En el barrio porteño de Parque Chacabuco se encuentra uno de los pasajes más emblemáticos de Buenos Aires: el pasaje Butteler. Con más de 100 años de historia, este pequeño circuito de diagonales ha cautivado la atención de residentes y turistas por igual.
El pasaje Butteler se destaca por su forma de "X" única en toda la ciudad. Construido originalmente con 67 casas, este lugar fue creado para que los obreros de la zona tuvieran su propio hogar. Sin embargo, con el paso del tiempo, se convirtió en un punto turístico imperdible.
La historia de este pasaje se remonta a una época anterior a su construcción, cuando toda la tierra pertenecía a una gran quinta propiedad de Azucena Butteler. Fue ella quien decidió donar el espacio a la ciudad de Buenos Aires, con la condición de que se construyeran viviendas para los trabajadores humildes de la zona. Así fue como, el 15 de diciembre de 1907, se colocó la piedra fundamental y comenzaron las obras de construcción.
Desde 1910, los visitantes que recorren este sector de Parque Chacabuco tienen la oportunidad de contemplar las cuatro diagonales del pasaje Butteler, que confluyen en una pequeña plaza central. Delimitado por las avenidas Cobo y La Plata, y las calles Zelarrayán y Senillosa, este proyecto urbano se ha convertido en un ícono inigualable.
Con su peculiar forma y su encanto histórico, el pasaje Butteler fue escenario de múltiples películas y festividades a lo largo de los años. Sus calles empedradas y su plaza central, rebautizada como Enrique Santos Discépolo en 1972, fueron testigos de momentos inolvidables.
A pesar de haber sido inaugurado hace más de un siglo, el pasaje Butteler se mantiene en perfectas condiciones y no sufrió modificaciones. Esto se debe a que, desde 2010, está protegido por ley como "Área de Protección Histórica", lo que garantiza que ninguna de sus casas sufra cambios en su apariencia o sea demolida.
Características del pasaje Butteler
- El tamaño de sus calles en diagonal, con una calzada de 3 metros de ancho y veredas de 1,60 metros de ancho.
- La numeración de las casas, que ascienden desde el 1 al 99 y en sentido contrario a las agujas del reloj.
- El diseño idéntico de las casas, que ofrecían dos ambientes, un patio interior, puertas de madera y fachadas de color crema.
En qué parte de Buenos Aires está la "Estatua de la Libertad" original: la de Nueva York es igual
A metros del famoso Barrio Chino de la Ciudad de Buenos Aires, se encuentra una curiosa estatua que puede pasar desapercibida si no prestamos atención. Se trata de la Estatua de la Libertad porteña, que fue inaugurada 11 años antes que su contraparte estadounidense. Ambas fueron diseñadas por el escultor francés Frédéric Auguste Bartholdi, reconocido por su trabajo en la Escuela francesa.
De acuerdo al Archivo General de la Nación (AGN), la estatua porteña fue adquirida por la Municipalidad de Buenos Aires. A diferencia de la majestuosa Estatua de la Libertad en Estados Unidos, que alcanzó los imponentes 93 metros de altura, esta versión porteña tiene una modesta altura de tan solo 3 metros. Está hecha de hierro fundido y en sus inicios fue pintada de color bronce, pero con el paso de los años y la exposición al sol, la pintura se oxidó y la estatua adquirió ese característico tono verde que la distingue.
Ubicada en la esquina de la calle La Pampa y la Avenida Virrey Vértiz, la estatua parece estar escondida entre los árboles. Es necesario acercarse a unos 10 metros para poder apreciarla en toda su magnitud. La obra representa a una mujer en marcha, con la mano derecha en alto, portando una antorcha que simboliza "La luz de la libertad por el mundo". En su brazo izquierdo lleva grabada la declaración de la Independencia, y a sus pies se encuentra una cadena rota que representa la ruptura con la tiranía.
La emblemática Estatua de la Libertad, que está en una pequeña isla al sur de Manhattan, en Nueva York, se inauguró en 1886 y fue un regalo del gobierno francés por los 100 años de la independencia de Estados Unidos. Mientras que la porteña se instaló en 1875, un dato que fue confirmado en 1990 tras un intercambio entre el Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires y un francés, llamado Francis Beaumatin, miembro del Club de los Amigos de la Estatua de La Libertad, quién había visto una foto de la versión argentina en una revista.
Sin embargo, existen mucho mitos y dudas sobre la procedencia de la Estatua de la Libertad porteña, ya que el barrio de Belgrano era un territorio provincial y no fue incorporado oficialmente a la ciudad hasta 1887. Para ese entonces ya tenía dos años instalada en la zona hoy conocida como Barrancas Belgrano. De hecho, 1886, fue vandalizada, al igual que el altar donde está posada.