El Observatorio Nacional Mujeres de la Matria Latinoamericana (MuMaLá) confirmó que del 1º de enero al 30 de abril del 2022 se registraron un total de 134 muertes violentes de mujeres, travestis y trans en Argentina. Es decir, según los datos oficiales y conocidos, se da una muerte violenta cada 21 horas a lo largo y ancho del territorio nacional, en tanto que la edad promedio de las víctimas es de 40 años.
En lo que va del año vigente, la violencia de género sigue quedando reflejada en casos alarmantes. Hubo un total de 88 femicidios vinculados y trans- travesticidios. 24 muertes violentas asociadas al género, vinculadas a economías delictivas o colaterales (narcotráfico, venganzas, deudas, etc.), y a delitos comunes (tales como robos, ajustes de cuenta, venganza y extorsión). Por otro lado, 16 muertes violentas de mujeres están en proceso de investigación (esperando autopsia y peritajes.) 6 suicidios femicidas.
El 21% de las víctimas de femicidio habían denunciado, al menos una vez, a su agresor previamente. El 56% tenía al menos una orden de restricción de contacto o perimetral y el 12% contaba con un botón antipánico. El 8% de las víctimas estuvo desaparecida antes de ser asesinada y 92 niñas, niños y adolescentes se quedaron sin madre.
El mapa de la violencia machista en el país
Argentina posee una tasa nacional de femicidios de 0,3 cada 100 mil mujeres. Las provincias con tasas más altas de violencia contra la mujer fueron: La Pampa, Santiago del Estero y Tierra del Fuego. Los datos se desprenden del análisis y monitoreo de medios digitales y gráficos de todo el país, buscadores, sistema de alertas, seguimiento de organizaciones, portales especializados en género, feminismo, DDHH y policiales/forense.
Como se destaca en la mayor parte de los estudios, las mujeres violentadas casi siempre tienen algún tipo de vínculo con el femicida. En esta oportunidad, según los datos, el Observatorio MuMaLá indica que en el 66% de los casos el asesino es pareja o expareja de la víctima. El 10% es familiar directo; el 10%, es un conocido de la persona atacada; el 7%, un familiar no directo; el 3%, desconocido y el 4% restante no muestra datos.
Por otro lado es importante remarcar que el lugar físico más elegido por el femicida a la hora de cometer este tipo de violencias y asesinatos es, en un 65% de las veces, la vivienda de la víctima o el domicilio compartido, en caso de que se trate de una pareja. El 13% lleva a cabo el asesinato en un descampado; el 9% en vía pública; el 4% en la vivienda del victimario y el 9% restante figura en "otros".
El perfil de los femicidas
El Observatorio detectó que el 14 % de los femicidas tenía antecedentes penales de violencia de género y que en el 10 % de los casos abusaron sexualmente a la víctima.
Además, el 3% de los femicidas no está identificado, el 14% está prófugo y en el 10 % de los casos el femicida asesinó a una tercera persona, ya sea porque quedó en el medio del hecho violento (femicidio vinculado por interposición) o para ocasionar un daño irreparable y culpa a estas mujeres (femicidio vinculado). Por otro lado, el 20 % de los femicidas se suicidó en tanto que el 9% lo intentó.
Los femicidios uniformados siguen subiendo, en tanto que el 7 % de los asesinatos fue cometido por personas de las fuerzas de seguridad (policías, militares, servicio penitenciario, ya sean activos o retirados). Las armas reglamentarias representan el 45% de los femicidios cometidos con armas de fuego.