La Cámara de Casación de Entre Ríos revisará a partir del martes el fallo que condenó a prisión perpetua a un hombre por el femicidio de su expareja, Fátima Acevedo, la joven de 25 años que fue estrangulada y arrojada a un aljibe en marzo del 2020. Ella había denunciado a su agresor al menos seis veces por violencia de género y hasta había llegado a buscar asilo con su hijo en la Casa de la Mujer local antes de su muerte.
"Ya estoy podrida de denunciarlo en la policía y que nadie haga nada, ni la policía ni el juzgado ni nadie. Cuando termine muerta por culpa de él puede ser que la policía y el juzgado hagan algo", le había dicho Fátima a una de sus amigas días antes de desaparecer.
En marzo del año pasado, un jurado popular condenó a Jorge Martínez por los delitos de "lesiones graves en grado de tentativa agravado por el vínculo, defraudación especial y homicidio agravado por tratarse de su expareja y por violencia de género". La vocal del Tribunal de Juicio y Apelaciones de Paraná, Carolina Castagno, quien ofició de jueza técnica del juicio por jurado, impuso contra Martínez la pena de prisión perpetua.
El fiscal a cargo de la causa, Leandro Dato, dijo durante el proceso judicial que Fátima padeció "una relación signada por la violencia de género psicológica, física y económica" y remarcó que Martínez tenía "una relación de desprecio a la mujer y desde la mirada de un psicópata". Del mismo modo, la fiscal Ileana Viviani afirmó que cada prueba "permite armar un rompecabezas perfecto para explicar que Martínez la asesinó", y señaló que tras el crimen, el acusado "utilizó el celular de Fátima desde las 16.44 horas".
Sin embargo, la Cámara realizará una audiencia esta semana ante la solicitud presentada por Luis Pedemonte, el abogado defensor que busca recurrir la sentencia.
Las múltiples denuncias que presentó Fátima
El 4 de febrero del 2020 Fátima denunció a Martínez por haberla amenazado con arrojarle ácido muriático en el marco de una discusión, en la que también afiló cuchillos para amedrentarla.
En 2017 y en 2018, y entre 2019 y 2020 Fátima había realizado otras cuatro presentaciones ante la policía y la fiscalía de Violencia de Género del Ministerio Público Fiscal (MPF).
Además, por esas denuncias y tras haber alquilado una vivienda, la joven vivía en la Casa de la Mujer de Paraná junto a su pequeño hijo, fruto de su relación con Martínez.
El asesinato
El 1 de marzo Martínez "logró que Fátima salga de la Casa de la Mujer y se trasladara a la que habían convivido, con la promesa falsa de que le iba a regalar un celular", de acuerdo a lo que consta en la causa.
Una vez allí, "entre las 15.25 y las 17 horas se dirigieron hasta la zona de un aljibe, a unos 800 metros de la vivienda" donde "le ocasionó la muerte mediante asfixia mecánica y arrojó el cuerpo dentro de ese pozo", se desprende de la investigación judicial.
Los días posteriores, intentó tomar una licencia sin goce de haberes en su trabajo, robó la tarjeta de débito de Fátima y trató de retirar dinero. Por este movimiento lograron detenerlo en un cajero automático.
El cuerpo de Fátima fue hallado una semana después del crimen, luego de que su familia denunciara su desaparición y se iniciara un amplio operativo de búsqueda.
El 8 de marzo, bomberos y policías, con la ayuda de perros adiestrados y un helicóptero, hallaron el cadáver dentro de un pozo de 18 metros de profundidad, en una zona descampada de Paraná y a pocos metros de la vivienda de Martínez.
El cuerpo presentaba tres lesiones, un corte en el mentón de cuatro centímetros, producto de un golpe "que había sido en vida, lesiones, hemorragias y hematomas propios de un ahorcamiento; y otras en la región occipital".
Con información de Télam