Lucas González tenía 17 años y fue baleado por efectivos de la Policía de la Ciudad el 17 de noviembre de 2021 cuando se trasladaba en un auto a la vuelta de su entrenamiento de fútbol junto con unos amigos. Murió al día siguiente. A dos años de su asesinato, y luego del juicio que condenó a los policías por violencia institucional y odio racial, el padre del adolescente se reunió con el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla Corti, quien se comprometió a realizar un reconocimiento en su honor.
"Vamos a hacer un monumento en homenaje a Lucas", dijo Héctor "Peca" González, padre de Lucas. Será en el lugar conocdo como Cruce Varela, donde se unen las localidades de Florencio Varela, Berazategui y Quilmes, en donde el joven solía encontrarse con su hermana y amigos.
En una entrevista con Télam, González reconoció que todavía en su familia viven "días muy difíciles", porque hace dos años estaban "perdiendo lo más valioso que Dios" les pudo dar. Acompañando a su esposa Cintia, quien se encuentra recuperándose de una nueva internación por un cuadro depresivo, y a sus otros dos hijos, "Peca" volvió a trabajar como repartidor luego de que le dieran el alta psiquiátrica y psicológica.
"Peca", que reconoció que "nunca" terminó de hacer el duelo por el asesinato de su hijo, contó también que tiene como proyecto la "Fundación Lucas González", con la cual buscará "darle un plato de comida, contención y que puedan recrearse deportivamente los chicos de Florencio Varela".
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"Es mi proyecto, mi sueño, lo que le daría sentido a mi vida nuevamente sacando a los chicos de la calle, donde hay menos probabilidades de que se metan en la droga y que puedan estudiar", señaló.
La condena a los culpables: violencia policial y odio racial
Los integrantes del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 25, dieron a conocer los fundamentos de la sentencia dictada el pasado 11 de julio contra los nueve efectivos de la Policía de la Ciudad por el crimen de Lucas González. En el fallo, los jueces consideran que tanto los jóvenes como sus padres fueron víctimas de violencia institucional, al determinar que los acusados incurrieron a "prácticas discriminatorias y detenciones arbitrarias de personas marronas", sentando así un importante precedente y que todos los hechos imputados quedaron acreditados durante el proceso penal.
Cabe recordar que el Tribunal condenó a prisión perpetua a los tres principales imputados: el inspector Gabriel Alejandro Issasi (41), el oficial mayor Fabián Andrés López (48) y el oficial Juan José Nieva (37). Se los condenó por la coautoría del delito de "homicidio agravado por haber sido cometido con arma de fuego, alevosía, por odio racial, por el concurso premeditado de dos o más personas y por cometerse abusando de su función o cargo por un miembro de una fuerza policial" del joven futbolista de Barracas Central. Además, fueron hallados culpables por las "tentativa de homicidio agravado, falsedad ideológica (obligación jurídica de decir la verdad sobre un hecho) y privación ilegal de la libertad agravada por abuso funcional y sin previsión de la ley", en el caso de los amigos de Lucas.
El crimen de Lucas González
Lucas y sus amigos fueron atacados a balazos el 17 de noviembre de 2021 cuando salieron de entrenar del club Barracas Central y regresaban a sus casas a bordo de un Volkswagen Suran. Los cuatro fueron interceptados por un Nissan Tiida en el que circulaban tres policías de la Brigada 6 de la Comuna 4 a la altura del cruce de las avenidas Iriarte y Vélez Sarsfield. Como no tenían identificación policial, los chicos pensaron que podían ser ladrones e intentaron escapar, momento en que los efectivos les dispararon y dos balazos impactaron en la cabeza de Lucas, quien murió al día siguiente en el hospital El Cruce de Florencio Varela.
Tras ello, en la escena se montó un operativo tendiente a encubrir lo sucedido y a hacer pasar el hecho como un tiroteo con delincuentes, para lo cual, incluso, plantaron una réplica de arma en el auto de los chicos. La operación de autopsia determinó que además de los disparos que recibió, Lucas fue quemado en una de sus manos por un elemento que los investigadores creyeron que fue un cigarrillo.