Desde hace varias semanas, los incendios rurales se mantienen en diferentes zonas del noreste argentino (NEA), el avance de las llamas llevó a que, en diferentes áreas la evacuación de casas y pueblos sea una constante. Las lenguas de fuego sobrepasan los dos metros de altura y, en diversos puntos, se han devorado grandes sectores arbolados.
Al día de hoy, la mayoría de los focos de incendio están en Corrientes y Misiones. La primera de ellas tiene nueve focos de incendios, de los cuales ocho no fueron posibles de contener. Entre ellos están Concepción III, San Miguel, Curuzú Cuatía, Ituzaingó, Santo Tomé, Loreto, Bella Vista y Virasoro. Un poco más al norte, la situación en la provincia misionera se mantiene activa en Concepción de la Sierra, Candelaria, Apóstoles, Santa Ana, San Javier y Montecarlo. Por su parte, en Río Negro, hay dos focos de gran tamaño uno Bariloche (Complejo Lago Martín) y en Pichi Mahuida
En las últimas semanas esta región es la que más se ha visto afectada, pero según el reporte del Manejo del Fuego del ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, actualmente hay cinco provincias que tienen focos activos. Desde que comenzó a extenderse las llamas, hay 7 provincias que declararon la emergencia ígnea: Chaco, Chubut, Neuquén, Río Negro, Santa Fe, Misiones y Catamarca. Corrientes declaró la emergencia ígnea y agropecuaria.
El director nacional de Manejo del Fuego de la cartera de Ambiente, Alberto Seufferheld, se encuentra en Corrientes desde hace más de una semana. En este punto, aseguró que los más afectados son "los pequeños productores" e hizo hincapié en que la peor situación se los lleva el pequeño "productor de maíz y hasta algunos arrozales". No obstante, todavía el ministerio de Agricultura no logró cuantificar en dinero las cifras, son los que peor están viviendo el desastre climático.
Y si bien, con respecto a las causas de esta situación, aseguró que si la principal causa "son los efectos del cambio climático porque hay un déficit hídrico que se nota en la región y en toda Sudamérica. Son períodos que se vienen repitiendo. Y la falta de precipitación afecta directamente a las zonas de acumulación de agua".
No obstante, además de la situación global, Seufferheld apuntó a que la mayoría de los incendios son de un "causal antrópico" y relató que, en este punto, son generados por "negligencia o por intencionalidad para, por ejemplo, limpiar un campo que es una práctica habitual". Entre otras cosas, esta situación fue expuestas por el ministerio de Ambiente luego de que un productor apuntase hacia responsables de campos por prender fuego para tratar de "conseguir una mejor pastura".
Hasta estos últimos días, la zona más complicada seguía siendo Ituzaingó, en Corrientes. En la provincia, hay un despliegue que incluye 4 aviones hidrantes, 1 avión observador y 3 helicópteros pertenecientes al SNMF, Ministerio de Defensa y provincia de Córdoba; junto a 118 brigadistas y personal de apoyo convocados por el SNMF y Parques Nacionales. También 3 autobombas, equipamiento, maquinaria pesada y móviles de apoyo.
Más temprano, a raíz de esta situación, el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, Juan Cabandié, y el presidente del Consejo Federal de Medio Ambiente (COFEMA) Santiago Azulay se reunieron en la Asamblea Extraordinaria n.° 43 de Prevención del Fuego y de Humedales. Allí explicó que esta situación "no es ajeno lo que sucede respecto a los focos ígneos, a las bajantes históricas, al estrés hídrico, a las sequías prolongadas que favorecen los incendios forestales y que, por supuesto, si no actuamos en consecuencia vamos a seguir perdiendo biodiversidad, al mismo tiempo que ponemos en riesgo vidas humanas, hectáreas productivas y propiedades”.