumplir con las expectativas puede llevar a evitar eventos o llegar tarde a ellos. En algunos casos, la ansiedad puede hacer que las personas se paralicen y, como resultado, pierdan la noción del tiempo. La personalidad también juega un papel importante. Las personas que son más espontáneas o que tienen un enfoque más relajado hacia la vida pueden ser menos propensas a ser puntuales.
Por último, factores externos como el tráfico, problemas de transporte público o compromisos imprevistos pueden contribuir a la tardanza. Sin embargo, si una persona tiende a llegar tarde independientemente de las circunstancias, esto puede ser un indicativo de una tendencia más profunda.
Consejos para mejorar la puntualidad
Según el psicólogo Oliver Burkman si una persona desea cambiar su hábito de llegar tarde, puede considerar una serie de estrategias para lograr llegar a tiempo a sus citas o compromisos:
La primera tiene que ver con la planificación. Los especialistas recomiendan establecer recordatorios y planificar con antelación lo que se tiene que hacer para asegurarse de que hay tiempo suficiente para llegar a los compromisos.
Por otro lado, se sugiere realizar una "autoevaluación". Es decir, que cada uno pueda reflexionar sobre las razones detrás de la tardanza y trabajar en aspectos como la gestión del tiempo y la procrastinación para tratar de mejorar la puntualidad.
Por último, está el compromiso. Los expertos afirman que es primordial hacer un compromiso consciente de ser más puntual y reconocer las consecuencias de la tardanza en las relaciones y la vida diaria.