El escándalo que generó la negativa de dos diplomáticos rusos a someterse a un control de alcoholemia en el barrio de Recoleta está generando un fuerte revuelo. Esta situación amenaza con crear una crisis diplomática con Rusia y pone en tela de juicio lo que establece la Convención de Viena en estos casos.
Los diplomáticos se atrincheraron en sus vehículos y fueron escoltados hasta su embajada, donde se les hizo un acta, según informaron los controladores de tránsito, que solicitaron la ayuda de la policía.
Sin embargo, un funcionario ruso se presentó en el lugar del control y denunció una violación del tratado que regula las relaciones internacionales y la inmunidad del personal diplomático. "Consideramos lo sucedido como una grave violación del derecho internacional, especialmente en lo que respecta a las inmunidades diplomáticas", expresó Alexander Stebunian, primer secretario de la embajada rusa en Buenos Aires.
El funcionario ruso fundamentó su postura en el artículo 22, inciso 3 de la Convención de Viena sobre las Relaciones Diplomáticas, que establece que "los locales de la misión, su mobiliario y demás bienes situados en ellos, así como los medios de transporte de la misión, no pueden ser objeto de ningún registro, requisa, embargo o medida de ejecución".
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Sin embargo, el artículo 41 destaca que las personas que gozan de privilegios e inmunidades deben "respetar las leyes y reglamentos del Estado receptor; no inmiscuirse en los asuntos internos del Estado receptor; tratar los asuntos oficiales de la misión con el Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado receptor y no utilizar los locales de la misión de manera incompatible con sus funciones".
Esto abre un debate sobre la interpretación de los hechos. Al negarse al control de alcoholemia, los diplomáticos no estarían respetando las leyes y reglamentos del país, pero la policía no tenía autoridad para registrar o requisar el vehículo. Es por eso que los funcionarios rusos se mantuvieron dentro del auto y no bajaron las ventanas.
Convención de Viena: qué es y qué establece la sobre relaciones diplomáticas
La Convención de Viena sobre las Relaciones Diplomáticas rige desde abril de 1964 y, como dice su nombre, regula las relaciones diplomáticas entre países y la inmunidad del personal diplomático.
El acuerdo rige para todos los países miembro de Naciones Unidas, así para los observadores permanentes del Vaticano o la Autoridad Nacional Palestina. Para aquellos Estados que no se adhirieron al documento (como Palaos y Sudán del Sur, por ejemplo), sus disposiciones se aplican como Derecho Internacional consuetudinario, es decir, normas que se derivan de una práctica aceptada como derecho.
De hecho, el Gobierno de Javier Milei la invocó por el conflicto con Venezuela por la embajada de Argentina en Caracas. La Cancillería argentina emitió un comunicado en el que advierte que cualquier intento de intromisión o secuestro de los asilados que se encuentren en la residencia oficial de la embajada argentina en Venezuela será duramente condenado por la comunidad internacional.
El artículo 22 dice expresamente que "los locales de la misión son inviolables" y también que "los agentes del Estado receptor no podrán penetrar en ellos sin consentimiento del jefe de la misión".
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Además, el punto dos de ese artículo indica que "el Estado receptor tiene la obligación especial de adoptar todas las medidas adecuadas para proteger los locales de la misión contra toda intrusión o daño y evitar que se turbe la tranquilidad de la misión o se atente contra su dignidad".
Y el punto tres señala que "los locales de la misión, su mobiliario y demás bienes situados en ellos, así como los medios de transporte de la misión, no podrán ser objeto de ningún registro, requisa, embargo o medida de ejecución".