El Juzgado Federal 2 de San Martín postergó hasta el lunes próximo el inicio del "juicio por la verdad" que busca que se declaren delitos de lesa humanidad los fusilamientos de opositores a la dictadura de Pedro Eugenio Aramburu cometidos en 1956 en José León Suárez. El motivo fue que el jueves, por cuestiones de salud, no pudo asistir el primer testigo y sobreviviente de aquellos episodios, Juan Carlos Livraga.
La Comisión Memoria, Verdad y Justicia del partido bonaerense de San Martín, impulsora y querellante de esta causa, informó este jueves que "por cuestiones de salud", Livraga, primer compareciente llamado por la magistrada a cargo de la instrucción, Alicia Vence, no pudo asistir a la audiencia. Por este motivo, las primeras declaraciones testimoniales se producirán el próximo lunes desde las 9.30, momento en el brindarán sus testimonios ante Vence dos hijas de víctimas, Berta Josefa Carranza y Delia Beatriz Garibotti.
La presidenta de la Comisión, Evita Morales, informó a Télam que se espera la reprogramación de la declaración de Livraga para los próximos días, previo a que retorne a los Estados Unidos, país donde vive actualmente. El abogado querellante que representa a la Comisión, Alberto Palacios, dijo que según lo planificado se efectuarán entre una y dos audiencias por semana, con dos testigos por día y que la expectativa es que el juicio oral y público pueda comenzar tras la feria judicial de invierno.
"Hoy estuve con familiares de las víctimas y para ellos es muy fuerte, es la primera vez que van a testimoniar frente a un juzgado federal por estos hechos. De declararse delito de lesa humanidad será un acto reparatorio fundamental para todos ellos", expresó Palacios en declaraciones a esta agencia. Según indicó el abogado, las siguientes declaraciones testimoniales están pautadas para los días 8 y 9 de junio.
Uno de los objetivos principales del juicio es que los asesinatos perpetrados por la policía de la provincia de Buenos Aires en los basurales de José León Suárez bajo las órdenes de su entonces jefe, el teniente coronel Desiderio Fernández Suárez, sean declarados delitos de lesa humanidad, o sea imprescriptibles. En los fusilamientos del 10 de junio de 1956 mataron a Carlos Lizaso, Nicolás Carranza, Francisco Garibotti, Vicente Rodríguez y Mario Brión, mientras que otros siete compañeros, que también habían sido capturados horas antes de la casa del barrio bonaerense de Florida donde se encontraban reunidos, lograron escapar y salvar sus vidas.
La dictadura de Aramburu inició el 9 de junio una represión que en tres días produjo los asesinatos de 18 militares y 13 civiles, que se habían alzado contra ese régimen que un año antes había derrocado a Juan Domingo Perón. Algunos de ellos formaban parte de un levantamiento encabezado por los generales Juan José Valle y Raúl Tanco, que intentaba reponer a Perón como presidente constitucional de la Argentina; otros fueron detenidos sin saber por qué y ejecutados sin derecho a defenderse.
Con información de Télam