Julieta Calmels, subsecretaria de Salud Mental de PBA, sobre el último informe de ludopatía de la provincia: “Apostar no es un juego”

1 de cada 5 adolescentes hace apuestas online, según una encuesta que dio a conocer el gobierno de la Provincia de Buenos Aires. En diálogo con El Destape, Julieta Calmels, responsable de una de las áreas que puso en marcha un plan de abordaje contra esta problemática, explica por qué realizaron un diagnóstico, qué se encontraron tras el sondeo y qué estrategias utilizan para intervenir.

21 de diciembre, 2024 | 19.00

En el marco del plan integral de abordaje de la ludopatía juvenil, el gobierno de la provincia de Buenos Aires presentó, durante la última semana, los resultados de un estudio que advirtió que el 60 por ciento de los jóvenes participantes afirmó conocer a alguien que apostaba a través de plataformas virtuales; el 19,1 por ciento dijo haber apostado al menos una vez; y casi el 4% al menos una vez por mes. Además entre los apostantes frecuentes se detectó que el 10,5% juega al menos una vez al día y el 50% una vez por semana, motivados por los objetivos de ganar dinero para uso personal, divertirse y, en algunos casos, ayudar económicamente a sus familias.

La información surge de una muestra de más de 90.332 estudiantes de escuelas secundarias bonaerenses, de entre 12 y 19 años, que respondieron la encuesta de forma voluntaria  y autoadministrada entre el 4 y 9 de noviembre pasados. El objetivo de la investigación es conocer mejor la dimensión y realizar un diagnóstico preciso de la problemática para intervenir efectivamente desde las políticas públicas.

Julieta Calmels, la subsecretaria de Salud Mental, Consumos Problemáticos y Violencias en el ámbito de la Salud bonaerense, estuvo presente en la conferencia de presentación del informe ya que encabeza una de las áreas responsables que ha puesto en marcha un plan de abordaje interdisciplinario desde el ministerio basado en la atención, acompañamiento y orientación, como también en la formación para trabajadores y en las estrategias de intervención estatal. 

¿Cómo surgió la necesidad de hacer un diagnóstico sobre el problema y un plan de abordaje?

Nosotros tenemos un programa dentro del Ministerio de Salud que se llama  ‘Salud Mental entre Todos y Todas’, que se despliega con talleres en colegios secundarios. Cuando socialmente se empezó a ver el tema de la ludopatía, y sobre todo a través de las escuelas y los docentes, incluso los propios chicos en los talleres, hicimos una primera encuesta a cargo de este programa que dio indicadores preocupantes. Luego lo charlamos con el Gobernador  Kicillof, con el director general de Cultura y Educación, Alberto Sileoni, y con el ministro de salud Nicolás Kreplak, y empezamos a desplegar un plan de abordaje general y cada ministerio fue tomando un rol. Como teníamos la duda y no sabíamos cuán grave era la situación real, decidimos hacer una encuesta más grande y hoy este estudio es el más grande que tiene el país sobre el tema. Se realizó adentro de las escuelas a través de una jornada de sensibilización, que eso también nos pareció importante porque era una forma de que la escuela tome la iniciativa. Lo hicimos también con el área de estadísticas del Ministerio de Economía.

¿Cómo se construyó la herramienta? 

La encuesta tiene dos partes: la primera que presentamos esta semana es la cuantitativa, con datos más duros, más números, porcentajes, que surge de más de 90 mil respuestas. Y hay una segunda parte que se hizo en el mismo taller y está todavía en análisis, que va a ser muy importante para nosotros porque es cualitativa y aborda los deseos de los chicos, las actividades que les gustaría hacer si tuvieran acceso, la percepción del presente y del futuro, con el objetivo de analizar otros aspectos que no hacen al consumo de tecnología. Esta segunda instancia que es más abierta, no está predeterminada, la elaboramos junto con educación y salud. 

De la información analizada, ¿qué es lo que más relevante en términos de diagnóstico para empezar a trabajar la problemática? 

Nosotros ya veníamos analizando la problemática, y los resultados son más o menos lo esperable, hasta incluso es un número un poco menor a los que circulan en otros relevamientos, lo cual es importante porque no permite un acercamiento bastante certero de lo que pasa, y un mapa también de lo heterogénea que es nuestra provincia. Los datos principales son que el 19,1% de los chicos apostó online alguna vez, y el 3,7% apuesta una vez al mes. Ese segmento no es un grupo tan significativo pero está bastante más comprometido en su conducta de juego. 

¿Hay algo que te haya sorprendido?

Sí, mí no me deja de sorprender el motivo principal de las apuestas: ganar plata. Y no deja de ser preocupante en algún sentido que los chicos de esa edad, que deberían estar pensando en otras cosas, estén buscando ganar plata, que ese sea el primer motivo. Y después que el 20% de los chicos haya dicho que es para ayudar a sus familias. 

¿Lo vinculás con el contexto socioeconómico?

Me parece que ese es punto donde empieza a vincularse con la situación económica argentina, con la desesperación económica, por un lado, producto de las políticas del gobierno nacional, y también con una cuestión que remarcó Carlos Bianco en la conferencia, que son los discursos de época que promueven mucho la idea de una realización a través del dinero, la plata fácil y sin esfuerzo, una suerte de pensamiento mágico por el cual uno puede generar dinero sin mediar el esfuerzo, el trabajo o la realización de otros aspectos de la vida. Es una mirada mercantil y muy deshumanizante. 

Puede leerse también como un reflejo de la crisis del modelo laboral, por el cual hoy los jóvenes tal vez no piensan tanto en seguir una carrera universitaria o un trabajo en blanco

Claro, lo que se modifica es la percepción sobre la forma de adquirir dinero. Sobre eso otro dato que me parece relevante es que el 45% los chicos dice que le preocupa este tema, diferencia de lo que imaginaríamos de que lo sub registran o no lo valoran. Y cuando vos les preguntás qué cosas creen que les ayudaría a abordar el problema lo primero que dicen es brindar ayuda gratuita. Es decir, hay una valoración de que el Estado tiene un rol de cuidado. Las otras dos cosas que surgen tienen que ver con la regulación del tema, de la publicidad y el control de las plataformas ilegales. 

Desde el punto de vista psicológico o psicopedagógico, ¿cómo se analiza particularmente esta problemática en una etapa vital como la adolescencia? 

Ahí hay un dato importante que surge de la encuesta y es que juegan mucho solos. Aunque hay un número grande, el 37%, que también juega con su familia, que es otro tema terrible. Por eso hay que entender que las apuestas no son un juego. La diputada nacional Coty Alonso, que viene trabajando mucho con las apuestas, siempre dice que lo primero a dejar en claro es que “apostar no es un juego”, y es bastante cierto porque con las apuestas no pasa nada de lo que pasa con los juegos, ni los juegos físicos, ni los deportes, ni el juego simbólico de los adolescentes en general. En el juego generalmente está involucrado el cuerpo, la imaginación, el esfuerzo, la creatividad. En general cuando uno termina de jugar, a través de una experiencia, se transforma y termina mejor que como estaba. Por eso es tan importante el juego en los niños, porque produce subjetividad en un buen sentido. 

¿Y qué producen las apuestas en el cuerpo y la subjetividad? ¿Cómo pueden influir estos efectos en el proceso de desarrollo de un pibe y una piba? 

Acá pasa lo contrario al juego: no se involucra el cuerpo, más bien los chicos tienen que estar inmóvil; con lo digital la atención también tiene que estar fija porque se producen estímulos a los que hay que responder; no se inventa nada sino que se responde a patrones predeterminados; y además con una sobre estimulación visual, sonora, de velocidades; y eso sumado a que se involucra el dinero en esa experiencia. Todo eso genera una vivencia corporal de una sobrecarga de estímulos no elaborables, y ese efecto uno lo ve después en la ansiedad, por ejemplo. Claro que los efectos dependen mucho de la situación cada chico o chica, con qué herramientas cuentan, el entorno vincular, qué otras experiencias de su vida están atravesándolo. Un pibe que está solo en su casa jugando todo el día es diferente a un pibe que juega pero tiene experiencias sociales y con amigos.

¿Cómo intervienen las apuestas en esos espacios de socialización, de espejo con el otro? 

Esto es lo que surgió en el marco del programa que te mencionaba al principio cuando les preguntamos qué cosas pasan, y algo que nos dicen es que se dan cuenta que los chicos que juegan ya no salen tanto, no comparten. Entonces también los propios chicos tienen algo que hacer con sus compañeros. Hay que advertir que además de un problema de salud mental es un problema social que requiere una intervención desde la salud, pero también comunitaria y social.

¿Cuál es el rol de las familias? 

Las familias tienen que empezar a hablar con los chicos acerca de qué hacen con el teléfono. Hay cosas que los papás pueden hacer que no es arrancárselo y controlarlo necesariamente, que a veces es lo que surge en la desesperación o la impotencia. Hay que ayudar a pensar qué pueden hacer, como intervenir, sin llegar a desenchufar computadoras o revisar teléfonos. Tal vez hay que pensar que las tecnologías no son un espacio neutro, sin un espacio donde también hay que hablar, pensar y compartir. Hay que ayudarlos a regular el uso, para eso fueron tan importantes los resultados de la encuesta acerca de la cantidad de horas que los chicos estacan con el uso de dispositivos: el 80% está entre 3 y 8 horas diarias. 

El tema de la exposición a las pantallas y el contenido está empezando a regularse y debatirse en todo el mundo a nivel estatal

Y la regulación del tiempo es importante, qué cantidad de horas los chicos pueden mirar, qué miran, si es mejor que miren la tele o los teléfonos. En general la convención dice que es mejor que miren la tele, porque el dispositivo en los niños muy pequeños tiene un impacto incluso mucho más fuerte en la construcción subjetiva del cuerpo porque no juegan, no interactúan con otros nenes, están sobrecargados de estímulos que no pueden elaborar. Más allá de la ludopatía, quienes estudian todo lo que tiene que ver con las tecnologías y pantallas dicen que los adultos cuidamos mucho a los niños y a los adolescentes, dónde están, con quién están, qué cosas hacen, si les hacen bien, si les hacen mal, qué comen, pero cuando están con el celu dejamos de saber qué hacen, como si fuera un espacio neutro, y es muy impactante sobre todo con niños pequeños que los adultos sepamos lo que están viendo.

¿Cuál es el vínculo con los videojuegos, otra práctica muy extendida en la juventud actual? 

Es que la ludopatía nace en un momento de crisis económica en chicos y chicas que están en el mundo de las tecnologías y que además dentro de su uso juegan mucho online, 8 de cada 10 chicos juega al Fortnite, Minecraft, y todos los otros juegos. Se entra por ahí también.

¿Por qué crees que es una práctica mayormente masculinizada la de las apuestas?

Me parece que como contraparte, las chicas se inclinan por Only fans, una plataforma que es eminentemente femenina. No es un tema que esté medido o estudiado, pero la generación de contenidos para adultos también tiene que ver con la cuestión de las tecnologías y los patrones de género que parece que, a pesar de los cambios grandes que tenemos, se sostiene el empoderamiento de las mujeres a través de la sexualización y la exposición de su cuerpo y los varones, el empoderamiento a través del dinero. 

¿En el fondo son como dos fenómenos espejo de los modelos económicos y laborales de época?

Sí, y mirá que curioso, porque en el problema de las apuestas hay otra parte que mucho no se conoce que son los cajeros, es decir las personas que reclutan a menores de edad para que puedan jugar en los casinos clandestinos, los intermediarios, y cobran comisiones de acuerdo a las apuestas. En nuestro país es una figura mayormente femenina.

¿Y eso por qué se produce? ¿Es una salida laboral para las mujeres? 

Porque es más atractivo para los pibes que les venda una chica, o para las chicas, una salida de laburo para ganarse guita. A las mujeres les resulta más fácil, parece, hacer esa intermediación que jugar ellas, pero en el fondo están ayudando a que la cadena del juego se produzca. Pero sí, me parece que ahí hay patrones de género que siguen repitiéndose. Y de hecho, en el 0800 de salud mental de PBA (0800 222 5462), tenemos una opción específica para el tema de la ludopatía y llamaron también más varones que mujeres, y eso es porque los consumos problemáticos y adicciones generan sentimientos de culpa y vergüenza en las mujeres, que son socialmente más juzgadas. Nosotros encontramos muchas mujeres que llegan muy tarde a la atención, y además se suma que para las mujeres ser cuidadas por otro es algo atípico, en general son ellas sujetos del cuidado de otros y no objetos de cuidado.

O sea que también es un desafío para la salud pública poder hablarles a esas mujeres

Sí, ahí hay muchas cosas que hacen que las mujeres no se acerquen y son un grave problema de la salud pública. También estamos trabajando mucho el tema de mujeres embarazadas con consumos, y entendemos que hay que generar un cambio cultural en el sistema de salud que permita también no reproducir prejuicios adentro. 

En la encuesta, un dato sorpresivo es que los menores apuestan mayormente en las plataformas de juego legales. ¿Cómo se puede prevenir esto? ¿Están trabajando el tema con las casas de apuestas?

Sí, las plataformas legales en la provincia son para mayores de 18 y están armadas para un adulto responsable, digamos.  Por eso hay que reforzar con datos biométricos, con todas las formas que existan. Eso está llevando a un trabajo de la provincia junto con la Lotería para avanzar en datos biométricos u otras formas de regulación, porque es una situación que es complicada. Eso significa un mayor control del estado, y paralelamente un mayor control de los adultos alrededor, mamá, papá, hermanos. Lo mismo pasa con la plata porque los chicos afirman que les llega por transferencia bancaria, además de billetera electrónica, son transferencia bancaria de adultos.

Más allá de avanzar en la regulación y el control del estado en estos temas: ¿Cómo observas la relación que tienen en la actualidad los pibes y pibas con el dinero desde la infancia? ¿Se puede hablar de una cultura que los incentiva a estas prácticas?

Sebastián Holc, el director de Prevención y Promoción de la Salud Mental y los Consumos Problemáticos de la provincia dice siempre que la pregunta que nos hacemos debería ser al revés: porque los chicos no jugarían? Si viven en una situación de asfixia económica, si hay un discurso hegemónico que promueve ganar dinero fácil y rápido, si estan sobre estimulados por las publicidades, si viven en un mundo mediado por las pantallas desde muy pequeños. Entonces es bueno pensar lo que esta pasando como un problema social, de los adultos, del Estado en un sentido amplio. Los adultos tenemos que hacernos la pregunta acerca de las condiciones sociales que estamos produciendo, porque el problema se empieza a volcar hacia los jóvenes, que se enferman o que tienen patologías, y eso nos desresponsabiliza y los culpabiliza a ellos, los patologiza. 

¿Qué relación tiene el crecimiento de este tipo de patologías con el corrimiento del Estado y el avance del mercado?

Sí, sobre eso hay dos discusiones: o es el mercado el que regula la vida, o el Estado tiene algo que hacer para generar condiciones de igualdad, cuidados, y regular la violencia social. Esto que pasa es un gran ejemplo de que el mercado por sí solo no regula, sino que si se deja liberado puede producir estragos. 

No solo eso, creo además que el gobierno Nacional busca ejecutar un modelo estatal que conduce o genera las condiciones para que crezcan patologías como la ludopatía.

Sí, el Estado Nacional pareciera generar el caldo de cultivo para que esto se siga reproduciendo. Es más, después de que se obtuvo la media sanción de la Ley de regulación de la publicidad de las apuestas online trascendió que, de aprobarse la norma, van a vetarla. Estamos hablando de publicidad, de sobre estimulación permanente, asfixiante e irresponsable, a la que están sometiendo diariamente a los pibes y pibas en sus espacios de identificación, como son clubes de fútbol, jugadores, influencers. Por eso nuestra provincia también inició acciones penales y sanciones a un montón de influencers que estaban promocionando lugares ilegales. 

¿Cómo se está trabajando el tema específicamente desde salud?

La política de la provincia tiene un montón de aristas de acción a través de distintos ministerios. Hay una decisión de Axel, del gobernador, de continuar y profundizar lo que se se viene trabajando. Ampliamos los lugares y espacios de atención, el 0800, las Y actualmente todo profesional de salud mental tiene que estar en condiciones de garantizar la atención y tratamiento. El Ministerio trabaja en tres ejes: los espacios de atención, incluido el 0800; la formación de trabajadores, porque identificamos que es un tema extendido a los números pero todavía no muy conocido a nivel profesional, que pusimos en marcha con  capacitaciones a 1500 personas; y una tercera columna que son charlas y foros comunitarios de debate donde participaron 17.000 personas, entre ellos muchos chicos, colegios, centros estudiantes, clubes. Además estamos con campañas de comunicación, carteles, afiches. El objetivo es instalar fuerte el tema porque la mitad de los chicos dice haber estado complicado por el juego, haberse sentido en problemas por perder mucho dinero o no poder parar, es decir, alguna situación ya indicadora de consumo problemático, y no haber podido hablarlo con nadie ni de su familia, ni de su entorno. Hay que poner en discusión el tema, visibilizarlo y generarle a los chicos posibilidades de hablar más.

¿Vos crees que hay una mirada punitiva por la cual los pibes a veces no hablan por temor ser juzgados? 

Sí, y creo que también les da vergüenza hablar cuando pierden. Hoy predomina esa idea fantasiosa del éxito, que tiene su contracara en sentirse un perdedor, perder mucho y dejar deudas a otras personas como amigos, familia. Entonces creen que lo van a solucionar volviendo a jugar, y a veces eso arma una rueda de la que no pueden salir. Lo que tenemos que lograr es que puedan pedir ayuda y hablar.

¿Qué otras políticas o programas están desarrollando en la provincia, en articulación con salud, para combatir la ludopatía?

Desde la provincia junto con comunicación lanzamos la campaña de “No da” que está en la tele, en la radio, por todos lados, y se elaboró a través de información que recolectamos de focus group. Desde la cartera de justicia están trabajando la persecución penal, pero también compartimos con ellos políticas sobre temas de tecnología, ciberbullying, seguridad, también en la persecución física de espacios y decomiso de dinero y de muchas cosas vinculadas a esto. Por otro lado con la Lotería de la Provincia desarrollamos de campañas y pusimos en marcha diez espacios de atención específica. Y algo muy importante que hicimos con educación fue la decisión de inhibir la conectividad a todas las empresas de juego, incluidas las legales, en las escuelas bonaerenses. Todo lo que trabajamos se enmarca en el proyecto de reforma de salud mental que estamos impulsando ya hace cinco años, que se centra en ampliar políticas, garantizar el acceso, e incorporar temas nuevos, contemporáneos.