Hoteles alojamiento en Rosario piden abrir la cuarentena porque "son una necesidad de las personas"

Fue el pedido de la Cámara de Alojamientos a Perotti. Dicen que prepararon protocolos, no aglomeran gente y no tienen contacto físico con los clientes.

20 de mayo, 2020 | 19.58

“No somos lugares de esparcimiento, somos una necesidad de las personas”, dijeron los titulares de hoteles alojamiento de Rosario, quienes enviaron este martes una carta al gobernador de Santa Fe Omar Perotti solicitando la habilitación de reapertura para el rubro, que solo en la región cuenta con 30 establecimientos que dan trabajo a 300 familias.

Los empresarios dicen que la situación del sector es “crítica”, ya que sus emprendimientos (muchos de los cuales datan de hace más de 60 años) son “empresas que viven del día a día” y tras dos meses de parate, cubriendo los costos fijos que requiere mantener las estructuras, se están yendo a la quiebra.

“Entendemos la necesidad de la cuarentena, pero estamos por perder el sustento de nuestro personal y nuestras familias”, apunta Valeria González, propietaria del motel El Gato Negro e integrante de la Cámara de Alojamientos local, consultada por El Destape.

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González argumenta que los protocolos de higiene y seguridad estrictos, por la naturaleza del negocio, “no son algo novedoso” para los moteleros, pero sí han sumado distintas acciones de prevención ante la aparición del Covid-19

“Somos el espacio sanitario de la comunidad. Nuestra existencia evita que la gente esté teniendo encuentros íntimos en lugares inadecuados, prohibidos o peligrosos, y brindamos todas las medidas de protección, confidencialidad y aseo necesarias”, caracterizó, para borrar estigmas sociales.

Seguros

Una diferencia clave con los hoteles, destacan, es que no poseen lobby ni espacios comunes donde se aglomeren personas, ya que el cliente ingresa con su vehículo al garage individual de cada pieza; que el límite de ingresantes es de dos en cada habitación; que son alojamientos por hora, no por noche; y que no hay contacto ni entre huéspedes ni con los clientes.

Este punto, para los emprendedores, es vital: el único intercambio se da a través de boxes de comunicación, que se ubican a la altura del pecho y por el que solo pasan las manos con bebidas, platos o dinero para abonar, sin nunca verse cara a cara con los empleados. Además, los metros cuadrados de cada dormitorio superan los recomendados por persona.

Por ello, hace 15 días –cuando estaban por habilitarse las peluquerías- se comunicaron con el intendente Pablo Javkin para proponerle volver a trabajar con un sistema de turnos, como ya venían haciendo antes de la pandemia. Ahora, insistieron en la órbita provincial para que eleven el pedido de excepción a la Jefatura de Gabinete de la Nación.

Inquietud

La mujer adujo que “a diario” todos los moteles de la cámara reciben decenas de consultas, mensajes y llamados, para ver cuándo vuelven a la actividad. “La sociedad lo está necesitando. Nos preguntan si ya pueden empezar a reservar. La gente está inquieta”, detalló.

En cuanto a precios, hoy un turno ronda entre los 500 y 3.000 pesos. Esto depende de las comodidades del establecimiento, la ubicación, dispositivos como hidromasaje, columna de ducha, sauna, accesorios para “jugar” dentro de la suite y la tematización del cuarto.

Como curiosidad, la propietaria comentó que, si bien la mayoría son parejas, “no es un caso aislado” que a veces ingrese una sola persona a las habitaciones. Aunque lo que se hace en cada recámara queda entre sus cuatro paredes, es posible que sean conductores que aprovechan la ubicación al costado de la ruta para detenerse a descansar y tomar una ducha.

De hecho, este argumento fue utilizado para mostrar la utilidad que podrían tener para viajantes y comisionistas que hoy tienen permitida la circulación como actividad esencial, mientras los hoteles están cerrados. “Tenemos esperanza porque pronto puede que ingresemos en la quinta fase, y estamos listos para volver a funcionar”, cerró la mujer. Ahora la decisión será política.