El misterio del único retrato de Mariano Moreno que muestra otra apariencia de él: los secretos detrás

En torno a la figura de Mariano Moreno persiste un enigma enorme al saberse que hay un retrato perdido que hizo un artista revolucionario. Te contamos todo lo que se sabe sobre este misterio. 

23 de septiembre, 2023 | 00.05

Siempre que imaginamos a Mariano Moreno lo hacemos en las vísperas de la tragedia de su muerte joven. Esta imagen se construyó en torno al Centenario de la Revolución de Mayo en 1910, a partir de una serie de cuadros comisionados al artista chileno Pedro Subercaseaux por el director del Museo Histórico Nacional, Adolfo P. Carranza.

Probablemente se hayan basado en el retrato de perfil con el que su hermano Manuel Moreno acompañó la biografía de Mariano publicada en 1812 en Londres. No obstante, se difundió que Mariano Moreno fue retratado en vida. Te contamos todo lo que se sabe sobre esa imagen.

La imagen de Mariano Moreno

Actualmente hay pocos rastros de ese retrato. Según se pudo saber, está en una colección privada que guarda el secreto celosamente. En una fotografía se lo detecta en 1960 en una vitrina de la exposición realizada en el Museo del Cabildo por el 150° aniversario de la Revolución de Mayo.

El catálogo de esa muestra lo ubicaba como parte de la colección de Bonifacio del Carril, y lo describía como "Mariano Moreno, Dibujo al lápiz de Juan de Dios Rivera". Si el enigma sobre el paradero del retrato es ya intrigante, también lo es la vida de quien lo dibujó: Juan de Dios Rivera. Se cree que nació en Cuzco alrededor de 1760 y que se formó en Potosí como grabador.

El único retrato de Mariano Moreno que se encuentra en una colección privada

El retrato

Rivera habría arribado a Buenos Aires huyendo de la atroz represión a la rebelión andina desatada en 1780 por quien se cree fue su pariente, el cacique José Gabriel Condorcanqui, que se llamó a sí mismo Túpac Amaru II, en homenaje al último Inca rebelde, ejecutado en 1572.

En 1808 circularon en Buenos Aires dos obras suyas. Por un lado, un grabado que reproducía la Lámina de Oruro. Esta pieza de orfebrería en plata y oro fue hecha en Oruro para ser regalada a Buenos Aires en homenaje de ciudad a ciudad, por el triunfo en las Invasiones Inglesas. Actualmente se puede ver en el Museo del Cabildo.

Por otro lado, un retrato grabado en miniatura del rey Fernando VII, que fue coronado ese mismo año. En ambas piezas puede detectarse la misma caligrafía cursiva que se aprecia en la dedicatoria del retrato de Mariano Moreno.

Cuándo fue hecho el retrato

No se sabe con precisión cuándo retrató a Mariano Moreno, si fue antes o después de mayo de 1810. La dedicatoria inscripta en el retrato pareciera indicar que fue un regalo de Rivera a Moreno. Quizá Rivera, conocedor ya de la importancia y la eficacia de las imágenes en la acción política, atinó a través de este dibujo a proponer la reproducción de la figura de Moreno.

Cuadro de Mariano Moreno que representa sus últimos momentos de vida.

Pero la impronta republicana de la Revolución condujo a Rivera hacia otro camino: el de los emblemas y no el de los retratos de sus figuras protagónicas. La Asamblea del Año XIII, el congreso que reunió representantes de varias provincias en Buenos Aires desde 1813, mandó a hacer un sello para certificar su documentación y darle carácter oficial. Su diseño sería declarado “escudo de armas” en remplazo del escudo español, y es el que hoy se identifica como escudo nacional.