Mientras los gobiernos en todo el mundo toman nuevas medidas y restricciones en sus territorios para detener la propagación del COVID-19, entre ellas limitar las actividades en espacios cerrados y promover la ventilación de interiores, nuevos estudios científicos dan cuenta de la circulación del virus a través del aire y los posibles contagios por aerosoles.
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Recientemente, un equipo de científicos publicó en The Lancet una recopilación de los diez razones que determinan la transmisión del virus por aire.
Alguna de las evidencias de la propagación del COVID-19 por aire
1- Eventos de superpropagación: se trata de situaciones en las que las personas permanecen en un mismo escenario (residencia de ancianos, cruceros, restaurantes) y se contagian. Se trata de una de las principales impulsoras de la pandemia.
2- Contagio de largo alcance: la transmisión a largo plazo del SARS-CoV-2 entre personas en habitaciones adyacentes, pero nunca en presencia de otras personas, que se documentó en hoteles en cuarentena.
3- Transmisión asintomática o presintomática: se trata de los enfermos que no presentan síntomas que sólo al hablar pueden dejar sus partículas en el aire.
4- Interiores: los lugares cerrados son más propicios a producir contagios que los exteriores por la falta de ventilación.
5- Infecciones en centro de salud: en hospitales y clínicas existe el contagio por partículas microscópicas en suspensión que pueden inhalarse.
En este marco, en la Argentina ya se está llevando a cabo la campaña “Ventilar” sobre la importancia de la ventilación de los ambientes para evitar la propagación del COVID-19 por aerosoles. También se dictaron "medidas complementarias de fijación de las ventanillas" en las unidades de transporte de pasajeros del Área Metropolitana de Buenos Aires para asegurar que queden abiertas y así garantizar la ventilación y mitigar la circulación del coronavirus.
Cómo ventilar los ambientes para evitar la transmisión del COVID-19
Desde el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación recomiendan:
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Ventilar ambientes abriendo puertas y ventanas de forma constante y cruzada para que circule el aire. También se pueden sumarse ventiladores cerca de la ventana para aumentar la velocidad de intercambio de aire.
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Recordar que la ventilación de ambientes es una medida preventiva que se suma al uso de barbijo, a la distancia social y a la higiene de manos.
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Se recomienda monitorear la estanqueidad del aire y aumentar la apertura de puertas y ventanas si el nivel de dióxido de carbono (CO2) supera los 700 ppm.
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Evitar el uso de aires acondicionados tipo split, ya que no renuevan el aire y aumentan la concentración de aerosoles.
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