En el marco de la pandemia del COVID-19 y el avance de la tecnología para diagnosticar y detectar la enfermedad y detener su circulación, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) acaba de aprobar una solución de inactivación y preparación para la detección del SARS-CoV-2 de industria nacional, producida por el Laboratorio Lemos SRL y financiada por la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (I+D+i).
MÁS INFO
El proyecto de investigación fue dirigido por Alberto Kornblihtt y desarrolló un protocolo completo de inactivación de muestras y preparación de ARN total para la detección de SARS-CoV-2 por diferentes métodos para abaratar costos y permitir la realización de diagnósticos en cualquier laboratorio de investigación.
Según explicó en un comunicado oficial la Agencia I+D+I, este objetivo se logró a partir de un método de PCR más flexible y de la inactivación de las muestras clínicas en su lugar de obtención. La inactivación de las muestras es un proceso necesario para poder trabajar sin correr riesgo de infección.
La técnica desarrollada por este proyecto "potencia las capacidades nacionales de testeo y diagnóstico al hacer posible que instalaciones con menores niveles de bioseguridad puedan ser usadas para el análisis de muestras sin exponer a quienes trabajen en aquellos lugares al virus activo u otros patógenos que puedan estar en la muestra".
Cómo se realizó el proceso
La técnica se llevó a cabo mediante la aplicación de INACTIV AR a la muestra, que permite someterla al calor durante unos ocho minutos inactivando el virus, pero conservando los ácidos nucleicos necesarios para su detección.
De esta forma, la manipulación de la muestra es segura y una vez inactivada con este método es estables a temperatura ambiente por al menos una semana haciendo más simple el manejo y la logística de transporte de las mismas.
El equipo de trabajo, liderado por Kornblihtt y coordinado por Ezequiel Petrillo, contó con la participación de Valeria Buggiano, Lucas Servi, Manuel Muñoz, Micaela Godoy Herz, José Stigliano, Juan C. Muñoz, Federico Fuchs, Ignacio Schor, Manuel de la Mata, Nicolás Nieto Moreno, José Clemente, Marcos Palavecino, Laureano Bragado y Anabella Srebrow del Instituto de Fisiología, Biología Molecular y Neurociencias (IFIBYNE).
También participaron Federico Remes Lenicov y Gonzalo Cabrerizo del Instituto de Investigaciones Biomédicas en Retrovirus y SIDA (INBIRS); Cybele García del Instituto de Química Biológica de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (IQUIBICEN); Fabian Rudolf de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich; Claudia Perandones y Elsa Baumeister de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (ANLIS-Malbrán) y la colaboración de la Universidad Nacional de San Martín.
Más iniciativas tecnológicas contra el COVID-19 en la Argentina
Este trabajo forma parte de un consorcio conformado por dos iniciativas más que también fueron seleccionadas en la Convocatoria IP COVID-19 y coinciden en sus objetivos: la optimización de diferentes aspectos del método de diagnóstico de COVID-19, cuyo agente etiológico es el SARS-CoV-2, basado en la extracción y purificación de ARN, seguido por RT-qPCR.
La iniciativa dirigida por la doctora Julieta Imperiale se concentró en el primer paso de extracción y purificación de ARN, apuntando al desarrollo de un método basado en nanopartículas magnéticas. El equipo a cargo Fernán Agüero produjo una transcriptasa reversa (RT) optimizada, un reactivo utilizado en los diagnósticos, que acelera y simplifica los test moleculares de detección de COVID-19.
El trabajo colaborativo entre estos grupos de investigación permitió acelerar la obtención de resultados a partir del intercambio y complementación de los desarrollos sobre principios de testeo. Al mismo tiempo, el uso de diferentes metodologías para el diagnóstico de COVID-19 permite generar opciones que se adapten a diferentes escenarios de testeo.