Las imágenes del brutal crimen en la peluquería de Recoleta recorrieron el mundo y son la principal prueba contra Abel Guzmán. En esas imágenes se ve cómo saca el arma, hay algunas frases y le dispara. Después, las corridas dentro de la peluquería y la fuga que terminó con una búsqueda de 70 días.
En el procesamiento con prisión preventiva y embargo por 40 millones de pesos que le dictaron a Guzmán, la Justicia lo acusó por el Homicidio agravado y privación de la libertad. Además, se conocieron algunos detalles que podrían haber anticipado la masacre: un chat de WhatsApp.
Uno de esos detalles tiene que ver con una conversación en un grupo de la peluquería. Ese intercambio, poco más de un mes antes del crimen, mostraba los conflictos contra Abel Guzmán por el uso de formol para hacer alisados y las críticas que hacía la víctima, Germán Medina.
Qué decían los chats
La conversación, del 23 de febrero, empieza con un video del dueño del lugar, Facundo Verdini, quien le llama la atención a Guzmán: “Esto va más que nada para vos Abel, que tengo muchas quejas, ¡prohibido usar formol, no quiero más formol en la peluquería”.
Después de esa primera advertencia, Verdini sigue refiriéndose al trabajo de Guzmán: “Libre de formol la peluquería, ya nos hicieron una denuncia y no quiero tener problemas con nada. Si hay alguna clienta que quiera hacerse formol, tenés la libertad Abel de darle tu teléfono y la atendés en su casa o donde sea, pero en la peluquería, ¡nada formol!”
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De inmediato, Abel Guzmán le responde al dueño de la peluquería en tono molesto: “Ahora que tenés este equipo te molesta el formol. No tengo problema de mañana nos encontramos y lo resolvemos pero como corresponde. Si todo (es) un problema para vos, ya sabés que tenés que hacer. La verdad no entiendo”.
A continuación, el mensaje de Abel Guzmán agrega un reclamo para quien era su jefe: “Te olvidás de quién sos, siempre estuve y nunca te abandoné y te portas así conmigo, no quiero más. Mañana te busco en la otra pelu y lo resolvemos mañana mismo”.
A este reclamo, Verdini le dice a Guzmán: “Al que no le gusta puede abrir un salón propio. Ya lo hablamos mil veces, horas y horas pero ahora lo expongo porque todos me dicen que nunca te digo nada. Ahora nos metieron dos denuncias, no es joda”.
Después de este reclamo, aparece el primer mensaje de Germán Medina, claramente a favor de Verdini. “Hasta donde yo entiendo, se hace lo que el jefe dice y sino patada en el tuje”, responde.
Allí aparece para tratar de calmar la situación un mensaje de Charly, el encargado de la peluquería que también quedó filmado en el video y es quien abre la persiana para que Guzmán escape tras el crimen. “Chicos, voy a preparar una reunión con Facu para poder charlar todos juntos y solucionar los problemas de la pelu, siempre hablando y de la mejor manera para todos”.
Por último, la Justicia remarca la respuesta de Germán Medina a ese mensaje de Charly. “Onda ¿dónde se vio que se le hable así al que te paga el sueldo? Lo de recién sonó a amenaza… Ustedes son los que mandan… sino le gusta a alguien, que agarre la puerta y listo. Muerto el perro se acabó la rabia”, escribió el joven que finalmente fue asesinado.
Con estos mensajes, para el Fiscal queda establecido que existía una relación de celos, odio y resentimiento que terminaron en el brutal crimen.
Por último, la Justicia hizo referencia a la rápida divulgación del video del crimen. Por eso se abrió una investigación paralela por “violación de secretos”, para determinar si los efectivos de la Policía de la Ciudad filtraron el video. Con esas imágenes se afectó el “derecho personalísimo de la intimidad” de la familia, la pareja y las amistades de la víctima, aseguró el Juez.