En el marco de la revisión del sistema educativo de la Ciudad de Buenos Aires, el gobierno porteño implementará un nuevo diseño curricular para el nivel inicial a partir de 2025. Esta reforma afectará tanto a escuelas públicas como privadas y pondrá un mayor énfasis en las áreas de Lengua y Matemática. Estos cambios, que complementan la iniciativa para la primera infancia, también incluirán la ampliación de la oferta de centros y vacantes, asegurando así una mejor transición entre los sistemas no formal y formal.
La administración de Jorge Macri, a través del programa Buenos Aires Aprende, busca mejorar los primeros años de educación, clave para el desarrollo cognitivo y emocional de los niños. Se espera que esta nueva medida beneficie a 91.457 alumnos del nivel inicial, que comprende desde los 45 días de vida hasta los 5 años de edad.
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1. Ampliación de centros y vacantes
En línea con este nuevo enfoque, el gobierno porteño ha anunciado la construcción de cinco nuevos Centros de Primera Infancia (CPI), sumándose a los 75 ya existentes. Con estas nuevas infraestructuras, la Ciudad aumentará la cantidad de vacantes disponibles, llegando a 15.000. Esta expansión está principalmente destinada a la zona sur de la Ciudad, donde se concentran los mayores niveles de vulnerabilidad.
La inscripción a los CPI será completamente online, y los horarios se adaptarán a las necesidades familiares, con jornadas de entre cuatro y ocho horas dentro de una franja de atención de 8 a 16. Además, se contempla la posibilidad de habilitar una franja horaria nocturna para apoyar a familias donde los padres trabajan en turnos nocturnos, lo cual constituye una medida innovadora en términos de conciliación laboral y familiar, especialmente para mujeres que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad.
2. Enfoque en lengua y matemática
La nueva currícula 2025 para el nivel inicial pondrá un mayor énfasis en la enseñanza de Lengua y Matemática, áreas que ya están presentes en el diseño actual, pero que ahora serán abordadas con mayor profundidad. Según el Ministerio de Educación porteño, este enfoque se sustenta en estudios que muestran que los niños que comienzan la escolarización a los 3 años obtienen mejores resultados en estas materias durante la primaria.
Este cambio busca mejorar la transición educativa de los alumnos, especialmente en la etapa entre el nivel inicial y el primer grado de primaria. La idea es que los niños de cinco años lleguen a la primaria con una base sólida en habilidades que faciliten su alfabetización. Además, se mantendrán áreas como la educación física, el arte y el juego, así como contenidos transversales como la Educación Sexual Integral, la Educación Ambiental y la Educación Digital.
3. Medición y seguimiento personalizado
Otra novedad importante es la implementación de indicadores de logro en las áreas de Lengua y Matemática. Aunque no se busca imponer un sistema de evaluación estricto, se pretende tener un seguimiento personalizado de cada alumno para detectar posibles dificultades desde una edad temprana, como el uso excesivo de pantallas o problemáticas como el autismo o la dislexia.
Este enfoque permitirá a los docentes de primaria contar con información clave sobre los nuevos estudiantes, mejorando la continuidad pedagógica y facilitando una transición sin problemas entre los niveles educativos. El objetivo final es asegurar que los niños lleguen al primer grado con una base sólida, lista para enfrentar los desafíos de la etapa formal de su educación.