Crimen de Fernando Báez Sosa: quién es el "rugbier n° 11" y por qué no fue imputado

El joven conocía a los acusados y estuvo con ellos en el boliche Le Brique, pero no se quedó con ellos en la casa que alquilaban. Nunca fue detenido ni incluido como imputado en el marco de la investigación. Las cámaras que lo ubican en la zona.

16 de enero, 2023 | 16.16

Uno de los misterios mejor guardados por la investigación del crimen de Fernando Báez Sosa se develó este lunes, cuando Tomás Collazo declaró ante el tribunal de Dolores como testigo. Así, se supo finalmente quién era el misterioso "rugbier nro 11", una hipótesis que se había instalado con fuerza en los últimos años por las imágenes que arrojaban las cámaras de seguridad de una persona que no había sido identificada ni como uno de los ocho acusados ni como uno de los rugbiers sobreseídos.

¿Por qué Tomás Collazo no formó nunca parte de la investigación? Collazo, quien estaba vacacionando con su familia y no estaba alojado en la vivienda alquilada por los acusados, fue identificado por las cámaras de seguridad dentro del boliche Le Brique y en sus inmediaciones, pero no en el momento de la golpiza, tal como ocurrió con Alejo Milanesi y Juan Pedro Guarino. La diferencia es que Collazo nunca estuvo imputado bajo ninguna carátula, tampoco la de "partícipe necesario" que sí pesó en algún momento sobre Milanesi y Guarino. Tampoco fue detenido en la casa alquilada por los acusados. 

Las pruebas recabadas en el marco de la instrucción no pudieron probar que Collazo haya participado del ataque al estudiante de Derecho. Las cámaras de seguridad de la zona lo tomaron saliendo del boliche minutos más tarde que los otros, de acuerdo a las pericias de video y análisis comparativo facial. "Entiendo que no existen elementos o indicios que permitan ubicarlo en la escena directa de la agresión a Fernando. Se ha podido acreditar que conoció a los imputados, que estuvo con ellos en el local bailable y que estuvo allí, en la zona cuando atacaron a Fernando, pero ello no resulta suficiente para afirmar que tuviera alguna participación criminal en el hecho", subrayó la fiscal Verónica Zamboni en su elevación a juicio.

Hay una filmación en particular que, de acuerdo al expediente, "permite visualizarlo en la vereda ubicada frente al bailable lo graba solo observando lo que sucedía". Por ende, Zamboni considera que "Collazo solo observa todo lo sucedido", por eso mismo no ha sido identificado durante la investigación como agresor.  

Si bien las cámaras lo sitúan dentro y afuera del boliche, se pudo probar que él no fue retirado de Le Brique y que se reunió con los rugbiers luego, en el local de comida rápida. En el expediente consta que en al menos cuatro videos tomados en el interior del local "se pudo visualizar allí a Lucas Pertossi, Blas Cinalli, Máximo Thomsen y Tomás Collazo. De acuerdo a la fiscal "dichas filmaciones dan cuenta que tres de los encausados concurrieron al local de comidas rápidas luego del hecho, previo a cambiarse algunas de sus prendas de vestir, a modo de coartada". 

Por otro lado, las cámaras del Complejo Octógono grabaron el portón de ingreso al inmueble y el playón de estacionamiento después de las 4 de la mañana, tras el crimen. Allí "se observa a una persona corriendo (Thomsen) y luego se observa transitar a dos grupos de personas": Collazo, Guarino, Benicelli, Thomsen, Comelli, Cinalli, Ciro Pertossi, Luciano Pertossi y luego los restantes.