La unión entre vecinos no es fácil de alcanzar, sobre todo en edificios donde las reglas de convivencia muchas veces terminan por dividir aguas. Sin embargo, hay una excepción a la regla muy clara: la presencia de un animal que llegó para convertirse en la mascota de todos. Esa es la historia de Ezequiel, un gato que se volvió viral en TikTok por llegar a conquistar el corazón de todos los vecinos hasta ganarse su propio lugar en un edificio de Montevideo. Y es que en una sociedad cada vez más acostumbrada a la individualidad, este animal logró tender lazos y generar su propia comunidad vecinal y virtual.
Cualquier amante de los felinos que haya scrolleado en TikTok seguro se cruzó con un video de Ezequiel, un gato mitad naranja mitad blanco que pasa sus días deambulando entre pasillos, ascensores y departamentos. Y es que fiel a la personalidad de su especie, regida por la curiosidad, el animal llegó a uno de los cientos de edificios que se encuentran en la capital uruguaya y tuvo la suerte (o la habilidad) de ganarse el corazón de todos los vecinos, quienes lo adoptaron como mascota "comunitaria" hace ya 3 años. En diálogo con El Destape, Florencia y Federico, dos hermanos inquilinos del edificio y quienes se encargaron de viralizar a Ezequiel, revelaron la emotiva historia que ya cuenta con miles de fanáticos en todo el mundo.
"A Ezequiel lo conocimos en abril del 2021. Yo me estaba yendo temprano a trabajar y me lo crucé en el pasillo del piso 10. Como yo tengo dos gatos no podría entrarlo, entonces le escribí a Fede para que lo cuidara y se comunicara con el número que aparecía en la chapita del collar", empezó por contar Florencia. Sin embargo, lo que parecía una simple historia de rescate de un animal perdido tomó un rumbo impensado: "Llamamos y nos contestó la administración de enfrente y nos dijeron que era un gato del barrio en realidad, que ellos lo 'medio' adoptaron para controlar el tema de las ratas en el barrio y que nada, él andaba ahí y todo el mundo lo subía a los apartamentos. Fede lo tuvo toda la tarde hasta de noche, que él le rascó la puerta para irse y se fue".
Aunque el gato parecía ya tener su hogar en la vereda del frente, no podía conformarse con un solo lugar, motivo por el que empezó a visitar más seguido el edificio hasta convertirse en la estrella del lugar. De vez en cuando se cruzaba, seguía a algún vecino en el ascensor y entraba a un departamento al azar a dormir la siesta, y luego pedía irse; después aparecía nuevamente para repetir la historia con otro vecino diferente. Y así la presencia de Ezequiel, también bautizado como Pitufa y Brujita en su edificio anterior, se volvió costumbre entre los inquilinos. De esas costumbres que se incorporan rápido y con gusto a la rutina.
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A medida que Ezequiel empezó a incorporarse al paisaje del edificio, Florencia y Federico decidieron grabar videos breves de él en diferentes espacios y compartirlos en TikTok. El furor fue inmediato: un gato adoptado por todo un edificio no es cosa habitual. Hoy en día, la joven cuenta con más de 50 mil seguidores y cada video del gato pasa el millón de vistas. Ezequiel es un conquistador nato: ya ocupa un lugar en el corazón de todos los vecinos y en el de cada internauta que se sorprende con su historia.
Una mascota comunitaria: Ezequiel es responsabilidad de todos
En palabras de Florencia, la presencia de Ezequiel es "un pacto común" entre los habitantes del lugar que se dio naturalmente sin siquiera charlarlo. "Cada vecino fue pasando por su proceso individual con él. Se lo encontraban en el pasillo, el los seguía hasta el departamento y después pedía irse. Ahora todos asumimos que Ezequiel es del edifico", aseguró Federico. Incluso, hubo voluntarios que se ofrecieron a adoptar al gatito de forma definitiva, pero no hay caso, el animal se rehúsa a quedarse en un solo lugar. El es, como dice el cantautor uruguayo Jorge Drexler, "de ningún lado del todo y de todos lados un poco".
Hubo una ocasión en que una vecina no aceptó al gato con la excusa de que "le parecía mal" que el animal estuviera en espacios comunes porque sus mascotas no tenían permitido eso, pero la respuesta de todos fue unánime: "Tus mascotas son tuyas, Ezequiel es de todos". A partir de entonces, su rol como inquilino común quedó indiscutido: se le puso un plato con comida y agua en el lobby y se eligió como protagonista de la foto del grupo de vecinos en WhatsApp.
El gato está afiliado a una veterinaria por parte del edificio del frente para mantener al día su calendario de vacunación, pero en caso de que alguien lo vea decaído o tenga que acudir por alguna urgencia a una consulta con un profesional, cubre el gasto de su bolsillo. Lo mismo pasa con la comida: todos tienen alimento en su casa y van rellenando el plato del gato cuando lo ven vacío: nadie le recrimina nada a nadie, porque cuidar a Ezequiel es una decisión que sale del corazón.
El edificio se encuentra en una calle sin salida, motivo por el que el gato puede deambular por la zona libremente sin tener muchos riesgos. Y es que no solo es querido en la construcción, sino que también se convirtió en una eminencia del barrio. "Todo el mundo lo quiere", recalcó Federico.
Una historia que conquista corazones virtuales
La decisión de publicar la historia de Ezequiel llegó de forma natural como para cualquier usuario de las redes sociales. Un hecho tan tierno como es menester de dar a conocer. Sin embargo, nunca se imaginaron la repercusión. "Todos lo queremos y eso era lo que queríamos dar a conocer. Las conversaciones entre vecinos. Hablamos mucho de Ezequiel en el chat. Ahora también lo aman en TikTok", reveló Florencia.
Y aunque no todo es color de rosa, ya que muchos internautas apuntan a que el gato no puede estar suelto por la cantidad de "peligros" que hay en la calle, Ezequiel logró armar su comunidad virtual que celebra que haya encontrado un lugar donde lo quieran y lo cuiden. Ese es el punto al final de todo: que el amor por el gato está presente y se multiplica en cada piso de un edificio cualquiera de Montevideo.