Dos oficiales de la policía bonaerense, un médico y un enfermero declararon, durante una nueva jornada del segundo juicio por el femicidio de Lucía Pérez, que la adolescente de 16 años, abusada sexualmente y asesinada en Mar del Plata durante el mes de octubre del 2016, llegó sin vida a la sala de salud ubicada al sur de la ciudad balnearia.
Durante la jornada de este miércoles, los dos profesionales del centro de primeros auxilios relataron que la joven llegó "sin signos vitales" en la caja de una camioneta y que pese a las maniobras practicadas durante más de media hora, no pudieron reanimarla. Uno de ellos, identificado como Pablo de La Colina, agregó que al bajar del vehículo, uno de los imputados tropezó con Lucía en brazos y la dejó "tirada en la puerta, se desentendió".
Por otro lado, la primera testigo de la segunda jornada en declarar fue la oficial Cielo Rivelli, quien cumplía funciones en la comisaría 13ra al momento del femicidio. Luego de recibir un llamado desde la salita, pasadas las 15.30 hs, contó que al presentarse al lugar, Matías Farías -el principal acusado- le dijo que había conocido "ese día" a Lucía y que había consumido drogas. Además, señaló que en aquel momento percibió "polvo blanco cerca de la nariz" y mostró una fotografía que le había sacado para tratar de identificarla, algo que no había exhibido en el primer juicio donde también declaró como testigo.
Además relató que llegó al lugar con otro efectivo, José Luis Gerez, quien declaró en segundo lugar y contó que Farías le había explicado que la joven se había descompensado mientras estaban en su casa, que "estaba asustado" y que la joven "había llegado con estupefacientes a su domicilio".
Según Gerez, Farías la había metido "en la ducha para tratar de reanimarla" y al no conseguirlo, pidió ayuda al segundo acusado Juan Pablo Offidani para trasladarla. Ese mismo oficial precisó que tras ingresar a la salita y volver a salir, la camioneta ya no estaba. También declaró Ricardo Bobecik, otro policía, quien coincidió que Farías "se veía asustado pero colaborativo".
Por su parte, el enfermero Diego Radibaniuk -quien asistió a Lucía- declaró que la menor "no tenía signos vitales" al ser bajada de la camioneta y que si bien comenzaron con las maniobras de RCP, "no pudimos salvarla". A su vez agregó que no recordaba haber visto moretones ni sangrado. De la Colina, por otro lado, señaló que "no podía hacer el certificado de defunción porque no sabía quién era ni las razones de la muerte" y por eso se dio la intervención de la Policía Científica, al tratarse de una muerte dudosa.
Por último, un vecino de la zona, identificado como Mauricio Stambulsky, precisó que vio llegar la camioneta con la víctima en la caja, que ambos acusados estaban "intranquilos", que notó "algo raro" y que al presentarse los efectivos de la bonaerense, Offidani y Maciel -fallecido en el 2020- "salieron arando" con el vehículo" como "escapándose de algo".
Matías Farías y Juan Pablo Offidani están imputados del delito de "abuso sexual con acceso carnal, agravado por el suministro de estupefacientes seguido de muerte en concurso ideal con femicidio". El pasado martes, el fiscal ratificó la misma acusación por la cual ambos fueron absueltos en noviembre del 2018.
Este nuevo juicio se desarrolla ante un nuevo tribunal, integrado por los jueces Gustavo Fissore, Alexis Simaz y Roberto Falcone, con la acusación a cargo del fiscal Leandro Arévalo, titular de la Unidad Funcional de Instrucción 7. Las abogadas Verónica Heredia y María Florencia Piermarini intervienen como particular damnificado, en representación de los padres de Lucía (16), Marta Montero y Guillermo Pérez, y de su hermano, Matías. La defensa particular de Offidani esta a cargo de César Sivo y Romina Merino, y Farías será asistido por la defensora oficial Laura Solari.
El próximo jueves 9 de febrero será el turno de la declaración de tres profesionales de la Asesoría Pericial de la Suprema Corte bonaerense, un perito de parte y otro del Ministerio Público.