A tres años del asesinato de Fernando Báez Sosa, aniversario atravesado por el juicio a los ocho acusados por el crimen, se realizaron masivas marchas en todo el país para recordar, homenajear y pedir justicia por el joven que perdió la vida a golpes en la puerta del boliche Le Brique de Villa Gesell.
La principal de las movilizaciones fue encabezada por sus padres, Graciela Sosa y Silvino Báez, en la ciudad bonaerense de Dolores, donde se realizó una ceremonia interreligiosa y una colecta solidaria ante una multitud reunida en el anfiteatro de dicha localidad. Pasadas las 19.30, en la previa al inicio del acto que fue declarado de "interés municipal", se pusieron de pie y gritaron "¡Justicia!". Luego se encendieron unas velas, se plantó un jacarandá y se cantó "A tu lado voy", canción que Patricia Sosa le dedicó alguna vez, interpretada por Cecilia Suárez Paz.
El Anfiteatro Municipal del Parque Libres del Sur de Dolores, ciudad donde se está llevando a cabo el juicio oral contra los acusados, fue solicitado por la mamá de Fernando quien además pidió contar con una pantalla para proyectar imágenes del joven estudiante de abogacía y utilizar la luminaria del lugar. Si bien años anteriores comandaron el homenaje en Gesell, esta vez se desplazaron a donde se realizan las audiencias del proceso penal.
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Tanto Silvino como Graciela agradecieron la compañía y el apoyo de la gente, los abogados y los medios de comunicación en un proceso tan complejo y doloroso. "Nosotros somos un brazo de Fernando, queremos que nunca se olviden de él. Esperemos que la justicia, a la que le tenemos tanta fe, actúe como debe ser y el castigo sea ejemplar para que los jóvenes que ahora están en la playa puedan volver a sus casas junto a sus familias", pidió su papá. Y añadió: "Necesitamos justicia, paz, para seguir viviendo un poco más. No es fácil, cada día nos cuesta un poco más su ausencia. Cada vez que me levanto a la mañana es como hacerlo con una bolsa en la espalda, es un peso enorme que tengo encima, también mi compañera. Tratamos de ayudarnos para seguir. Con la ayuda de la gente, que siempre nos demuestra su cariño, nos dan la fuerza suficiente para seguir pidiendo justicia".
Por su parte, Graciela recordó el esfuerzo que hicieron para que Fernando pueda tener sus vacaciones y viajar con sus amigos antes de seguir con sus estudios: "Quisimos darle esa oportunidad para que pueda disfrutar, como toda juventud se merece. Nunca pensamos que Fernando no regresaría a nuestro lado. Era nuestro sol, nuestra vida, el que nos daba alegría todos los días. Hoy estamos vacíos, estamos solos, no quedó nada en casa. Sin él, la vida se terminó para nosotros".
Al mismo tiempo, se refirió al proceso judicial en Dolores: "Preparamos nuestras valijas y vinimos en busca de justicia, no queremos venganza. Queremos que paguen lo que le hicieron a mi hijo". Y manifestó: "En el juicio vi como reiteradas veces golpeaban a mi hijo, como levantaba las manos, como madre sentía el deseo de lanzarme sobre él para cubrirlo, para que dejaran de golpearlo. Vi cómo lo discriminaban por su color de piel". Mientras que cerró, con un mensaje mirando el cielo: "Gracias mi amor, por darnos tantas felicidades durante 18 años. Eras lo mejor que teníamos, nos llenabas siempre".
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Más allá de lo ocurrido en la ciudad de Dolores, en otras localidades como Mar del Plata se realizaron movilizaciones y manifestaciones por Fernando. Bajo la consigna "Justicia por Fernando Báez Sosa", se convocó a un marcha con velas, carteles y globos blancos. Por otro lado, en el Obelisco de la Ciudad de Buenos Aires, también hubo una importante movilización pasadas las 13 hs con pañuelos blancos y carteles con fotos de Fernando. Además de justicia, se exigió que en el juicio se "dé un mensaje de que la violencia no puede seguir ocurriendo".
Villa Gesell también se destacó entre los principales homenajes al joven estudiante de abogacía. En dicha localidad, frente al boliche Le Brique, donde ocurrió el crimen hace tres años, el obispo de Mar del Plata y ex cura párroco de Gesell, Gabriel Mestre, llevó adelante una misa en su honor. Durante la tarde, en la Avenida 3 entre 2012 y Av. Buenos Aires, una multitud repleta de turistas, locales y religiosos se hicieron presentes.
Además del pedido de "justicia" por Fernando, "perpetua" para los ocho rugbiers acusados por el crimen y tareas comunitarias para los padres, se solicitó al intendente Gustavo Barrera -presente entre la multitud- que "sea cual sea la condena, declaren ciudadanos no gratos a los asesinos" y también exigieron que Le Brique no vuelva a abrir sus puertas tras la tragedia.
Otros puntos de encuentro fueron en la Av. Pueyrredón y Peña, en Recoleta, frente a la casa donde vivía Fernando; el Colegio Marianista de Caballito donde asistió durante su adolescencia (en los últimos días, recibieron útiles escolares y alimentos no perecederos); y también, desde las 20 hs, las expresiones de dolor y recuerdo se extendieron hasta Zárate, ciudad donde habitaban los rugbiers acusados.