En el largo camino de la Costa Atlántica bonaerense, en las afueras de Miramar, está el pequeño pueblo de Mar del Sur, un balneario que prometía tener destino de la clase alta argentina, pero una serie de eventos desafortunados lo dejaron como una joya oculta.
Este espacio fue fundado en 1889 con el objetivo de ser un gran centro turístico para un grupo selecto de la aristocracia argentina. Por eso, la elección de sus construcciones y sus atracciones, las cuales terminaron quedando en el olvido para menos de 3 mil habitantes. Conocé acá su historia.
Mar del Sur, el destino que prometía ser un balneario de la “clase alta” argentina
Esta pequeña localidad de tan solo 2.400 habitantes se destaca por su tranquilidad y belleza natura, aunque su historia le deparaba otra cosa. Cuenta con un ambiente sereno, lo que lo llevó a convertirse en un refugio para quienes buscan escapar del bullicio de las grandes ciudades.
Uno de los principales atractivos que denota para quiénes estaba construido es el antiguo pero lujoso Hotel Boulevard Atlántico. Se trata de una majestuosa ruina que evoca la época dorada del pueblo, el cual estaba destinado a recibir a la clase alta de nuestro país.
Y a pesar de su estado actual, luego de que le pasaran varios años encima, la fachada del hotel y parte de la planta baja aún se conservan. También hay planes de restauración en marcha para convertirlo en un complejo turístico con spa, gimnasio y piscina climatizada.
MÁS INFO
Mar del Sur, a fines del siglo XIX, tuvo destino grande y se planeó convertirlo en un importante centro turístico de la Costa Atlántica. Sin embargo, la crisis económica y la falta de conexión ferroviaria frustraron esos planes, dejando al pueblo en un estado de aislamiento. Esto, lejos de “matarlo”, contribuyó a su encanto actual, que también se encuentra en varios pueblos del interior bonaerense.
Es que este balneario trajo con los años a artistas, escritores y músicos que encuentran inspiración en su ambiente tranquilo y natural, ya que es una joya única de la zona. Este pueblo también tiene un fuerte sentido de comunidad para quienes vacacionaron allí durante tanto tiempo.
Si hablamos del pasado más cercano, hubo un hecho que “salvó” a este pueblo, y fue la construcción de la Ruta N°11, que fue asfaltada en 1987, y marcó un punto de inflexión para Mar del Sur: facilitó el acceso y atrajo a nuevos visitantes que buscaban algo más tranquilo que los grandes destinos bonaerenses en la Costa Atlántica.
Y de cara al futuro, Mar del Sur afronta un desafío. Es que las nuevas tecnologías y las redes sociales hicieron que se difunda su existencia, por lo que el aumento del turismo que busca más tranquilidad se ve.
MÁS INFO
Sin embargo, los residentes temen que el pueblo pierda su identidad y encanto únicos ante la llegada de tanto turista. Por eso, con su rica historia, su belleza natural y ambiente sereno, tiene el potencial y apostarían por seguir siendo un refugio para artistas que andan en busca de inspiración.