Avanza la segunda ola del COVID-19 en la Argentina y la presencia de sus diferentes cepas va cada vez más en aumento en todo el país. Según datos oficiales, las cinco mutaciones del COVID-19 que se encuentran en Argentina y que corresponderían a casos de infecciones adquiridas en la comunidad o de origen desconocido son: la variante de Reino Unido, la Manaos, la variante de Río de Janeiro, la Andina y la californiana.
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Un reciente estudio publicado en Eurosurveillance, una revista científica europea dedicada a la epidemiología, la prevención y el control de las enfermedades transmisibles, revela que las nuevas variantes del COVID-19 son más agresivas en pacientes jóvenes y producen mayor mortalidad, en alguno de los casos.
El trabajo, que realizado sobre 23 mil casos, se publicó el 22 de abril, y compara a las tres variantes de COVID-19 más comunes en Europa: la inglesa, la sudafricana y la brasileña, dos de ellas presentes en la Argentina. Los resultados del análisis llevan a considerar que las tres variantes aumenta la la probabilidad de ser hospitalizado, principalmente las dos últimas cepas, y, en algunos casos, incluso con riesgo de mortalidad.
Alta tasa de ingresos a terapia intensiva contagiados por las nuevas cepas del COVID-19
El análisis contó como más de 23 mil casos de variantes notificados de septiembre a marzo en Italia, Chipre, Portugal, Estonia, Finlandia, Irlanda y Luxemburgo, y comparó los distintos resultados de hospitalizaciones, ingresos en las Unidades de Terapia Intensiva (UTI) y fallecimientos con los de los casos que no correspondían a dichas variantes derivados del mismo sistema de vigilancia europeo (TESSy) alojado en el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC).
Uno de los resultados del informe es que la variante inglesa aumentó el riesgo de hospitalización en un 11% y de ser derivado a UTI en un 1,4%. Los casos hospitalizados fueron más jóvenes con una edad media de 63 años, en comparación con el coronavirus original con una edad media de 69 años.
Por su parte, la cepa sudafricana aumentó el riesgo de hospitalización en un 19,3%, y de internación en terapia intensiva en un 2,3%, mientras que la edad media fue de 67 años. Mientras que la cepa brasileña aumentó el riesgo de hospitalización en un 20%, y el de cuidados intensivos en un 2,1%, con una edad media de 76 años.
Las nuevas cepas afectan más a los jóvenes
Sobre las probabilidades de ser hospitalizados, los casos con la variante B.1.1.7 (inglesa) las personas entre 20 a 39 años y de 40 a 59 años tenían, respectivamente, el triple de riesgos a diferencia de los casos sin mutación. En los casos de B.1.351 (Sudáfrica), se observó una probabilidad de hospitalización también de hasta tres veces mayor en los grupos de edad de 40-59 y 60-79 años, mientras que el ingreso a terapia intensiva fue significativamente más probable para las edades de 40 a 59 años. Por último, en los casos brasileños, la probabilidad de hospitalización era entre 3 y 13,1 veces mayor en los grupos de edad de 20 a 39, 40 a 59 y 60 a 79, así como entre 2,9 y 13,9 veces mayor la probabilidad de ingreso en la UTI.
Los investigadores aseguraron que el análisis coincide con algunas observaciones anteriores realizadas por otros estudios, entre ellos, un estudio realizado en el Reino Unido, donde se observaron tasas de infección más elevadas en los grupos de edad escolar más jóvenes. Dinamarca también detectó mayores probabilidades de hospitalización en los casos de la variante inglesa.
Qué cepas del COVID-19 circulan en Argentina
Cepa de Reino Unido
Según detallaron Proyecto PAIS, la variante británica se detectó en 16 casos (13 de CABA y 3 del GBA oeste), tres de ellos corresponden a contactos estrechos de los casos reportados, mientras que los otros diez corresponderían a casos de adquisición en la comunidad. En la provincia de Córdoba se descubrieron seis casos de esta variante. Esta cepa fue asociada a una mayor tasa de transmisión (30-90%) que las variantes que han circulado previamente. A su vez, esta variante ha sido asociada con un mayor riesgo de hospitalizaciones y muerte.
Cepa Manaos
Esta cepa proviene de la capital del Amazonas, Manaos, y se descubrió en noviembre del 2020. Lo alarmante es que la Manaos fue asociada a una mayor tasa de transmisión y rápida propagación, en relación de la primera ola.
Cepa de Río de Janeiro
Lo particular de esta variante son las mutaciones de la proteína Spike, la cual permitía que la cepa disminuyera los efectos neutralizantes de anticuerpos monoclonales de algunos plasmas de convalecientes.
Cepa Californiana
Una nueva evidencia de la variante de California es que podría enfermar más y hacer que las vacunas sean menos efectivas.
Cepa Andina
Esta cepa fue detectada recientemente, según los datos disponibles, se originó en Perú o en Chile. El C.37 o cepa Andina desciende de un linaje llamado B.1.1.1. Esta variante presenta mutaciones que podrían ayudarle a evadir la neutralización por anticuerpos y preocupa su rápido crecimiento en Lima, por ejemplo.