Olivos: un hacker secuestró a un hombre, lo amenazó con un destornillador y lo obligó a trabajar con criptos para él

El hombre fue detenido acusado de “privación ilegítima de la libertad agravada”, por secuestrar y amenazar de muerte a la víctima. Se sospecha que realizaba maniobras fraudulentas con criptomonedas y clonación de tarjetas.

12 de mayo, 2022 | 15.18

Un “hacker” fue detenido acusado de haber mantenido cautivo durante tres horas en una casa de la localidad bonaerense de Olivos a un hombre al que, mientras tomaba cocaína, lo amenazaba con un destornillador y lo obligaba a hacer compras online de placas de video. El detenido fue identificado como Amadeo Conrado Uberti, apodado “El Hacker”, “Gordo” o “Ama”, un joven de 29 años que tiene causas en trámite por estafas, hurto y tentativa de robo.

La víctima es un hombre de 35 años que quedó traumatizado por lo que vivió, por lo que la fiscalía le puso custodia policial y le ofreció ingresar al Programa de Protección de Testigos. Había sido secuestrado una semana antes de ser rescatado gracias a que pudo huir atravesando un ventanal y pidió ayuda a policías que custodiaban la Quinta de Olivos. 

“El Hacker” fue detenido en un allanamiento de urgencia realizado en su vivienda de la calle Marconi por personal de la Subdelegación Departamental de Investigaciones (Sub DDI) de Vicente López y quedó detenido acusado del delito de “privación ilegítima de la libertad agravada”.

El detenido fue identificado como Amadeo Conrado Uberti, apodado “El Hacker”,

En el allanamiento, se desmanteló un “laboratorio técnico” repleto de CPUs, discos rígidos, placas de video, monitores, memorias, notebooks, posnets, consolas PlayStation, pendrives y tarjetas de débito y crédito, que de acuerdo a las sospechas y lo declarado por la víctima, podrían estar relacionado a maniobras fraudulentas con criptomonedas y clonación de tarjetas.

También se secuestraron 101.880 pesos en efectivo, una máquina contadora de billetes, y los guantes de trabajo y el destornillador con el que, según la denuncia, el imputado amedrentó a la víctima durante su cautiverio.

El secuestro: lo mantenía cautivo y lo amenazaba de muerte 

La víctima declaró que un conocido con el que suele jugar online a la PlayStation le presentó al “Gordo Hacker”, quien lo convocó a su casa de Olivos y le explicó que se dedicaba a “minar bitcoins” pero que, como tenía “problemas judiciales”, necesitaba “un cadete con vehículo” para que le vaya a comprar las “placas”.

Uberti lo mandó a cambiar unos dólares y cuando regresó con 350.000 pesos, le preguntó si necesitaba plata, le quiso dar 100.000 pesos y como se negó, se enojó, pero le dio 10.000 pesos y le dijo que se fuera a comer con su novia. Luego, los días siguientes le informó que ya formaba parte de la "corporación" y que si no cumplía, iba a sufrir una reprimenda.

Mientras Uberdi tomaba whisky y cocaína, le exhibió videos de jóvenes a los que tenía bailando drogados porque le habían “robado unos datos” y otro de un joven al que dejaron abandonado en la autopista Panamericana. También le dijo que trabajaba para “abogados, contadores y traperos” y le mostró un ladrillo de cocaína que le había sacado a un hombre que se había presentado en su casa para pagar una deuda.

Pese a que la situación ya era amenazante, la víctima afirmó que el día del secuestro fue el 6 de mayo. Ese día, Uberti lo hizo dejar en la casa su billetera con documentos y lo mandó a comprar con otro joven “placas de video” a distintos locales de la avenida Cabildo, en el barrio porteño de Belgrano.

Sin embargo, los comerciantes se negaron a venderles lo que necesitaban salvo que pagaran en efectivo. Cuando la víctima volvió a la casa de Uberti, el acusado le dijo de manera intimidatoria: “Te vas a sentar en la computadora y vas a hacer compras online. De acá no te vas y están viniendo dos pibes que te van a cagar a trompadas”.

Cuando el otro joven le contó al “Hacker” que la víctima se quería ir, Uberti se puso más violento, lo mandó a pararse contra un rincón y, mientras consumía cocaína, le dijo: “Quedate parado como un soldado, ahora sí te voy a matar, van a venir los pibes y te vas a comer un tiro”. Luego, siempre según los dichos del denunciante, Uberti se colocó un par de guantes de trabajo y con un atornillador lo amenazaba y le decía: “¿Te querés escapar? Te vas a comer una puñalada”.

A las 22:30 de la noche, la víctima agarró su celular, corrió y escapó atravesando el cristal de un ventanal de la vivienda, acción que le produjo una serie de cortes en sus manos, y continuó su carrera a pie por la calle pidiendo auxilio hasta que fue socorrido por personal policial que custodia la quinta presidencial de Olivos.