Diego Maradona deberá ser operado esta noche tras la detección de un hematoma subdural durante su internación. Qué es y como se trata esta afección.
El entrenador de Gimnasia y Esgrima La Plata tuvo que ser internado el pasado lunes debido a que su entorno no lo veía bien. Según informó su médico, Leopoldo Luque, una tomografía reveló el hematoma subdural y tendrá que ser intervenido.
¿Qué es un hematoma subdural?
Un hematoma subdural consiste en la acumulación de sangre en la zona del cerebro. Más precisamente ocurre entre la duramadre, una membrana que recubre el cerebro, y la aracnoides, una de las capas de las meninges.
Esta situación se produce al romperse los vasos venosos que existen en el espacio subdural, provocando una separación entre las capas. Los motivos pueden ser la toma de medicinas anticoagulantes, los golpes fuertes o incluso se pueden dar de forma espontánea. La afección puede provocar el aumento de la presión intracraneal, compresión y dañar el tejido cerebral.
Esta afección se divide en tres categorías. El hematoma subdural subagudo evoluciona de forma lenta y progresiva durante un tiempo prolongado, que va de días a semanas, provocando síntomas como mareos, dolor de cabeza, confusiones, y pérdida de fuerza de un lado del cuerpo.
El hematoma subdural agudo reviste mayor gravedad y produce desde un adormecimiento progresivo hasta el coma. Este suele provocarse como consecuencia de traumatismos y debe ser tratado con máxima urgencia.
En tanto que el hematoma subdural crónico puede no producir síntomas o apenas dolores de cabeza leves. Aunque en el largo tiempo puede generar deterioro cognitivo progresivo, cambios de personalidad y pérdida de fuerza en el cuerpo.
¿Cómo se trata hematoma subdural?
El tratamiento del hematoma subdural debe ser urgente y depende también del tamaño del mismo. Por lo general, requiere de una intervención quirúrgica.
La operación consiste, en general, en la apertura de un pequeño orificio en el cráneo, conocido como trepanación, para extraer la sangre del interior del hematoma y poder disminuir la presión en el cerebro.
En caso de hematomas pequeños, la intervención quirúrgica puede no ser necesaria y sólo se debe controlar su progresión. Si evoluciona de forma crónica puede ser necesario abrir el cráneo y quitar la sangre de la zona afectada.
Asimismo, esta situación obliga suspender el tratamiento con anticoagulantes en pacientes que lo reciben y se deben aplicar otras medicinas para recuperar la capacidad de coagulación lo más rápido posible.