El Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de San Nicolás condenó a prisión perpetua a Pablo Damián Grottini, acusado del triple crimen familiar en Ramallo. La fiscal María Belén Baños solicitó la pena durante la audiencia de alegatos para el hombre por el triple crimen de su mamá, su hija y su hermano. Finalmente, los jueces lo absolvieron por el crimen de su hermano y de su hija "por el beneficio de la duda", no así por el de su madre, por el que lo encontraron culpable por el delito de "homicidio calificado por el vinculo por alevosia y procedimiento insidioso".
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El hombre de 44 años fue condenado por haberle quitado la vida a su mamá. Al momento de la condena se encontraba detenido hace dos años en la Unidad Penal 3 de la misma ciudad, con prisión preventiva.
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Qué pidió la fiscal
Según fuentes judiciales, la representante de la fiscalía había solicitado la pena máxima contra el hombre por los asesinatos de su hermano Germán Grottini (32), su hija Ailén Grottini (10) y su madre Teresita Di Martino (61). "Fue el mismo modus operandi en los tres casos, inyectando sustancias letales a través del suero, elementos que consideramos el arma homicida", dijo en su alegato tal como informó el medio El Norte. Frente a ello, pidió 35 años de cárcel.
En la misma línea, Baños sostuvo "que las tres víctimas estaban con el único sobreviviente al momento de morir", lo cual lo hace el principal sospechoso de sus fallecimientos. Además, todos murieron de una forma similar en la pequeña localidad de Villa General Savio; lo que levantó sospechas en el personal de salud. Mientras tanto, el pasado miércoles, Grottini declaró frente al Tribunal a lo largo de dos horas y aseguró que, a pesar de las pruebas presentadas por la fiscalía, es inocente.
El caso del triple crimen
El caso se dio a conocer en abril del 2022 cuando una mujer (su madre, Teresita) falleció en el hospital San Felipe de Ramallo, ubicado a 240 kilómetros de la Capital Federal en la zona norte de la provincia de Buenos Aires. Según fuentes policiales, al momento de su muerte estaba al cuidado de su hijo, quien trabajaba como empleado de una empresa de servicios funerarios. Luego del deceso, los médicos decidieron hacer una denuncia porque desconfiaron de las causas de la muerte ya que evolucionaba favorablemente. A su vez, encontraron en la habitación ampollas de drogas psicotrópicas (diazepam) que no pertenecían -según lo expresado- a los lotes registrados en el centro de salud.
Previo a la muerte, personal de enfermería contó que el hijo de la paciente internada les había dicho que había un problema con la vía intravenosa con la que le pasaban suero. La enfermera notó que estaba agujereada y que chorreaba; al día siguiente el otro cuidador del turno mañana observó lo mismo. Ante esta situación, la fiscal de la causa dispuso la aprehensión de Grottini y lo imputó por el delito de "homicidio agravado por el vínculo".
Durante todo el proceso, el acusado aseguró que es inocente y "víctima de una sumatoria de tragedias" en relación a lo ocurrido con sus tres familiares. A pesar de ello, Baños entiende que hubo manipulación de sueros y jeringas por parte del acusado y una de las hipótesis es que pudo haber insuflado aire en las vías. Dicha teoría se basa en los peritajes realizados al teléfono móvil, la tablet y una notebook del acusado, quien realizó búsquedas online sobre cómo matar a personas por vía endovenosa.
Sobre esto último, Grottini dio explicaciones durante su declaración ante el juez: "Algunas búsquedas fueron por mi trabajo como funebrero. Quería indagar cómo era una cremación, cómo era un horno, todo eso". Y sentenció: "Lo de las inyecciones con agua y con aire era para intentar quitarme la vida sin dejar rastros. No quería que mi madre no sospechara nada y tampoco quería dejarla con esa angustia de que el hijo se mató. No eran para hacer daños a terceros, menos a mi familia".