Tras seis jornadas de debate en el juicio oral y público llevado a cabo en el Tribunal Penal Uno de Posadas, Misiones, este jueves condenaron a Ramón Da Silva a la pena de prisión perpetua por ser penalmente responsable del delito de homicidio calificado por el vínculo, odio a la identidad de género, su expresión y por femicidio de Evelyn Rojas (26) .
Con una audiencia que inició a las 8:30 horas y concluyó hacia el mediodía, el Tribunal compuesto por Viviana Cukla (presidente), Ángel Dejesus Cardozo y Marcela Leiva como subrogante, dictaron sentencia y dispusieron cadena perpetua hacia el único acusado del crimen de odio contra Evelyn Rojas. Se trata de un hecho histórico en la provincia del Nordeste argentino, que por primera vez lleva adelante un proceso judicial bajo la carátula de "transfemicidio". La audiencia se realizó a sala llena y con masivas manifestaciones de apoyo de organizaciones feministas y LGBTQ+.
A seis años del asesinato de la mujer trans, esta tarde se prosiguió en el juico con la lectura de los resultados de una pericia psicológica que se le había realizado a Da Silva. Además, se leyeron los alegatos en los que la querella y la fiscalía pidieron prisión perpetua para el acusad, pese a que, para la defensa, el femicida era inimputable.
Florencia González, abogada representante de la querella, pidió para el acusado la cadena perpetua y aseguró que se trató de un crimen de odio. La fiscalía se sumó al pedido de que se lo condene por el delito de homicidio cuádruplemente agravado por la relación de pareja preexistente, alevosía, odio hacía el género y femicidio con pena de prisión perpetua.
"Los criminales movidos por el odio no son enfermos, el señor Da Silva es una persona cuerda, tiene conocimiento de lo que hizo. Las pericias demostraron que no es enfermo, las pericias también demostraron que no tiene empatia, para el imputado Evelyn era un objeto", sostuvo la letrada frente al Tribunal.
Por su parte, el femicida negó su responsabilidad, y para referirse a quien fuera su pareja, expresó: “un travesti se viste de mujer y un transexual es hombre como yo”. En esa línea, tampoco negó la relación amorosa que mantuvo con la víctima y expresó: “Éramos pareja con Evelyn pero nunca fui a su casa”.
En cuanto a los hechos de violencia que fueron evidenciándose con el correr de las audiencias por el juicio en su contra, Da Silva manifestó haber golpeado a Rojas en una sola oportunidad, lo que causó un gran repudio en la sala. “Le pegue una piña nomás a Evelyn cuando peleamos por una pavada. Ella era muy celosa porque yo miraba a todas las mujeres en la calle”, aseguró.
En cuanto a los hechos por los cuales fue imputado, negó haber estado con la víctima aquella madrugada o, al menos no recordarlo, debido a su “mal estado”, al referirse al consumo de alcohol y estupefacientes. “Cuando murió Evelyn yo no estaba con ella, le vi unas noches antes. No recuerdo bien porque yo consumía floripan, una hoja que se le pone en el mate. También fumaba mucha marihuana”, expresó.
De hecho, Da Silva dijo haberse enterado del asesinato de Evelyn por parte de una amiga de la víctima, a quien conocía. Pero más adelante, hacia el final de la indagatoria, aseguró que se enteró cuando los integrantes de la Brigada de Investigaciones se acercaron a indagarlo.
MÁS INFO
El transfemicidio de Evelyn Rojas
El asesinato de Evelyn fue cometido durante la tarde del jueves 27 de octubre de 2016, en la estación abandonada El Refugio, ubicada en las avenidas Uruguay y Buchardo de la capital misionera. La joven, trabajadora sexual, fue encontrada en una fosa dentro del predio con evidentes signos de violencia en el rostro, totalmente desfigurada.
La autopsia determinó que murió a causa de un “traumatismo de cráneo gravísimo, con fractura de base de cráneo, concomitantemente, policontusiones múltiples, con excoriaciones y hematomas, en instancia vital, con traumatismos maxilofacial severo, en instancia vital, motivo que lleva al óbito”. Una conocida que fue a buscarla para llevarle comida la vio yaciente en el lugar. Ignacia Galeano (50) desde entonces se convirtió en una pieza clave para la pesquisa, no solamente por ser la primera en tomar contacto con la escena, sino por haber estado con ella horas antes.
De hecho, el día anterior, Galeano encontró a Evelyn en estado de ebriedad y, tal como declaró en medios locales, vio que Da Silva "trajo otro vino". “Entonces él le levantó al hombro y le trajo para acá (por la estación abandonada). Yo miré, vigilé y entró acá”, agregó en aquel entonces.
Ramón Da Silva pasó a ser de inmediato el único sospechoso del caso, pero encontrarlo se volvió una tarea difícil para la Dirección de Homicidios de la Policía de Misiones, debido a que no tenía lugar fijo de residencia, usaba varios apodos -Junior, Ramoncito o Polaquito- y no tenía cercanos o conocidos.