La Organización Meteorológica Mundial (OMM) decidió retirar de las listas de ciclones tropicales de la cuenca atlántica los nombres de Beryl, Helene y Milton, así como el nombre John de la lista de la cuenca del Pacífico. Esta medida se debe a la gran cantidad de muertes y destrucción causada por estas tormentas en la temporada de ciclones tropicales anterior.
Según informó el Comité de Huracanes de la Organización Meteorólogica Mundial (OMM), cada año, antes de que comience la temporada de huracanes, se analiza la continuidad y los reemplazos de los nombres destinados a futuros huracanes. Los nombres de los ciclones tropicales que resultan mortales y extremadamente destructivos se retiran de las listas para evitar confusiones en el futuro.
Los nombres propios se utilizan para fines de seguridad pública, ya que ayudan a comunicar alertas de tormenta y a advertir a la población sobre riesgos potencialmente mortales.
En la lista del Atlántico Norte, Beryl, Helene y Milton serán reemplazados por los nombres Brianna, Holly y Miguel, respectivamente. Mientras tanto, en la lista del Pacífico Oriental, el nombre John será reemplazado por Jake.
El huracán Beryl fue uno de los más destacados de la temporada pasada en el Atlántico. Alcanzó la máxima categoría (cat 5) más temprano en la temporada desde que se tienen registros. Fue un poderoso y destructivo huracán que afectó a varias regiones del Caribe, la Península de Yucatán y la costa del golfo de Estados Unidos. Se formó a finales de junio y se disipó a principios de julio, dejando a su paso graves inundaciones y una devastación generalizada en Carriacou y Petite Martinique, en Granada. Además, causó la muerte de 70 personas y se estima que los daños materiales superan los 6 mil millones de dólares.
Por su parte, el huracán Helene fue un fenómeno de gran magnitud que alcanzó la categoría 4. Su diámetro fue tan amplio que devastó el sudeste de los Estados Unidos a finales de septiembre. Se convirtió en el huracán más potente en impactar sobre la región del Big Bend, en el estado de Florida. Con 242 víctimas fatales, se convirtió en el huracán más mortal en golpear territorio estadounidense desde el huracán María en 2017. Además, causó inundaciones catastróficas en el sur de los Apalaches y daños generalizados por el viento desde la costa del Golfo hasta las montañas de Carolina del Norte.
El huracán Milton también fue uno de los más destructivos de la temporada anterior. Alcanzó la categoría 5 y provocó daños catastróficos en Estados Unidos, así como en la Península de Yucatán, Cuba y Bahamas. Se convirtió en el huracán más intenso jamás registrado sobre el Golfo de México. Este fenómeno tocó tierra en la costa oeste de Florida, causando la muerte de 45 personas y dejando daños materiales estimados en 30 mil millones de dólares.
Finalmente, el huracán John afectó la costa sur del Pacífico mexicano, provocando inundaciones letales y prolongadas en los estados de Guerrero y Oaxaca. Dejó un saldo de 29 víctimas mortales y grandes áreas a lo largo de la costa sufrieron deslizamientos de tierra. Fue el tercer huracán más costoso que azotó la costa del Pacífico de México, con daños estimados en 2.450 millones de dólares.
Milton, Beryl, Helene y John: ¿Por qué salieron de la lista de nombres de huracanes?
La decisión de retirar y reemplazar los nombres de estos huracanes no solo busca evitar confusiones futuras, sino que también implica una actualización de los criterios de emisión de avisos de posibles ciclones tropicales. Ahora se podrán emitir pronósticos desde el Centro Nacional de Huracanes de Miami hasta 72 horas antes de los impactos, lo que permitirá una mayor anticipación ante sistemas que se espera que se conviertan en tormentas tropicales o huracanes que puedan impactar en tierra