"Luna de Avellaneda": el club que reflejó la crisis de 2001 en la mítica película y hoy resiste a los tarifazos de Milei

A 20 años de la película que iluminó las historias de los clubes de barrio, Juventud Unida de Llavallol tiene más de 500 socios que le permiten seguir en pie a pesar de la crisis económica actual. "Los gastos se nos multiplicaron pero nos agarra en una mejor situación", remarcaron.

04 de julio, 2024 | 00.05

La crisis de los clubes de barrio tiene su espacio en el cine nacional a partir del estreno hace veinte años de la mítica película Luna de Avellaneda. En la actualidad, Juventud Unida de Llavallol, el club del film, debe afrontar al igual que todas las entidades deportivas barriales, un nuevo tiempo de crisis económica potenciada por el brutal aumento de las tarifas habilitado por el gobierno de Javier Milei “Los gastos de luz se nos multiplicaron. Tenemos dos medidores. En total pagábamos unos 35 mil pesos mensuales. Ahora nos viene un poco más de 200 mil”, explicó en diálogo con El Destape la presidenta Iris Pardal.

En la ficción, el personaje que interpreta Ricardo Darín lucha con un secador y un balde contra las goteras de la cancha de basquet. En la realidad, en Juventud Unida de Llavallol, donde Juan José Campanella dirigió el rodaje, el agua se filtró por la losa hasta hace cinco años. El techo encontró su solución cuando se construyó un nuevo gimnasio en el primer piso.

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“Esta nueva crisis por suerte nos agarra en una mejor situación como institución. En estos momentos tenemos algo más de 500 socios que pagan cuotas de 3.500 pesos los adultos y 3 mil los cadetes con lo cual hasta el momento podemos mantenernos”, aclaró Pardal. 

Cuando Luna de Avellaneda todavía era un proyecto, en los pasillos de Polka se comentaba que Campanella buscaba un club de barrio deteriorado para la filmación de la película. La solución la brindó el actor Atilio Pozzobón, vecino del Juventud Unida, quien hizo el puente entre los dirigentes y los productores. “Atilio además era amigo de don Raúl Duhalde, uno de los que en 1935 fundó el club”, recordó la presidenta.

Pozzobón en la película interpreta a Emilio, el buffetero de Luna de Avellaneda, que además es parte de la comisión directiva y que preside la asamblea en la que el personaje interpretado por Daniel Fanego (Alejandro), funcionario municipal, propone la venta del club para construir un salón de juegos con la promesa de generar doscientos puestos de trabajo. Román (Darín) es el que lleva la voz cantante de los que se oponen. “Gracias a Atilio existe Luna de Avellaneda”, dijo Campanella tras la muerte de Pozzobón en septiembre del 2020.

El crecimiento del club

“En el ambiente de los clubes de barrio, todos nos referencian con la película”, comentó Pardal. El club de Luna de Avellaneda es una institución histórica de la Llavallol industrial. Enfrente está la fábrica Palmolive y a unas cuadras Firestone/Bridgeston.

El club pegó un salto a partir del gimnasio que con el subsidio de la Municipalidad de Lomas de Zamora construyó en 2019 y, que en el 2021 se completó con la inauguración del piso. “Es de 1050 metros cuadrados, con lo cual nos permitió ganar un montón de espacio. Tenemos capacidad para hacer tres deportes en simultáneo allí”, puntualiza Pardal.

A la vez, le permite contar con una pista reglamentaria de Patín, de las que no abundan en la zona sur del conurbano bonaerense. “Es una disciplina en la que tenemos mucho prestigio. Vienen chicas de Uruguay, Brasil y Chile a tomar clases acá. Tenemos muchas campeonas y galardones internacionales”, se enorgullece.

El otro deporte que dinamiza a la institución es el vóley. “Hace varios años que venimos en crecimiento. Tomamos la decisión de federarnos en un torneo más competitivo y venimos en ascenso”, destaca la presidenta.

El básquet es el deporte de toda la vida de Juventud Unida. “Tras algunos años con altibajos estamos volviendo a levantar y apostamos a volver a consolidar la actividad”, reconoce.

A partir de que cuentan con el nuevo gimnasio, también se practica futsal en el club. “En realidad, lo alquilamos. No nos gusta que vengan con bengalas, que los padres se peleen. Estamos acostumbrados al patín y las artes marciales donde todavía hay silencio y respeto. Pero la verdad es que todo está cada vez peor. En vóley y básquet hay veces que los padres también se gritan y se genera un ambiente de violencia”, se queja.

Deporte, cultura, educación y salud

El club brinda también otras opciones a los vecinos de la Llavallol. Tiene su salón de danzas en el que se practican las modalidades clásica, moderna y árabe, entre otras. Cuenta con pilates, yoga. Funciona un taller de psicomotricidad para niños. También se brinda apoyo escolar para chicos de primaria y secundaria. A diario, se dictan clases en un espacio musical. “El profe es un padre de una chica que patinaba en el club. Muchas de las actividades surgen por propuestas de algún conocido”, explica Pardal.

“La clave que nos permitió crecer es profesionalizarnos un poco. Todo el mundo tiene que pagar la cuota. En un tiempo, por ejemplo, los de la primera de básquet no pagaban. Es imposible funcionar si no se cumple. Después, cada actividad tiene su arancel específico, que le queda a cada profesor, al que no le pedimos nada de lo que recaude. Es más, cada profe llega y no tiene que hacer trabajo extra porque encuentra todo en condiciones. Eso sí, cada cosa que se rompe hay que reponerla”, especifica la presidenta.

“Este orden que tenemos es el que hasta acá nos permitió ir creciendo y que hoy, con la situación económica que está muy difícil y con el aumento de las tarifas, podamos mantenernos firmes. Esperamos no tener que pedirles a los profesores una parte de lo que cada actividad recauda”, recalca.

Por lo pronto, los distintos planes de obras en marcha se deben ir evaluando uno a uno. “Queremos techar la terraza con lo cual nos quedaría un nuevo gimnasio chiquito de 24 metros cuadrados. Pese a todo seguimos con proyectos”, se ilusiona.

Juventud Unida de Llavallol intenta proyectar y resistir, a 20 años de que Luna de Avellaneda iluminara la historia de los clubes de barrio y su función social, en medio de la experiencia neoliberal de los ´90.