La reciente serie de Netflix Alejandro Magno: La creación de un dios ha revivido el interés en la figura del histórico conquistador, un personaje que a pesar de los siglos continúa cautivando a millones. La vida y muerte de este legendario conquistador, que extendió su imperio desde Macedonia hasta la India, sigue siendo objeto de fascinación y especulación.
En este artículo, exploraremos quién fue Alejandro Magno, su legado imborrable en la historia, y las circunstancias que rodearon su misteriosa muerte, entre teorías de enfermedad y envenenamiento.
¿Quién fue Alejandro Magno?
Alejandro III de Macedonia, conocido mundialmente como Alejandro Magno, nació en agosto del 356 a.C., hijo del rey Filipo II de Macedonia y la princesa Olimpia. Desde su nacimiento, fue preparado para heredar un reino que, según las palabras de su padre, requería de alguien de su estatura debido a la grandeza que estaba destinado a alcanzar. Su educación fue encomendada a Aristóteles, bajo cuya tutela desarrolló una profunda admiración por la cultura griega y las hazañas heroicas narradas en "La Ilíada" de Homero, que se convertiría en su guía a lo largo de sus campañas militares.
Desde temprana edad, Alejandro demostró ser un líder nato y un estratega militar sin igual. Su reinado comenzó con la unificación de los Estados griegos y continuó con una serie de campañas militares que llevarían a la conquista del Imperio Persa, expandiendo su imperio hasta el norte de la India. A lo largo de su vida, Alejandro no solo demostró ser un conquistador implacable sino también un gobernante que buscaba integrar las culturas de los pueblos sometidos, mostrando un interés particular por la cultura persa, algo que le valió críticas entre sus propios oficiales.
¿De qué murió Alejandro Magno?
La muerte de Alejandro Magno, ocurrida en Babilonia el 13 de junio de 323 a.C., ha sido objeto de especulación y debate a lo largo de los siglos. Las crónicas de la época sugieren que Alejandro cayó enfermo tras un banquete; su condición empeoró rápidamente, y murió después de padecer fuertes fiebres durante varios días. Esta repentina enfermedad ha llevado a algunos historiadores a sugerir que pudo haber sido víctima de fiebres tifoideas o de alguna otra enfermedad común en aquel entonces.
Sin embargo, existe otra teoría que sugiere que Alejandro pudo haber sido envenenado. Esta hipótesis se basa en relatos que describen los síntomas de Alejandro y el curso de su enfermedad, que algunos consideran consistentes con el envenenamiento. A pesar de las investigaciones y debates, la causa exacta de su muerte sigue siendo un misterio. Lo que es indiscutible, sin embargo, es que su fallecimiento marcó el principio del fin de su vasto imperio, que se fragmentó en reinos gobernados por sus generales, dando inicio a la era helenística.
La figura de Alejandro Magno permanece como uno de los personajes más enigmáticos y fascinantes de la historia. Su ambición, visión y habilidades militares no solo cambiaron el curso de la historia antigua sino que también dejaron un legado que ha inspirado a generaciones a lo largo de los milenios. A pesar de las incógnitas que rodean su muerte, el impacto de su vida y conquistas sigue siendo indiscutible, un testamento de su grandeza que perdura hasta nuestros días.