Neumonía por coronavirus: ¿qué dicen los médicos sobre las secuelas?

La neumonía es una de las afecciones más relacionadas con el COVID-19. El Destape habló con un especialista para conocer cuáles son las consecuencias en los pacientes y qué diferencia hay con otras formas en las que se despierta la enfermedad.

12 de noviembre, 2020 | 19.01

Desde el comienzo de la pandemia que aún mantiene en vilo al mundo, la neumonía por COVID se convirtió en una enfermedad que causa preocupación. Muchos de los contagiados fueron diagnosticados con ese cuadro y aún hoy sufren consecuencias ¿Qué dicen los médicos al respecto?

Si bien la neumonía es una infección respiratoria que ataca a los pulmones producida por causas bacterianas o virales, desde la aparición del coronavirus los casos se multiplicaron tanto en cantidad como en su peligrosidad. "Normalmente los virus generan neumonía en gente mayor de 65 o que tiene alguna enfermedad que le provoca defensas bajas. Ahora lo que vemos es que el coronavirus también afecta a gente más joven y sin complicaciones. Tiene un impacto importante", señaló a El Destape Horacio Matías Castro, especialista en Medicina Interna y Neumonología del Hospital Italiano.

Este enfermedad suele detectarse debido a la presencia de síntomas respiratorios (como tos, fiebre, dolor torácico, falta de aire o decaimiento) conjuntamente con una alteración en una imagen radiológica (una tomografía o una radiografía). En ese sentido, Castro indicó que estas imágenes son "bastante particulares" en los casos de coronavirus. En relación a las neumonías provocadas por el COVID-19, Castro señaló que "si bien la mayoría de los casos son cuadros leves" la contagiosidad alta del virus de la pandemia provoca una mayor cantidad de enfermos y por ende "se ven muchos casos graves".

"La influenza tiene una mortalidad cercana al 1 o 3%. El coronavirus, depende del país y la situación, pero oscila entre el 5 y 10%. Si se evalúa en poblaciones de riesgo, ese valor puede superar el 30%. Es una situación delicada por la cantidad de casos graves y porque hay muchos casos a la vez", explicó. Y remarcó. "Al contrario de otras neumonías, el coronavirus tiene muchos síntomas generales o extrapulmonares. El cuadro general es bastante más importante que otros virus. En este caso, un porcentaje importante termina en terapia intensiva con respirador, que en otras neumonías no es así".

Las consecuencias de la neumonía por COVID a largo plazo

A casi un año de la detección del primer caso de coronavirus a nivel mundial y mientras los laboratorios anuncian progresos importantes sobre las vacunas para combatirlos, una situación que aún mantiene preocupados a los médicos es qué consecuencias puede traer la neumonía por COVID a largo plazo.

Para el también profesor asistente de Medicina del Instituto Universitario del Hospital Italiano "muchas de las respuestas que surgen en relación a esto se están contestando con el día a día". "La recuperación de los síntomas y el estado general puede tardar varias semanas o meses, sea con o sin neumonía. Eso repercute en la calidad de vida", apuntó.

Y enfatizó: "En el grupo de pacientes que estuvieron graves, la recuperación del pulmón tarda varios meses y todavía no se sabe que porcentaje va a quedar con secuelas". En relación a esta preocupación también aseguró que "a la larga, la mayoría las resuelve, pero en otras neumonías el proceso de resolución es más rápido".

Asimismo, Castro indicó que que por el momento no existe información que sugiera que un paciente que tuvo neumonía por COVID presente mayores riesgos a padecer una vez más la infección pulmonar. "Sin embargo, todavía debemos evaluar si existe reinfección, que hasta ahora fueron casos contados con la mano. Son interrogantes que en los próximos meses van a tener respuesta", aclaró.

Prevención de la neumonía por COVID

A la espera de una vacuna, la prevención y el cuidado de cada persona siguen siendo las medidas más efectivas para evitar la enfermedad. Castro, resaltó una vez más la importancia de mantener el distanciamiento social, el uso de barbijo, y no concurrir a lugares con mucha gente "hasta que no se sepa con mayor certeza cómo es la evolución", del virus.