Se habilitaron los casinos en San Juan y hubo más de 12 horas de largas filas para entrar. La reapertura de las salas de juego se vivió diferentes de parte de los diferentes sectores involucrados. Mientras hubo emoción por parte de los clientes, por la posibilidad de volver a jugar después de más de 100 días de cuarentena, los empresarios se agarran la cabeza por la tremenda caída en la recaudación, porque no alcanzó ni el 5% de lo acostumbrado. Por otro lado, el gobierno sanjuanino está conforme, porque a pesar de que hubo largas filas en cada una de las puertas de ingreso, asegura que se cumplió con el protocolo establecido por el Comité Covid.
Las filas eran largas y con demora. Pese a que algunas salas tenían una capacidad de 500 personas, según lo dispuesto por Salud Pública no se permitió el ingreso a más de 10 clientes por vez. Esto provocó que, durante las 12 horas que tuvieron abierto el primer día, las filas se mantuvieran durante toda la jornada.
Si bien la afluencia de público fue unos 700 clientes en la primera jornada (no pudieron ingresar más por cuestiones de tiempo) la permanencia de cada jugador fue de 40 minutos promedio. No está permitido jugar a otra cosa que no sean las maquinas tragamonedas, respetando el distanciamiento.
Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.
Cómo fue volver a jugar
Cada 200 máquinas, solo 10 personas podían estar ubicadas dentro del local; el personal debía limpiar y desinfectar cada vez que un jugador abandonaba el lugar. Además, no se permitió la reapertura de cafés y restorantes dentro de los casinos, mucho menos los shows de artistas que suelen ofrecer para sus clientes. Esto presionó a una nueva normalidad “automática” que no permitía entrar y salir a los jugadores cuando quisieran. Cuando terminaban de jugar y querían volver a hacerlo, debían ser parte de la larga fila que aguardaba en la puerta.
A eso se le sumaron las temperaturas bajo cero que registró San Juan, de manera atípica, como hace muchos años que no ocurría. Aunque éstas superaron los -4°C, a las 9 de la mañana, los primeros clientes soportaron en la entrada para ingresar a las 10, pese a las condiciones climáticas.
Aun así, desde el sector empresarial, Mario Pereyra, gerente de la cadena Ivisa, manifestó su malestar a El Destape, reconociendo que “fue una jornada muy mala”. “No podemos seguir sosteniendo el ingreso ínfimo de 10 personas a la vez, habiendo espacio suficiente para más clientela”, porque los números no son ni por cerca los esperados.
En un cálculo estimado, se cree que sólo se recaudó el 5% de lo acostumbrado en una jornada normal. Esto se debe a que la escasa posibilidad de ingreso sumado a las 12 horas permitidas para abrir, cuando suelen abrir más de 18 horas de corrido, imposibilita el sostenimiento económico. Por otro lado, los empresarios presionan porque de 285 empleados en las seis salas de Capital (2), Rivadavia, Rawson, Chimbas y Caucete, sólo 40 volvieron a la actividad y los demás perciben sólo el 75% del sueldo, desde hace más de tres meses.
Por su parte, el gobierno está satisfecho por estos primeros días logrados en el marco de esta reapertura en pandemia. Mientras el AMBA volvió a la fase 1, en San Juan se puede gozar de algunos beneficios en la fase 5 de la "nueva normalidad". La posibilidad de retornar al juego como un espacio recreativo, que pretende controlar las adicciones (ludopatía) con este control de cantidad, más allá de lo sanitario, es un logro para los alfiles uñaquistas.
Con seis personas fiscalizando el funcionamiento de las salas, desde la Caja de Acción Social, Claudia López, aseguró a El Destape que se cumplió con los objetivos. “El Comité Covid aprobó la habilitación de las máquinas solamente, por una cuestión de higiene. Para poder desinfectar entre persona y persona, lo cual es más difícil de solar con las mesas de paño o los naipes”, remarcó.
Mientras tanto, los protagonistas no están muy contentos con la situación. Si bien, hay un reconocimiento de que por fin pueden volver a jugar, no tiene permitido los más convocantes como el póker, ruletas, etc.
El sector que realmente está disgustado por esta situación es el de Jugadores Anónimos que no está de acuerdo con la reapertura, porque sostienen que no colabora en combatir la ludopatía. Marcelo, uno de los miembros de este grupo, manifestó: “No opinamos de las medidas del gobierno, pero no nos parece adecuado que reabran los casinos cuando hay varios sectores que aún están sin actividad. El ludópata está haciendo fila hasta que abran las salas, aunque se demoren en la puerta por la reducción de la capacidad, igual ingresa”.