"Se llevaron a mi hija sin mi consentimiento"; "hubo mucha resistencia para que alguien me acompañe"; "querían dejar internado a mi hijo y a mí me daban el alta"; "no me salía leche y ya querían darle fórmula, recién había dado a luz"; "por posible covid positivo no pude estar con mi hija apenas nació"; "me indujeron el parto porque sí"; "me programaron una cesárea". Estas son algunas de las frases que repiten cientos de mujeres y personas gestantes que sufrieron en lo que va de la pandemia del COVID-19 la violencia obstétrica en persona. Cabe recordar que esto sigue pasando en CABA, en donde rige la Ley 6365 de Parto Respetado desde comienzos del 2021, como en la provincia de Buenos Aires, que desde 2020 se adhirió a la Ley nacional 25929 de Parto Respetado que aún, ante la emergencia sanitaria, deben ser cumplidas.
Fue el Ministerio de Salud nacional que comunicó, a principio de la pandemia del COVID-19, una serie de protocolos para que los derechos de las mujeres y personas gestantes, recién nacidos y familias sean respetados pese al escenario sanitario. Entre los derechos a cumplir se encuentran: el derecho a elegir de manera informada y con libertad el lugar y la forma en que vas a transitar el trabajo de parto y la vía de nacimiento; de recibir información sobre las distintas intervenciones de salud que pueden suceder durante el embarazo, el trabajo de parto, el parto y el postparto, y a participar activamente en las decisiones cuando existieren diferentes alternativas.
Asimismo, el derecho de ser informada/e sobre la evolución del parto, el estado de tu/s hija/s o hijo/s, hije/s, haciéndote partícipe de las diferentes actuaciones del equipo de salud; de no ser sometida/e a ningún examen o intervención cuyo propósito sea de investigación o docencia, salvo consentimiento manifestado por escrito, bajo protocolo aprobado por el comité de bioética; de ser informada/e sobre los beneficios de la lactancia materna, recibir apoyo para amamantar, recibir asesoramiento sobre los autocuidados y cuidados del/a bebé; y elegir a quien te acompañará durante todas las etapas de atención.
Sin embargo, mujeres y personas gestantes que dieron a luz durante la pandemia del COVID-19 en el territorio bonaerense y la CABA denuncian que sus derechos fueron vulnerados tanto en hospitales públicos como clínicas privadas donde violaron la Ley de Parto Respetado. En este marco, El Destape charló con acompañantes de embarazades durante la pandemia y asociaciones sin fines de lucro que luchan por los derechos de las mujeres y personas gestantes.
Violencia obstétrica durante el parto
María Laura Capotorto, doula y presidenta de la asociación Mamakilla, organización sin fines de lucro, habló con El Destape y relató el caso de una mamá que tuvo su hijo en el 2020 en un hospital municipal de Lomas de Zamora y por sospechas de Covid positivo estuvo "encerrada durante 24 horas con su bebé recién nacido sin asistencia". "La mujer embarazada entró en trabajo de parto con una infección odontológica pero por falta de personal la aislaron por posible covid positivo y cuando nace su bebé, le informan que van a separarlos. Ella se niega por lo que los encierran en una habitación, sin elementos de higiene, sin controles médicos, sin pañales, sin comunicación con el exterior por más de 24 horas. Recién cuando su hisopado dio negativo, 48 horas después del parto, volvieron a asistirla", detalló Capotorto, quien aseguró que es una historia que se repite en la provincia de Buenos Aires en medio de la pandemia del COVID-19.
Según la doula, a las mujeres y personas gestantes no se les informa de manera completa y clara sus derechos para que tomen sus propias decisiones. "El miedo que siempre existió en torno al parto ahora se ve exacerbado por la llegada del COVID, algo que en el ámbito privado se da con mayor frecuencia", agregó. Capotorto admitió que si bien hay profesional que comprenden al parto como lo que es, un hecho propio de la sexualidad humana, con su parte de fisiología y atravesado por la realidad de las personas que le dan vida, hay otros profesionales que sólo hacen lo que les han enseñado en la facultad y lo que han aprendido en sus residencias, aún cuando la "costumbre" se impone ante lo que marcan los propios libros.
"Ya se sabe hace décadas que parir acostada o semi sentada es perjudicial, se hace igual. Lo mismo ocurre con la escena del parto. Se conoce que requiere de intimidad, de calor, de silencio, de respeto. Sin embargo, no se facilita. Muchas de las prácticas, que ya fueron derribadas por trabajos de investigación. se siguen haciendo. Hay mucho de rutina y poco de medicina basada en la evidencia", remarcó.
En este marco, la licenciada en psicopedagogía y doula, que acompañó a embarazades durante la pandemia, Lucía Ybañez, también dio cuenta, en diálogo con El Destape, que en medio de la pandemia "se incrementó la violencia obstétrica desde la primera atención como en la atención al momento del parto y post parto".
"Hay un aumento notable y alarmante del no cumplimiento de los derechos plenos de las personas gestantes como estar informadas, acompañadas, estar con el bebé al momento de nacer". En este sentido, la profesional también admitió el incremento de la violencia psicológica que se ejerce sobre las mujeres y personas gestantes como también en sus acompañantes.
Sobre este tipo de violencia obstétrica, coincidió Yamila Noemí Adan, que es docente del método embarazo y nacimiento eutonico; reflexóloga y terapeuta especializada en maternidad. "Entre las mujeres, muchas se sintieron abandonadas al no recibir información, no conseguir turnos, el aislamiento sin contención psicológica. Lo más duro para la mayoría fue que no las dejaran estar acompañadas ni siquiera por sus parejas en las consultas. Al principio de la pandemia, a los papás se les negaba acompañar el nacimiento. Esto generó una situación de angustia y desconcierto difícil de sobrellevar", agregó.
Aumento de cesáreas programadas por la pandemia en CABA
Otro incremento que se detectó en pandemia fue el de las cesáreas programadas. Mientras que el Ministerio de Salud nacional recomienda el parto vía vaginal aún en embarazadas infectadas por COVID-19, se detectó un elevado aumento de cesáreas injustificadas.
Según un informe realizado por la Mesa de Trabajo de Protección de Derechos del Parto y Nacimiento Respetado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, los datos disponibles más recientes revelan que la tasa general de cesáreas llegó en promedio al 37% en 2020 en el subsector público, con un aumento de 12% respecto a hace tres años. Tales datos, que detectan tasas de más de 56% en algún hospital, surgen del informe “Evolución Tasa global de cesáreas Red obstetricia”, que recopila información correspondiente al período enero-septiembre del año pasado. En el sector privado esa proporción suele ser más elevada que en el sector público, según el informe, y en algunos servicios se registran tasas de cesáreas de hasta 90%. Asimismo, se cree que en 2021 el número de cesáreas injustificadas se incrementó por la segunda ola del COVID.
La magíster en Epidemiología, Gestión y Políticas de Salud, Patricia Rosemberg, se refirió a la manipulación de los partos por cesárea que se registraron de lunes a viernes mayoritariamente. "En relación con el análisis de la distribución de los días de nacimientos en establecimientos públicos o privados, observamos que en ambos disminuyen los fines de semana, pero en los establecimientos privados la diferencia es más marcada, lo cual nos permite postular que en el subsector privado hay mayor programación de los partos y nacimientos, incluyendo las cesáreas", detalla la especialista en un informe al que tuvo acceso El Destape.
Las causas más frecuentes de incumplimiento de la Ley de Parto Respetado
En tanto, desde la asociación Dando a Luz (DAL), una asociación civil sin fines de lucro, que lucha por los derechos de las mujeres y personas gestantes y las personas nacientes desde el año 2000, detallaron a este medio las causas más frecuentes de incumplimiento tanto de la Ley 25929 como de los protocolos de Nación y Ciudad difundidos en tiempos de pandemia. Estos fueron:
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La falta de acompañamiento durante el proceso de embarazo
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La separación de madre y bebé
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La internación prologada del neonato
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La prohibición de amamantar a personas puérperas con o sin covid.
Astrid Zucconi, licenciada en Comunicación, Doula e es integrante de DAL desde el 2014, coincidió que recibieron muchas más consultas que de costumbre sobre la violencia obstétrica. "De repente comenzó la pandemia y con esa excusa muchas instituciones comenzaron a tener sus propios protocolos en contra de la ley cuando desde el Ministerio de Salud publicaron uno para abordar en el marco de la pandemia que obviamente hacía cumplir la ley", aseguró Zucconi. La especialista hizo especial énfasis en el acompañamiento durante el proceso de embarazo fue uno de los más vulnerados y la separación de mamá y bebé, ambos son derechos avalados por la ley de Parto Respetado en la provincia de Buenos Aires como también en CABA.
"Ocurre también que separan a la mama y al bebe sin motivo y en caso de que sean covid positivo también les impiden acercarse al bebe por mucho tiempo y eso es muy grave", aseguró Astrid y agregó: "Aumentaron las cesáreas innecesarias con el fin de ordenar los partos por supuesto protocolo".
Sanciones para que se cumplan las ley de Parto Respetado
En tanto, las fuentes consultadas coincidieron en que la pandemia recrudeció la violencia obstétrica y la falta de cumplimiento de la ley de Parto Respetado. En este sentido, admitieron que es fundamental que desde el Estado se sancionen a los profesionales que ejerzan violencia para que las denuncias se concreten. "Es urgente que hayan sanciones para aquellos que no cumplan la ley de parto respetado y ejerzan violencia obstétrica porque sin sanción la ley está vacía", exigieron. "No hay sanciones a quienes no cumplan la ley, por eso es necesario un canal claro para ingresar los reclamos por incumplimientos de la ley porque las mujeres se pierden en el circulo de reclamos y hay situaciones de vulneración que no se pueden esperar", completaron.