Tras la aprobación de los test de autodiagnóstico de coronavirus en nuestro país por parte de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), se publicó un artículo de práctica clínica en el New England Journal of Medicine que reúne los datos disponibles y la experiencia clínica en torno al uso de pruebas de diagnóstico rápido.
Tras la decisión de ANMAT, todas las personas podrán, a partir de la próxima semana, acceder a la compra de las pruebas para la detección del coronavirus por un aproximado de $2.500 en farmacias para que, en el marco de la tercera ola de contagios de coronavirus en nuestro país, puedan testearse más allá de los centros de salud o postas itinerantes.
Test de autodiagnóstico de coronavirus: ¿qué dicen los expertos?
Paul Drain es profesor asociado de medicina y salud global en la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington y dirige un grupo de investigación clínica en el Centro Internacional de Investigación Clínica para desarrollar y evaluar pruebas de diagnóstico rápido para varias enfermedades infecciosas.
En la reciente investigación publicada en el New England Journal of Medicine, Drain identificó casi todas las pruebas de diagnóstico rápido aprobadas por la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA) y determinó su nivel de eficacia.
De todas maneras, el experto planteó que es necesario que las pruebas rápidas estén mucho más disponibles y las personas que las adquieran deben seguir las instrucciones de la prueba y entender cómo interpretar los resultados y notificar a las autoridades sanitarias su estado.
De hecho, en la Argentina aún quedan interrogantes sobre cuál será el modo en que la persona confirmará si da positivo o negativo en cualquiera de los cuatro test de autoevaluación de los laboratorios Abbott, Roche, Vyam Group y Wiener.
¿En qué personas se recomienda el uso de test rápidos de coronavirus?
Las pruebas de diagnóstico rápido están aprobadas para su uso en personas con síntomas de coronavirus y en personas asintomáticas que son contactos estrechos de una persona con la infección del virus confirmada o que han estado en un entorno de transmisión de alto riesgo potencial.
“A menudo, cuando las personas se exponen a una persona con COVID-19, piensan que deben hacerse la prueba de inmediato. En realidad, no deberían someterse a pruebas dentro de las 48 horas posteriores a la exposición porque no es suficiente tiempo para que el virus se replique y sea detectado por una prueba molecular o un test de antígeno”, indicó el científico.
¿Cuál es la eficacia de los test rápidos de coronavirus?
Según aclara el informe, para que un test rápido reciba la autorización temporal de la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las agencias reguladoras de la Unión Europea, debe tener al menos un 80% de sensibilidad y un 98% de especificidad.
Si bien las pautas de la FDA estipulan que las pruebas deben mostrar una tasa de falsos positivos de no más del 2%, eso aún permite que una de cada 50 personas tenga un resultado falso positivo. “Por lo tanto, es importante volver a hacerse la prueba si obtiene un resultado positivo y tiene un riesgo bajo”, sostiene Paul Drain.
Test rápido de coronavirus y su aceptación en el mundo
A diciembre de 2021, la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA), autorizó el uso de emergencia a solo 28 pruebas de diagnóstico rápido, mientras que en la Unión Europea hizo lo propio con más de 140 que ya estaban en uso para entonces.
Las pruebas rápidas autorizadas internacionalmente son pruebas de amplificación de ácidos nucleicos para detectar genes o inmunoensayos basados en antígenos para observar proteínas del coronavirus.