17 de octubre: la calle que remite a Estados Unidos, es símbolo de lucha obrera y es conocida como el "kilómetro cero del peronismo"

Las seis cuadras del kilómetro cero del peronismo adoquinadas cobran protagonismo el primer domingo de cada mes, pero más el 17 de octubre. Fue declarada “lugar histórico nacional” por Néstor Kirchner y hoy funciona como museo a cielo abierto.

17 de octubre, 2024 | 00.05

Entre los adoquines de las seis cuadras de la calle Nueva York de Berisso se erige el “kilómetro cero del peronismo”, ya que desde allí el 17 de octubre de 1945 se puso en marcha una resuelta columna de miles de obreros de los frigoríficos hacia Plaza de Mayo. La distinción reconoce el papel protagónico de esos trabajadores de la carne en una jornada que marcó la historia argentina.

En la década del 40 del siglo pasado, por esos 600 metros empedrados transitaban a diario más de 15 mil obreros de la Swift y Armour. Nueva York, entre el dock central del puerto y el canal este, concentraba inquilinatos y conventillos; restaurantes y bares; casas de juego clandestino y prostíbulos. También contaba con un cine y pasaba el tranvía. Por sus calles se escuchaban decenas de lenguas distintas: las de obreros, estibadores y marineros llegados desde todo el mundo.

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El cierre del frigorífico Armour en 1969 y el de la planta de Swift en 1983, trasladada a Rosario, apagó el dinamismo de la Nueva York y configuró otro escenario. Uno en el que sus vecinos, la mayoría descendientes de aquellos obreros, rescatan su historia.

Museo a cielo abierto

La calle Nueva York fue declarada “lugar histórico nacional” en junio de 2005 por el entonces presidente Néstor Kirchner. Previamente, la municipalidad de Berisso, en diciembre de 1999 había declarado “patrimonio histórico, arquitectónico y cultural de la ciudad al adoquinado de la calle Nueva York”.

El correlato de la jerarquización desde el estado, es la propia puesta en valor a cargo de los vecinos. Desde el 20 de diciembre de 2020, Daniela Mondelo transforma a la calle Nueva York en un “Museo a Cielo Abierto”. Lo concibe “sin muros ni techos, donde los objetos más valiosos son las historias”. En charla con El Destape, explica que “cada recorrida a las seis cuadras que hacemos con contingentes de escuelas y otros grupos interesados dura no menos de dos horas”.

Una de las salas de ese museo a cielo abierto es el edificio del frigorífico Swift. Allí, Mondelo se emociona cuando describe “las condiciones de esclavitud en las que se trabajaba y las luchas por la dignidad de sus trabajadores, en particular las de las mujeres”. A la hora de puntualizar, destaca la historia de María Roldán, sobre quien el historiador británico Daniel James escribió el libro “Doña María: historia de vida, memoria e identidad política”.

Desde la altura de ese histórico edificio de Swift, en el tercer piso, “con unos largavistas se puede ver la otra orilla de nuestro Río de La Plata, la de la ciudad de Colonia en Uruguay”.

En su carácter de guía en las recorridas es acompañada por su esposo Daniel De Bona, quien fotografía cada detalle de la Nueva York, sus pobladores y visitantes. También le sirve de apoyo la actividad del centro cultural El Adoquín.

Marcas de la explotación y el hacinamiento

Otro de los puntos emblemáticos de la calle Nueva York es la Mansión de Obreros, construida en 1920 por la Comisión Nacional de Casas Baratas, con financiamiento de la Unión Popular Católica. Tras un arco de época, fachada de un plan ambicioso, se esconde la historia de centenares de trabajadoras y trabajadores bajo el sistema de “cama caliente” por el cual cuando alguien se despertaba su lugar era ocupado por un compañero, ávido de descanso tras una extenuante jornada laboral.  Lo que durante décadas fue un albergue obrero, a principios de siglo XXI sirvió como ámbito de organización del Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD). El cierre de los frigoríficos más la década menemista cambiaron la geografía social de la calle y de las luchas.

Uno de los conventillos es otra de las salas del museo a cielo abierto. Allí vive con su familia Damián Trindades. “Mis abuelos santiagueños y chaqueños vinieron del interior, y trabajaban en los frigoríficos”, se presenta ante El Destape. “Había 13 habitaciones con sólo siete cocinas y tres baños. Familias enteras amontonadas en una pieza”, describe.

Historia y cultura

En la calle Nueva York se filmó la película dirigida por Marcelo Gálvez “Cipriano, yo hice el 17 de octubre”, sobre la vida del líder de los trabajadores de la carne Cipriano Reyes. El mismo que también fue dirigente del Partido Laborista, el instrumento político más importante con el que Juan Domingo Perón ganó las elecciones de 1946.

Trindades destaca que la cultura es importante en dos sentidos en la calle Nueva York. “Por un lado, por ejemplo, traer bandas ayuda a que gente de otros barrios de Berisso, de Ensenada y de La Plata vengan para la Nueva York. Pero al mismo tiempo nos sirve para que los chicos de acá se motiven, encuentren un proyecto”. En su caso, hace doce años pusieron en pie al grupo Los Limones con chicos de la calle Nueva York.

“Todas las movidas que se hacen en la Nueva York son importantes porque para algunos está mal vista hoy esta zona y nos permite desmentirlos”, argumenta.

Fiel a su apego a los relatos de los propios protagonistas, Mondelo grafica con una historia. “El otro día me contaba alguien que fue obrero toda su vida, que venía en remís del Policlínico de La Plata y al acercarse al barrio, al chofer le marcó el teléfono que estaba entrando en zona peligrosa. Duele que digan eso de un lugar histórico con gente que siempre laburó”.

En la revalorización de la Nueva York cumple un papel el bar Raíces del Dawson. “Allí funcionaba el Anglo Argentino en el que al principio sólo se podía hablar en inglés. Lo frecuentaban los jefes de los frigoríficos. Después cambió cuando pasó a manos de la familia del actor Lito Cruz, lo abrieron a todos”, narra Mondelo.

Durante este año, a la iniciativa del Museo a Cielo Abierto, la Municipalidad de Berisso la complementa con la organización de “Calle Nueva York Peatonal”, que se realiza el primer domingo de cada mes. Además de las visitas guiadas, hay ferias de emprendedores, gastronomía, música en vivo y obras de teatro, entre otras atracciones. Por un rato, las seis cuadras adoquinadas tienen protagonismo. Pero sobre todo historia, la del kilómetro cero del peronismo. La de la clase obrera de la carne.