El domingo 10 de diciembre, con la asunción de Javier Milei como Presidente de la Nación, se inicia una nueva etapa política en Argentina que no contará con un Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad. Entre 2019 y 2023, la cartera que encabeza Ayelén Mazzina, puso en marcha políticas, programas y acciones tendientes a cuidar y mejorar la vida de las mujeres y personas LGBTI+ de todo el país, reducir la desigualdad social y la brecha de género aún existente y luchar de forma transversal contra las violencias por motivos de género, en articulación con otros organismos, agencias y jurisdicciones del estado.
Una de las gestas más transformadoras del último período fue la implementación de la Ley N° 27.636 de Promoción del Acceso al Empleo Formal para Personas Travestis, Transexuales y Transgénero “Diana Sacayán – Lohana Berkins”, o más conocida como la Ley de Cupo Trans, sancionada el 24 de junio de 2021 que establece medidas de acción positivas orientadas a lograr la efectiva inclusión laboral de las personas travestis, transexuales y transgénero, con el fin de promover la igualdad real de oportunidades en todo el territorio de la República Argentina. La norma exige a los tres poderes del Estado Nacional ocupar el 1% mínimo de la totalidad de su personal con de ese colectivo.
La comunidad travesti trans se encuentra en el margen inferior de la pirámide social en muchos aspectos. Además de ser uno de los sectores sociales más discriminados y violentados, muchas veces por el propio Estado, es un colectivo al que se le niega sistemáticamente el acceso a oportunidades laborales y trabajo formal. Aún con los avances normativos en términos de derechos humanos, género y diversidad, travestis y trans enfrentan complejos obstáculos para el pleno ejercicio de derechos básicos como la salud, la educación, el acceso a la vivienda y a un trabajo. Esto, junto a otros factores que condicionan las trayectorias de vida, genera que el promedio de vida de esta población sea de entre 35 y 40 años. Como dijo Lohana Berkins: "Llegar a la vejez es para una travesti por poco pertenecer a un club exclusivo, porque los siniestros que acompañan la vida marginal —que llevan a una muerte considerada siempre prematura en términos de estadística poblacional— son las consecuencias perennes de una identidad perseguida".
Según el último relevamiento realizado por la Subsecretaria de Políticas de Diversidad del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación, a cargo de Agustina Ponce, desde la sanción de la Ley, 955 personas ingresaron a trabajar en el Sector Público Nacional y lograron transformar sus proyectos de vida. Aunque la cifra no llega al 1% que exige la norma, sí representa un aumento de más del 900 % en la cantidad de personas TTT trabajando en el Estado Nacional. Ponce destaca que la Ley logró transformar las vidas de personas que nunca habían tenido un empleo formal o una primera experiencia laboral por fuera de la prositución: “Creemos, como travestis y como militantes, que es una verdadera política que cambia la vida, por eso hay que cuidarla y profundizarla. Las 955 personas no son números, son 955 almas cuya identidad de género hoy representa un obstáculo a la hora de acceder y permanecer en el mundo del trabajo. Y hay que visibilizarlo para seguir cuidando a esas personas ante manifestaciones discriminatorias, que nos preocupan muchísimo”.
El sistema se activa cuando desde los diferentes organismos u agencias gubernamentales se comunican con la Subsecretaria para pedir un perfil que se corresponda con alguna tarea a desarrollar o requerimientos de una búsqueda laboral. Con esa información cargada, el Registro de forma automatizada selecciona 10 perfiles acordes a ese puesto que son enviados para la selección final responsabilidad del área. Es un sistema transparente que al armar el recorte de personas pondera características como cercanía territorial, formación, experiencias previas, e intereses de la persona, entre otras.
Antes del ingreso, y en la adaptación de la persona al lugar de trabajo, con el objetivo de asegurar el bienestar y desarrollo adecuados, desde la Coordinación de Acceso al Empleo, a cargo de Cintia Pili, se llevan adelante diferentes encuentros y talleres para acompañar el proceso de inserción laboral, evacuar dudas, y darle un marco informativo. Desde 2021 se realizaron más de 500 actividades de asistencia técnica sobre acceso y permanencia, y se alcanzó a más de 15.000 trabajadores y trabajadoras del sector público en sus tres niveles, del sector privado, sindicatos y universidades. Además se hace un seguimiento de los entornos junto a la Coordinación de salud y un grupos de psicólogos y especialistas en salud mental.
“Se ha hecho un trabajo descomunal entre la Coordinación de empleo, otras coordinaciones de Política y Diversidad, y la Coordinadora de Salud. Abarcamos 15.006 personas a través de asistencias técnicas, jornadas de capacitación para que se entendiera la necesidad de las políticas públicas, y para evacuar las resistencias en los lugares donde se reciben a las personas trans generalmente por desconocimiento, fantasmas ligados a la competencia, mucho prejuicio, y la falacia de que como ‘somos todos iguales no hay necesidad de un cupo’”, detalla Ponce.
Paralelamente se han elaborado y distribuido guías y herramientas de formación para las diferentes áreas de recursos humanos que exponen la historia de violencia, discriminación y marginación que esta comunidad ha sufrido a los largo de los años, que la pone en una situación de extrema vulnerabilidad. Estos materiales específico tienen el objetivo de acompañar a los organismos en la adaptación y brindarles la información necesaria para asumir la obligación de brindar un trato digno, justo e igualitario a las personas travestis y trans.
Laura Cardozo es la responsable del Registro Único de Aspirantes del ministerio y explica que “la inserción laboral de una persona trans es muy distinta a la inserción laboral de otra persona. Por eso tenemos manuales de herramientas, porque las áreas de recursos humanos les falta capacitación. Por ejemplo, nos ha pasado encontrarnos con personas trans trabajando hace un año que no habían tramitado la obra social o una tarjeta de crédito, y el área de recursos, asumiendo que es una persona de 40 años, no se lo había explicado. Dan por sobreentendido que esa persona lo sabe. Por eso es muy importante el trabajo de la Coordinación”.
Por su parte Cintia Pili, primera delegada sindical travesti trans en Mar del Plata y Coordinadora de Acceso al Empleo del Ministerio, agrega que al evaluar las dificultades pudieron organizar una serie de capacitaciones de educación financiera en articulación con tutores del Banco Central, destinadas a compañeras travestis-trans que ya habían ingresado al sistema y estaban trabajando: “Hicimos dos capacitaciones para brindarles herramientas de educación financiera con las que pudieran adquirir conocimientos sobre, por ejemplo, qué es tener una tarjeta de crédito, si pueden endeudarse. Eran personas que por primera vez en sus vidas estaban bancarizadas o nunca habían usado el cajero automático”.
El seguimiento y monitoreo del cumplimiento de la política pública es fundamental ya que, como señala Cardozo, “si la Ley no tiene un seguimiento no hay datos, y esos datos son vidas, no son números, de personas que cambian, que se modifican, que tienen oportunidades de vincularse con sus gustos, que han descubierto que quieren estudiar, que quieren seguir en la Universidad, que de repente quieren escribir poesía, dedicarse al arte, cosas que no podían cuando uno tiene que sobrevivir. Eso es lo que hace esta Ley”.
Cifras y Monitoreo del Cumplimiento de la Ley
Las cifras de la implementación en los diferentes organismos públicos son en general positivas. En el informe recientemente presentado se observa que más de un 22% de los lugares incrementaron las contrataciones de personas travestis, transgénero y transexuales en sus plantas; más del 13,91 % ya han superado el piso de 1%; mientras que un 45,03 % de los organismos han comenzado a implementar la norma pero todavía no llegan a lo esperado.
En relación a los poderes del Estado, donde más se cumple es en el Ejecutivo, que es donde está la mayor cantidad de personas contratadas, aunque también se destaca el crecimiento en Parlamento. Entre las dependencias con más contratos efectivos de destacan el mismo Ministerio de Mujeres Género y Diversidad; el Ministerio de Desarrollo Social; Presidencia de la Nación; Parques Nacionales; el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi); y Banco Nación; entre otros. La Universidad Nacional de Avellaneda, por ejemplo, está a solo una contratación de conquistar el ansiado 1%.
Como suele suceder, en el Poder Judicial se tomó una decisión diferenciada y paralela a la Ley de Cupo: a través de la acordada 23/2023 la Corte estableció un sistema autónomo de contratación, un registro y mecanismos de contratación propios, y un espacio de capacitación y concientización para lograr una integración efectiva de la comunidad trans en los puestos de trabajo. Hasta el momento no se ha informado ninguna contratación.
En relación a la distribución geográfica del trabajo de personas TT en el Estado Nacional, a lo largo y ancho del territorio existe una concentración del 58,32% de las personas contratadas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y del 41,7% en el resto de las provincias. Sin embargo los monitoreos, sostenidos en el tiempo, evidencian un incremento sostenido a nivel federal ya que en 2021 el porcentaje en el interior era del 14%. Otro de los puntos centrales y positivos es la modalidad de contratación ya que el 22% de los puestos cuenta con Planta permanente en el Estado; el 13% trabaja como Planta temporaria; casi 40% están contratados bajo la Ley Marco de regulación del empleo público; y solamente el 3,7% lo hace bajo Contrato de Locación de servicio.
Si bien la Ley aplica la exigencia del 1% sobre las dependencias del Estado Nacional, también involucra a la sociedad toda y al sector privado, a través de la promoción de incentivos económicos y fiscales, y la creación de líneas de crédito específicas y con tasas preferenciales para el financiamiento de emprendimientos llevados adelante por personas del colectivo. Todas las herramientas, e incluso el Registro, están a disposición del sector público y privado. Desde la Subsecretaría destacan el compromiso de varias empresas como Ford, Dioxitek, y Aerolíneas Argentinas, que se acercaron al Ministerio para solicitar capacitaciones y perfiles del Registro.
La Ley de Cupo ha dado grandes frutos durante su implementación en estos dos años, pero este proceso es solo el paso inicial en un camino para lograr la plena integración laboral, la construcción de una sociedad más justa, igualitaria y democrática, y el cambio cultural necesario. En el Registro Único de Aspirantes Travestis, Transexuales y/o Transgénero “Diana Sacayán-Lohana Berkins”, todavía hay 8196 perfiles de personas que desean ingresar al Estado. En ese sentido preocupa a los y las trabajadoras el futuro ya que el Ministerio aún no ha recibido ningún tipo de contacto de la próxima gestión para involucrarse en conocer en profundidad lo realizado, ni se conoce qué organismo será el encargado de la implementación de la norma.
Las responsables del área coinciden en que predomina la incertidumbre ante un gobierno electo que todavía no ha manifestado intención alguna de juntarse con la gestión actual y conocer lo que se está haciendo. Pero particularmente advierten la angustia entre los trabajadores y trabajadoras TT, teniendo en cuenta que tanto Javier Milei como los miembros de su gabinete han manifestado en reiteradas oportunidades el desprecio hacia la comunidad y que no están a favor de un Cupo. “Algunas chicas me han dicho ‘voy a tener que volver a la esquina’, personas jóvenes que habían pasado por la esquina y que pensaban que era una etapa superada”, expresa la subsecretaria Agustina Ponce.