La crisis del transporte público en Santa Fe se agrava y esto se ve reflejado en el funcionamiento de los colectivos en la ciudad de Rosario. Un informe del Observatorio Social del Transporte (OST) reveló que el 58% de las líneas no cumple con la grilla de frecuencias en los momentos de mayor flujo de pasajeros. En algunas líneas, el lapso de tiempo entre colectivo y colectivo llegó a ser de 54 minutos.
Luego de que el Gobierno nacional eliminara el Fondo Compensador del Transporte para el interior del país, se generó un cimbronazo en el esquema de costos en las diversas localidades, que repercutió profundamente en el bolsillo de los trabajadores santafesinos.
Para "equilibrar las cuentas" y hacerle frente a los nulos envíos de recursos por parte del presidente Javier Milei, el gobernador Maximiliano Pullaro y el intendente de Rosario, Pablo Javkin, establecieron una suba del 327% en la tarifa y el valor del boleto pasó de $220 a $940 en tan solo siete meses.
A pesar de los descomunales incrementos, la frecuencia de las líneas es cada vez peor. Para visibilizar la situación, el OST hizo un relevamiento entre las 8 y 14 horas del martes 30 de julio en la intersección de calles Santa Fe y Laprida sobre 20 líneas del Transporte Urbano de Pasajeros (TUP), equivalentes al 38% de las líneas del Sistema.
El informe pone el foco en la irregularidad del servicio, que genera distorsión en las frecuencias: a mayor irregularidad, el lapso entre coches se vuelve cada vez más variable. Eso genera que, en algunas oportunidades, pasen dos colectivos de la misma línea, al mismo tiempo. Eso se registró en tres oportunidades a lo largo de la medición.
De esta manera, la entidad determinó una preocupante irregularidad del servicio. Durante la medición, en 36 oportunidades se registraron “baches” superiores a la media hora y se detalló que, el 95% de las líneas, presenta peor frecuencia que en marzo de 2019, previo al inicio de la pandemia por el Covid-19.
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“Pudimos detectar que en algunas líneas son retiradas las unidades, porque es notoria la baja en la cantidad de servicios”, aseguró el concejal Mariano Romero, del bloque Justicia Social, en diálogo con Rosario/12.
Es notable el empeoramiento cuando se analiza el caso de las líneas 101 Negra y 102 Roja, que cinco años atrás tenían una frecuencia de 5 y 6 minutos, pero ahora circulan cada 12 y 17 minutos, respectivamente. Algo similar ocurrió con la 126 Roja, que de tardar 12 minutos en 2019, pasó a una frecuencia de 34 minutos con 30 segundos.
En ese sentido, Romero sostuvo que “el transporte de Rosario está en una crisis terminal, con el boleto más caro de la historia -comparado con el salario mínimo-y un servicio pésimo”. A su vez, detalló los problemas que presenta el Transporte en la ciudad: "Las frecuencias son cada vez peores, las flotas están en malas condiciones, hay falta de previsibilidad por la falta de inversión en los GPS. No es extraño que los rosarinos se bajen del colectivo, y busquen otras formas de movilidad. Lo extraño sería que siguieran tolerando esta situación”.
“La Municipalidad está completamente alineada con el Gobierno nacional, y traslada el costo del ajuste de Milei al precio del boleto, lo que es un error, porque se ahorra a cambio de un gran sacrificio: la decadencia del servicio de transporte” explicó Romero, y consideró que “el Estado municipal debería fortalecer el fondo compensador local, controlar los incumplimientos del pliego y sancionar”.
Como conclusión, el informe sostiene que el sistema de transporte en Rosario “mantiene sus servicios en un nivel de supervivencia” y no logra atraer a nuevos usuarios. “Hay una inversión cada vez menor en el sistema de transporte, que se da para abaratar costos. Y esto termina generando la caída de los usuarios de los servicios, porque el sistema es más caro y cada vez peor”, sostuvo Romero.
Rosario: evalúan una nueva suba del boleto de colectivo y pedido por la modificación de la Ley de Combustibles
En paralelo, esta semana se conoció el último estudio de costos del Ente de la Movilidad de Rosario (EMR), que habilita al Municipio a impulsar un nuevo aumento en septiembre. El más reciente estudio de costos del transporte urbano de pasajeros determinó que el valor del boleto en Rosario debería ser $1.423,44, según las proyecciones que se tomaron en cuenta para junio.
El intendente Javkin posee facultades delegadas por el Concejo para aumentar la tarifa del transporte urbano. El mandatario local no utilizó esa facultad durante julio, pero podría oficializar un nuevo incremento en septiembre.
Esto significaría un nuevo golpe al poder adquisitivo del pueblo santafesino, que sufre por la recesión y la disparada del desempleo, reconocido por el propio Pullaro.
Ante los reclamos de los trabajadores, Javkin y un grupo importante de intendentes de todo el país se vieron obligados a tomar acciones. En ese sentido, el rosarino confirmó el envío de un proyecto para modificar la Ley de Combustibles.
A fines de mayo, la secretaria de Transporte y Logística de la provincia, Renata Ghilotti, se refirió al reclamo a Nación por el reparto equitativo de los subsidios para el servicio de colectivos: “Este año, Santa Fe ya aportó $27.900 millones en impuesto a la nafta, pero volvieron cero pesos”, reveló.
“Nosotros no estamos pidiendo que nos devuelvan migajas o un favor, sino que aportamos en impuestos a los combustibles en toda la provincia de Santa Fe: cuando cargamos combustibles en nuestro vehículo particular, cuando los camiones que llevan y traen la carga a los puertos cargan combustible, se pagan tributos para un fondo nacional que termina subsidiando al transporte de Ciudad de Buenos Aires y su área metropolitana. Y esto hace que un porteño o un bonaerense viaje con un costo de colectivo tres o cuatro veces menor a lo que paga un santafesino o un rosarino en su ciudad”, apuntó.