La muerte de Charlie Watts es una trompada no solo porque se fue un baterista único sino porque empieza a mostrarnos que está cada vez más cerca el final de los Rolling Stones como banda activa. Y si se empiezan a apagar los Stones, también comienza a acabarse el mundo contemporáneo tal cual lo conocimos.
Día a día, a este mundo se le están yendo los últimos habitantes que salieron a la vida y los Rolling Stones no existían. Nos quedan los humanos finales, sobrevivientes, con esa experiencia. El resto, como con acierto afirmó alguna vez Keith Richards, nacimos en un mundo y ahí estaban los Stones. Son parte de nuestra vida tanto como nuestros padres, el aparato de TV, el sillón o el aire que respiramos.
Nos despertó de ese sueño de "la banda eterna" esta noticia sobre el integrante más longevo de la agrupación de rock más importante del Siglo XX. Es un soplido del viento a las cenizas del centenio anterior que llegaron hasta aquí.
Al momento, es la partida más dolorosa para el mundo Stone. Es la muerte de un integrante fundacional que estaba en actividad. Brian Jones fue fundador y líder pero ya no era parte. Su cuerpo dejó este mundo en 1969 poco después de haber terminado su historia con los Stones.
Hubo otras partidas duras también, como el fallecimiento del pianista Ian Stewart en 1985 en pleno ejercicio con la banda. Y la más cercana: la ida del saxofonista texano Bobby Keys, histórico viento de la banda británica desde 1971 hasta su final, en 2014.
"¿Qué carajo es ser un baterista de rock?", se preguntaba Watts hace muchos años. El hombre del jazz y del diseño se hacía esa consulta y la respuesta estaba más cerca de lo que él creía: Charlie Watts es ser un baterista de rock.
Dueño de un estilo único en el rock, no hubo mejor persona que definiera sus secretos que su amigo y compañero. "De no haber sido por Charlie, yo nunca habría seguido aprendiendo y creciendo. Lo primero con Charlie es que es una persona que lo siente, fue así desde el principio. Toca con mucha personalidad y con mucha sutileza. Charlie, con la mínima batería clásica puede tocar lo que haga falta. Y luego está es truco que tiene Charlie, creo que heredado de Jim Keltner o Al Jackson: la mayoría de los bateristas tocan los cuatro tiempos en el hi-hat, pero Charlie en el primero no toca, levanta la baqueta: amaga como si fuera a tocar y luego la levanta, lo que le deja a la caja todo el sonido en vez de tener interferencias por detrás". De Keith Richards en su autobiografía Life.
Perfil bajo, humor inglés, el más sir de los Stones, Watts no solo era clave en el pulso musical sino que además Charlie era junto a Jagger el pilar de la elección del arte, diseño, escenografía y puesta en escena de los tours. Responsable de la parafernalia de megagiras del 89 hasta acá. Así lo confirman varios testimonios, desde Jagger hasta Ron Wood en su biografía. El baterista era la voz autorizada en la toma de decisiones que casi siempre quedaban en manos del frontman.
"Es la banda de Charlie Watts. Sin él no tendríamos un grupo". Richards lo dijo clarito en 2013. Eso se murió ayer. Y eso es lo que llena de dudas y dolor al público Stone, a los fanáticos y a toda la familia y troupe que rodea este megaemprendimiento que son The Rolling Stones.
El debate ya está instalado hace semanas desde que se supo de la baja de Watts del tour de este año. ¿Qué va a ser de la vida de los Stones sin Watts? Ahora toma otra relevancia. Las respuestas las irán dando Jagger y Richards con el correr de los días.
La historia dirá que en el Hard Rock Stadium de Miami bajo una lluvia torrencial, y que tuvo como tema final a Satisfaction, un 30 de agosto de 2019 tuvo su último show en vivo y su última ovación. Y que el Blue and Lonesome de 2016 fue el último disco que grabó junto a la banda. Una selección de covers de blues, el género que unió a Jagger y Richards y dio comienzo a los Stones.
"Nuestro mundo acaba de perder su ritmo tan querido y respetado". La frase pertenece a la despedida que eligió AC DC para decir adiós a Watts. Loved and respected beat. Eso era Charlie. Amado y respetado ritmo.