El eterno debate entre los amantes de los perros y gatos no parece tener fin. Sin embargo, investigaciones recientes sugieren que, en términos de apego emocional y responsabilidad, los humanos tienden a encariñarse más con los perros. En este artículo, te vamos a contar cuáles son las razones y cómo la ciencia respalda estas afirmaciones.
1. La conexión emocional con los perros
El primer punto tiene que ver con la conexión emocional que tenemos los seres humanos con los perros. De acuerdo a un estudio realizado por la Universidad de Copenhague, en Dinamarca, los dueños de perros desarrollan un vínculo emocional más fuerte con sus mascotas en comparación con los dueños de gatos. Este análisis, liderado por el profesor Peter Sandøe, abarcó tres países europeos: Dinamarca, Austria y el Reino Unido.
Los investigadores encuestaron a propietarios sobre su apego emocional y disposición a invertir en cuidados veterinarios. Los resultados mostraron que los dueños de perros están dispuestos a gastar el doble en atención veterinaria y cuidados para sus animales en comparación con los dueños de gatos. Esta tendencia a invertir en salud y bienestar de sus mascotas indica una conexión más profunda.
2. La naturaleza sociable de los perros
La sociabilidad de los perros es otro factor determinante en esta preferencia. A menudo, los perros buscan la compañía de sus dueños, participan en actividades diarias y disfrutan de juegos, lo que les permite establecer un lazo más fuerte.
3. Comportamiento y apego
Los estudios también sugieren que el comportamiento de los animales influye en cómo nos relacionamos con ellos. Una investigación publicada en la revista Frontiers in Veterinary Science subraya que los dueños de perros, en general, establecen una relación más estrecha con sus mascotas en comparación con los dueños de gatos.
Esta investigación analizó el comportamiento y el apego emocional de más de 16.000 dueños de mascotas en ocho países, incluyendo Estados Unidos y varios de Europa. Los resultados mostraron que los dueños de perros son más propensos a considerar a sus mascotas como "mi mejor amigo", lo que resalta el vínculo afectivo más fuerte que se desarrolla con ellos.
A su vez, los investigadores encontraron que el comportamiento de los perros, que tienden a ser más obedientes y cariñosos, genera un mayor sentido de responsabilidad en sus dueños. La independencia de los gatos puede llevar a un vínculo menos estrecho. Esta diferencia se refleja en las actividades compartidas; los perros participan en más paseos y juegos, lo que estrecha el lazo emocional entre ellos y sus dueños.
4. Inversión en salud de mascotas
El gasto relacionado con las mascotas es un indicador claro de la preferencia por una u otra especie. La Asociación Estadounidense de Medicina Veterinaria (AVMA) informa que el gasto promedio anual en atención veterinaria es de $241 para perros, mientras que para gatos es de $125. Este estudio, que incluye datos de miles de encuestas realizadas en Estados Unidos, también destaca que el 80% de las mascotas aseguradas son perros, lo que indica una tendencia continua a priorizar la salud y el bienestar de los caninos.
Además, se ha encontrado que los dueños de perros tienden a gastar más en juguetes y accesorios. Esto se debe a la naturaleza más interactiva de los perros, que generalmente son más receptivos a jugar con sus dueños, a diferencia de los gatos, que suelen ser más selectivos en cuanto a sus preferencias.
Un amor diferente, pero igualmente válido
Es importante destacar que, aunque los estudios sugieren que tendemos a encariñarnos más con los perros, esto no significa que no amemos a los gatos. Muchos dueños de felinos consideran a sus mascotas como parte integral de sus familias y están dispuestos a invertir en su bienestar. Sin embargo, la naturaleza más independiente de los gatos puede limitar la profundidad de la conexión emocional en comparación con los perros.
La preferencia por perros sobre gatos puede atribuirse a una combinación de factores emocionales, sociológicos y comportamentales. Mientras que los perros suelen establecer un vínculo más fuerte y dependiente, los gatos ofrecen una relación más distanciada pero igualmente valiosa.