El joven Exequiel García de 20 años fue asesinado a golpes por ocho penitenciarios en la cárcel Unidad 6 de Corrientes, de acuerdo a una denuncia presentada por la familia del detenido. Una masiva movilización realizada el lunes pidió justicia por el joven que había sido detenido por circular en octubre pasado en una moto robada y que tenía buena conducta en la cárcel.
De acuerdo al relato de agentes del servicio penitenciario y a otros presos a la familia, todo comenzó el 13 de enero durante el recreo de una hora que Exequiel tenía en la mañana. En ese momento, los guardias le ordenaron que vuelva a su celda, pese a que faltaba para termine el recreo, pero el detenido se negó y además pidió que le realicen un hisopado por un rebrote de coronavirus. Dos guardias lo golpearon y Exequiel se defendió. Luego llegaron seis agentes más que le pegaron patadas en el suelo.
Tras la golpiza, el joven fue dejado en una celda de aislamiento y luego uno de los oficiales volvió a observarlo. Tras ver que no respondía, la médica penitenciaria fue llamada y constató que había entrado en un paro cardiaco. La lesión constatada mostraba una depresión del sensorio por los golpes dados en el cráneo. Luego de que le realizaron maniobras de resucitación, el joven fue entubado.
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De acuerdo al informe de la médica María Teresa Cattaneo, el joven tenía un edema cerebral difuso y de tórax con signos de contusiones pulmonares bilaterales y bronco aspiración. Padecía muerte cerebral y fue desconectado del respirador.
"No puedo comprender por qué no pararon cuando mi hijo gritaba que pararan. Pesaba menos de 60 kilos, cómo pudieron hacerle eso. Mi hijo estaba todo golpeado, irreconocible. Mi hijo me decía que cuando salga iba a trabajar, él tenía muchos proyectos. Yo nunca más lo voy a ver, nunca voy a ver a su nieto", afirmó a El Destape Laura Silvero, su madre.
La mujer había intercambiado durante la mañana del crimen mensajes de WhatsApp con su hijo, quien le había alertado que lo estaban maltratando y le pedía que cuide a su hermano menor de 18 años por las represalias que podría sufrir. La causa fue caratulada como muerte dudosa, pero la familia exige que los carceleros sean imputados por homicidio calificado, vejaciones, tortura y apremios ilegales.
"Me regalaron en un pabellón, la policía me está matando", alcanzó a escribir Exequiel antes de recibir la golpiza. El joven tenía una atención especial con resguardo apartado, porque ya había denunciado malos tratos dentro del penal.
El abogado Hermindo González explicó a El Destape que pidieron una serie de medidas de prueba para esclarecer el crimen. Solicitaron a la justicia las filmaciones de las cámaras de seguridad, la autopsia completa, el sumario iniciado contra los ocho oficiales involucrados y que se ordene la detención preventiva de los guardias para evitar amenazas.