Cada 3 de mayo se celebra el día de la milanesa, una fecha dedicada a reconocer y difundir uno de los platos más queridos y consumidos por los argentinos en todo el país. Aunque la milanesa tiene sus raíces en Italia, en el siglo XII cuando los caballeros milaneses la consumían antes de las batallas, fue en Argentina donde este plato se convirtió en un verdadero ícono de la gastronomía nacional.
La inmigración italiana a fines del siglo XIX trajo consigo la receta original, pero fueron los propios inmigrantes quienes la adaptaron a los ingredientes locales y la popularizaron entre los ciudadanos. Con el tiempo, la milanesa se convirtió en un símbolo culinario argentino.
Las mejores milanesas
La versatilidad de la milanesa se refleja en sus diversas formas de preparación. Desde la clásica milanesa a caballo, con huevo frito encima, hasta la milanesa napolitana, cubierta con salsa de tomate, queso y jamón, este plato ha ganado numerosas variantes que deleitan a los paladares argentinos.
El reconocimiento internacional también llegó a la milanesa argentina. Según el sitio Taste Atlas, Bariloche alberga la mejor milanesa del mundo, que se puede disfrutar en el restaurante La Fonda del Tío. Este manjar culinario logro posicionarse como el único plato argentino en el ranking de los 100 mejores platos del mundo, destacando la calidad y la excelencia de la cocina argentina.
El día de la milanesa no solo es una ocasión para disfrutar de este delicioso plato, sino también para celebrar la rica diversidad y la creatividad de la gastronomía argentina, que cautiva a los amantes de la buena comida en todo el mundo.
La mejor receta
Ingredientes
- 8 milanesas pequeñas (pueden ser de cuadrada, lomo, bola de lomo, peceto, etc.).
- Pan rallado.
- 2 huevos.
- 1 cda. de mostaza.
- Jugo y ralladura de 1 limón.
- 1 diente de ajo.
- Perejil picado.
- 1 cda. de queso rallado.
- Sal y pimienta.
Los pasos
- Lo primero que se debe hacer es batir los huevos y agregar dentro todos los ingredientes de la marinada. Se debe mezclar todo bien.
- Luego se debe salar las milanesas y colocarlas dentro de la marinada, tienen que quedar bien embebidas. Tapar con papel film y llevar a la heladera mínimo por una hora. Cuanto más, mejor.
- Pasado ese tiempo, sacarlas de la heladera. Luego, milanesa por milanesa, empanarlas con el pan rallado y presionar de ambos lados hasta que las recubra bien.
- Finalmente, lo que queda es freírlas en aceite bien caliente hasta que estén doradas.