El juez Federal Alejo Ramos Padilla dispuso la detención de Carlos Omar Rodríguez, alias "El Cabezón" en el marco de la causa de Johana Ramallo. El hombre está acusado de haber incitado a la prostitución y haberle facilitado drogas a Johana Ramallo, la joven que desapareció a fines de julio de 2017 y cuyo cadáver mutilado fue hallado en las costas de la ciudad de Berisso en agosto de 2018.
Voceros judiciales aseguraron a Télam que Rodríguez se negó a declarar ante el juez Ramos Padilla, quien lo imputó por "comercialización y distribución de material estupefaciente y facilitación de la prostitución". Según las fuentes, por el momento el imputado no quedó vinculado al crimen de Johana, aunque se sigue investigando para poder establecer si efectivamente tuvo relación directa con el homicidio.
Tras la indagatoria, la defensa de Rodríguez solicitó la excarcelación, lo que será analizado por el juez Ramos Padilla. Para la Justicia, "El Cabezón" Rodríguez está acusado de vender drogas y facilitar la prostitución desde fines de 2016 hasta mediados del 2017 en la denominada "zona roja" de La Plata, ubicada dentro del barrio El Mondongo, específicamente entre las avenidas 1, 60, 122 y 72.
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Según las fuentes, Ramos Padilla cree que el detenido, "aprovechando la relación íntima que mantenía con Johana Ramallo y abusando de su situación de vulnerabilidad, producto de su consumo problemático de drogas y su corta edad, realizó aportes específicos para facilitar el ejercicio de su prostitución en la misma zona roja, al menos desde el mes de marzo de 2017 hasta fines de julio de ese mismo año".
La madre de la víctima, Marta Ramallo, consideró que "El Cabezón" Rodríguez "es un importante proxeneta que regentea la mitad de la Zona Roja de La Plata" y que el nombre del sospechoso comenzó a escucharlo cuando empezó "a recorrer las calles buscando" a su hija.
"Me llegó el nombre de este hombre, 'El Cabezón', como quien habría secuestrado y matado a mi 'Joha'. Desde el inicio aporté a la justicia este nombre, que es el capo de la Zona Roja, di su nombre para que lo investiguen, lo indaguen, pero siempre tuvo alguien que lo amparó", explicó. "Lo citaron a declarar en el expediente, no como imputado, y dijo que en algún momento había sido pareja de mi hija, pero se sentaba en los juzgados federales y les mentía en la cara", graficó.
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Marta Ramallo se mostró esperanzada en lograr el esclarecimiento del crimen de su hija con esta detención, ordenada por el juez Ramos Padilla y en la que intervino la División Trata de Personas de la Policía Federal. "Yo se lo prometí a mi hija cuando me la entregaron en una urna de madera, le dije que encontraría a quien le hizo eso. Se lo debía a mi hija y a mi nieta. La justicia tarda pero llega", afirmó.
El 26 de julio de 2017, Johana Ramallo, de ojos oscuros y cabello negro, salió a las 17 horas de la casa de su madre Marta, en la periferia de La Plata, tras decirle que volvería "entre las 20.30 y las 21", pero nunca regresó. En la casa quedaron esperándola su madre, su abuela y su hija, en ese entonces de seis años.
Casi dos meses antes de desaparecer, Johana se había separado del padre de la niña, había regresado a la casa de Marta y los problemas económicos la habían puesto en situación de prostitución. La última imagen de Johana fue tomada por la cámara de seguridad de una estación de servicio situada en las calles 1 y 63 de La Plata, en la que se la ve entrando a un baño ese mismo día, poco después de salir de su hogar.