La Ciudad de Buenos Aires tiene miles de recovecos plagados de curiosidades que invitan a realizar un poco de turismo local para conocer las maravillas que esconde una de las capitales más importantes del mundo, la cual no deja de sorprender nunca.
Construcciones, calles, avenidas, barrios y monumentos decoraron lo largo y lo ancho de CABA y la transforman en una opción espectacular para conocer los diferentes encantos que tienen las calles porteñas. En esta oportunidad, se trata de un viaje en el tiempo a Liverpool.
Buenos Aires cuenta con un barrio inglés oculto que está en la zona sur de la ciudad y se puede conocer cualquier día: su acceso es completamente gratis y se pueden recorrer sus calles disfrutando de un encanto arquitectónico originario del siglo pasado, algo único en estas tierras.
Viajá en el tiempo en Buenos Aires: el barrio porteño que se asemeja a Liverpool
Este pequeño barrio inglés oculto en la Ciudad de Buenos Aires está precisamente en el corazón de Barracas. Este hermoso lugar, frenado en el tiempo, se asemeja mucho a la ciudad de Liverpool del siglo pasado. Se trata del barrio inglés Colonia Sola, ubicado en la avenida Australia al 2700. Fue construido en 1889 con el objetivo de albergar a los trabajadores del Ferrocarril del Sud, que años más tarde pasó a llamarse Roca.
Para conocer un poco más de su historia nos tenemos que trasladar a fines del siglo XIX, cuando el reconocido banquero británico George Drabble llegó a Buenos Aires y se convirtió en el presidente del Banco Londres y Río de La Plata, en el titular de la bolsa de comercio de la ciudad y en director del mencionado Ferrocarril del Sud. Este personaje histórico dispuso de la creación del barrio que todavía hoy se mantiene de pie.
Actualmente, Colonia Sola está compuesto de 71 viviendas que parecen sacadas del barrio de Liverpool hace muchos años. Cuentan con la fachada de ladrillo a la vista, chimeneas, columnas de madera, desagües pluviales de hierro fundido y tejado a dos aguas en un predio de 8 mil metros cuadrados que está dividido en cuatro pabellones.
Vale destacar que este sitio es uno de los que fue declarado como patrimonio histórico por la Legislatura de Buenos Aires. Sin embargo, el paso del tiempo es para todos y, actualmente, no se encuentra en las mejores condiciones. Hoy por hoy allí viven descendientes de los operarios del ferrocarril que lo habitaron por primera vez. Y si bien su estética se mantiene, en el último tiempo creció la preocupación entre los vecinos por las condiciones edilicias.
Cerrar sesión