A tres semanas de la muerte de más de 30 ballenas en el golfo de la Península Valdés, las toxinas que provocaron la tragedia ambiental siguen generando consecuencias. El gobierno de Chubut prorrogó en las últimas horas la veda para la extracción de moluscos bivalvos y caracoles en la zona por la marea roja. En esa misma línea, recomendó también "abstenerse de adquirir y consumir dichos productos en lugares habilitados".
A través de un comunicado, el Comité Ejecutivo del Plan Provincial de Prevención y Control de Marea Roja informó que "continúa la veda para extracción de moluscos bivalvos y gasterópodos (caracoles), incluida la vieira y su callo, en los golfos San José y Nuevo" sobre el norte y sur de Península Valdés, respectivamente.
La medida también alcanza a una parte de la costa atlántica del sur chubutense, próxima a Comodoro Rivadavia, definida como "la costa central del Golfo San Jorge" debido a que "los niveles de toxinas encontrados superan lo establecido por el Código Alimentario Argentino".
La presencia de altos niveles de toxinas provenientes de la marea roja fueron detectados en al menos seis cadáveres de ballenas que fueron sometidas a necropsias del total de 30 que se computaron como fallecidas sobre la cara sur de Península Valdés. "La investigación realizada sostiene la hipótesis según la cual la mortandad de ballenas se debió a una floración algal nociva en el Golfo Nuevo ocurrida entre fines de septiembre y principio de octubre", fenómeno que se conoce como "marea roja", informó el Instituto de Conservación de Ballenas.
La semana pasada, otros cuatro cadáveres de ballenas quedaron en cercanías de Puerto Pirámides, sobre la costa norte del Golfo Nuevo, en el extremo noreste de la provincia del Chubut, y debieron ser enterrados en la arena con apoyo de máquinas viales. Se trata de 3 adultos cuyo peso se estima cercano a los 30.000 kilos y un cachorro mucho más pequeño.
"Los ejemplares están en la zona de playa cerca de Puerto Pirámides y no pueden ser arrastradas por mar a una zona más alejada como se hizo con otros cuerpos encontrados, porque están en avanzado estado de descomposición y se desmiembran" explicó el funcionario. Gaffet reconoció que "están relativamente cerca de Puerto Pirámides en una zona de playas de fácil acceso para quienes caminan por la costa y es un riesgo de tipo sanitario porque la gente se aproxima, incluso paseando con mascotas que se aproximan a los cadáveres que están al aire libre", había dicho el ministro de Turismo y Áreas Protegidas de la provincia, Leonardo Gaffet.
Los cuerpos integran el grupo de parte de las 30 ballenas encontradas muertas en el Golfo Nuevo, en la cara interna de la península, aunque las restantes están más lejos de la zona poblada. En otros casos, los ejemplares fueron arrastrados a una zona más inhóspita con embarcaciones de la Prefectura Naval Argentina (PNA), pero esta maniobra es imposible con estos cadáveres porque el intento haría que se desgarren.
Con información de Télam