La vacuna contra la COVID-19 de AstraZeneca conlleva un pequeño riesgo adicional de trombos con plaquetas bajas después de la primera dosis y ningún riesgo adicional después de la segunda, según demostró un estudio dirigido y financiado por la farmacéutica, tras la preocupación por los efectos secundarios.
Los datos publicados en la revista médica The Lancet revelaron que la tasa estimada de trombosis con síndrome de trombocitopenia después de la segunda dosis de la vacuna fue de 2,3 por millón en las personas inoculadas, comparable a la tasa típica observada en quienes no han sido vacunados, dijo AstraZeneca. Esta tasa fue de 8,1 después de la primera dosis, añadió.
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La investigación, dirigida y financiada por AstraZeneca, evaluó los casos notificados que se produjeron en los 14 días siguientes a la administración de la primera o segunda dosis hasta el 30 de abril, utilizando la base de datos de seguridad mundial del fabricante de medicamentos anglosueco.
Atención mediática
El estudio señaló que el análisis estaba limitado por varios factores, incluyendo la dependencia de los datos proporcionados por los proveedores de atención sanitaria y los vacunados, lo que podría llevar a una subestimación del número de casos registrados.
Añadió que "la mayor atención de los medios de comunicación podría haber llevado a una clasificación errónea de los incidentes".
Hasta la fecha de finalización del estudio, se habían identificado 13 casos de TTS en todo el mundo después de la segunda dosis en personas de entre 45 y 85 años, incluidas ocho mujeres. Según el estudio, se notificaron unos 399 casos después de la primera, mientras que los datos utilizados para el número de dosis administradas se limitaron a la UE, el Espacio Económico Europeo y el Reino Unido.
Con información de Reuters