La realidad que Milei no quiere ver y la importancia de la ESI: 1 de cada 2 alumnos de primaria habla de violencia intrafamiliar

Un relevamiento realizado por la organización Argentinos por la Educación reveló que 1 de cada 2 alumnos de primaria habla de violencia doméstica en la escuela. Destacaron el rol clave de las instituciones.

16 de mayo, 2024 | 00.05

La organización Argentinos por la Educación dio a conocer el informe Situaciones de violencia en los hogares: detección y prevención desde las escuelas, en el que revela números elocuentes sobre la vivencia de niños, niñas y adolescentes, que arrojó datos preocupantes: 1 de cada dos alumnos de primaria habla de violencia doméstica en las instituciones escolares, una problemática que en la mayoría de los casos sigue sin ser detectada o reportada. Por eso, la catalogaron como la “epidemia silenciosa”. De esa manera, queda en evidencia, aclararon en el informe, “la importancia” de la prevención y detección temprana, herramientas clave que se encuentran establecidas en un elemento fundamental que el actual Gobierno se encargó de denostar: la ley de Educación Sexual Integral (ESI).  

Los datos fueron revelados de los cuestionarios complementarios del operativo Aprender. Allí, encontraron que más de la mitad de los alumnos del último año de primaria habla sobre los temas de violencia y abuso con alguien en la escuela.

  • El 22,2% dice sólo hablar estos temas con alguien de la escuela
  • El 21,2% con alguien de la escuela y del hogar y
  • El 9,9% con alguien de la escuela y con otro que puede ser alguien del hogar, un amigo u otro.
  • Es decir, que el 53,3% de los alumnos habla estos temas con alguien de la escuela.

Con quiénes hablan temas de violencia y abuso los alumnos de primaria por provincia. Primaria, año 2021.

“La escuela tiene un rol preponderante. Sin embargo, es preocupante que casi el 15% de los alumnos del último año de primaria dice que no habla con nadie sobre estos temas”, apuntaron en el estudio al que tuvo acceso El Destape. El informe plantea que las instituciones juegan un rol clave en la detección y prevención de la violencia en los hogares, en lo que definieron como una “epidemia silenciosa” que tiene consecuencias en la salud mental y física de niños, niñas y adolescentes.

Para el caso, en octubre del año pasado la organización Amnistía Internacional señaló los aportes fundamentales de la ley ESI 26.150, sancionada en 2006: “Hay evidencia de que luego de acceder a los contenidos de la ESI, niños, niñas y adolescentes pudieron identificar y denunciar casos de abuso sexual en las infancias en varios puntos del país”, afirmaron y aportaron datos publicados por el Ministerio Público Tutelar de la Ciudad de Buenos Aires, que dio cuenta que entre el 70 y el 80% de los niños, niñas y adolescentes de entre 12 y 14 años pudieron comprender que fueron abusados después de recibir clases de ESI.

En esa línea, la psicóloga María Beatríz Müller destacó el derrotero legislativo del país por tener leyes “de avanzada en la protección de los derechos de niños, niñas y adolescentes respecto a la violencia y el abuso”. Allí, dijo, la escuela tiene un lugar preponderante en el sistema de protección, sin embargo, “el problema aparece cuando deben aplicarse las normas escritas –como dice el saber popular, del dicho al hecho hay mucho trecho–. La Educación Sexual Integral viene a dar respuestas, pero no se aplica, la docencia no está capacitada para abordar estos temas, y los protocolos que existen no se usan”.

En esa línea, insistieron en la necesidad de que el Estado “garantice una red de apoyo más amplia que conecte a las familias con servicios que ayuden a mitigar los factores de riesgo (como comedores, centros de salud, programas sociales o subsidios habitacionales), para poder fortalecer el sistema de protección de los niños y adolescentes”.

Más allá de eso, una de las coautoras del informe Mercedes Sidders, sostuvo que “es alentador ver cómo la interacción entre docentes y alumnos genera un círculo virtuoso, donde el diálogo sobre temas sensibles con los educadores conduce a un mayor interés y demanda de información por parte de los estudiantes”.

Aunque consideró “preocupante” que aún haya un porcentaje significativo de niños, niñas y adolescentes “que no discuten estos temas con nadie”. En ese sentido, dijo que lo que se precisa es “un mayor apoyo del Estado y de la sociedad civil para fortalecer el rol de las escuelas, no solo en la identificación y reporte de casos de violencia, sino también en la conexión de las familias con los servicios necesarios para prevenir y abordar esta problemática de manera integral”, señaló.

¿Qué dice el informe?

Aunque en el informe dado a conocer no dieron cuenta del lugar de la ESI, apuntaron al rol de instituciones educativas: “En las escuelas estatales, 1 de cada 3 directores tuvo que intervenir en este tipo de situaciones, mientras que, en las instituciones privadas, es 1 de cada 4”, indicaron.

Las provincias donde más directores declaran que tuvieron que intervenir en situaciones de violencia familiar son Tierra del Fuego (61%), CABA (55%), Jujuy (47%), Buenos Aires (46%) y Río Negro (43%). A nivel nacional, el 32% de los directivos de escuelas primarias de gestión estatal afirmó que en el último año tuvo que intervenir en casos de violencia intrafamiliar que afectan a sus estudiantes. Uno de cada cuatro (26%) directivos de escuelas privadas informaron que tuvieron que intervenir en este tipo de situaciones. “Este indicador nos habla sobre nivel de intervención, y esto no necesariamente indica mayor o menor violencia”, aclararon.

En números generales a nivel nacional, el 44,2% de los alumnos dijo que las y los docentes les hablaron sobre cómo cuidarse y evitar el maltrato, mientras que un 28,2% manifestó que le gustaría tener más información sobre esto. A su vez, el 45,4% afirmó que las y los docentes les hablaron sobre cuándo pedir ayuda a una persona de confianza.

Con quiénes hablan temas de violencia y abuso los alumnos de primaria por provincia. Primaria, año 2021.

En los datos desagregados por provincia se puede ver que, con excepción de Tierra del Fuego, “no hay diferencias significativas en cuanto al porcentaje de alumnos que dice no hablar de estos temas con nadie”.

Los porcentajes se mueven entre 12,6% en Santiago del Estero y 20,8% en Santa Cruz. En cuanto al porcentaje de los alumnos que habla estos temas con alguien de la escuela (codificado con distintos tonos de color verde en el gráfico), por un lado, es mayor en Misiones (60,1%), Formosa (58,9%), Chaco (57,7%) y Entre Ríos (57,3%) y menor en Tierra del Fuego (13,8%), Santa Cruz (43,6%), Jujuy (50,4%) y Buenos Aires (51,1%).

“Círculo virtuoso cuando docentes hablan con alumnos sobre cómo cuidarse y evitar el maltrato y el pedido de más información”, es otro de los apartados del documento en el que muestran una correlación positiva entre el porcentaje de alumnos que reporta que los docentes hablaron sobre cómo cuidarse y evitar el maltrato y el porcentaje de alumnos a los que le gustaría tener más información sobre ese tema.

¿En qué provincias hablaron más sobre el tema? Mendoza (59,2%), Córdoba (51,8%), Jujuy (49,8%) y Misiones (49,3%). Mientras que en las que menos hablaron son Tucumán (34,8%), Formosa (36,0%), Chaco (36,1%) y Santa Cruz (36,2%).

¿Dónde las y los alumnos piden hablar más del tema? CABA (33,5%), Mendoza (32,6%), Río Negro (31,0%) y Tierra del Fuego (30,8%) allí es donde las y los chicos dicen querer más información sobre cómo cuidarse y evitar el maltrato. En tanto, Tucumán (23,3%), Chaco (23,9%), Formosa (24,1%) y Corrientes (25,0%) es donde menos manifestaron estas inquietudes.

Con quiénes hablan temas de violencia y abuso los alumnos de primaria por provincia. Primaria, año 2021.