En la provincia de Córdoba murieron 19 personas a causa de la pandemia de coronavirus o Covid-19, de las cuales nueve de ellas –casi la mitad-, fueron contagiadas en un solo lugar: el geriátrico Santa Lucía de la localidad de Saldán, que está separada de esta Capital sólo por una avenida.
Este fin de semana el Ministerio de Salud de Córdoba admitió que los contagios comunitarios por la pandemia del coronavirus ya habían llegado a esta Capital y que no se trataba de casos importado de pacientes que habían llegado infectados de otros lugares: el alerta llegó cuando en el Hospital Italiano se detectó un brote que ya afecta a 30 personas: 14 trabajadores, 10 pacientes, dos contactos con trabajadores y cuatro contactos con pacientes. En las últimas horas murieron dos pacientes del Hospital Italiano, pero no están incluidos en este último brote: una mujer de 87 años derivada del geriátrico Santa Lucía de Saldán y un hombre de 77 años que regresó al país desde República Dominicana el 23 de marzo.
El foco contagioso en el Hospital Italiano provocó que el Hospital Pediátrico cerrara su Unidad de Terapia Intensiva (UTI) “porque teníamos profesionales que habían estado trabajando en el Hospital Italiano”, detalló la directora María Cecilia Angulo Bocco.
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También se supo de un nuevo caso de Covid-19 en el Hospital Florencio Díaz de la zona sur de esta Capital: es una bioquímica y desde la Dirección de Epidemiología del Ministerio de Salud ordenaron realizar testeos a otros profesionales del lugar.
Desde el Ministerio de Salud cordobés informaron que “debido a los hechos de público conocimiento acontecidos en el Hospital Italiano de la ciudad de Córdoba y por el cual se dispuso una medida extraordinaria de cuarentena sanitaria en el marco de la pandemia por coronavirus”, se ordenó el inicio de un sumario administrativo para determinar responsabilidades en la actuación del caso. En el plazo de 48 horas las autoridades del Hospital Italiano deben informar “detalladamente las medidas sanitarias adoptadas: antes, durante y después del brote de Covid-19 que tuvo lugar” en dicha clínica privada.
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Desde que se produjo el primer caso de coronavirus en esta provincia –un paciente llegado de Italia el 18 de febrero fue descubierto a principios de marzo-, ya hay 19 víctimas fatales y 308 infectados.
Del total de infectados, 110 recibieron el alta (el 36%); otros 111 (36%) se encuentran en tratamiento ambulatorio con aislamiento domiciliario; mientras que 69 pacientes (el 22%) se encuentran internados con tratamiento hospitalario, y 18 (6%) fallecieron. De los 69 pacientes internados, 48 se encuentran en sala común sin oxígeno; 12 en sala común con oxígeno; cuatro en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y cinco en la Unidad de Terapia Intensiva con asistencia respiratoria mecánica.
“No es casual que se produzcan contagios en clínicas privadas y se afecte el sistema público de salud, debido a que los trabajadores de la salud, sea médicos o enfermeras u otros actores del sistema deben someterse al poliempleo en distintos lugares para conformar un salario medianamente digno”, explicó Gastón Vacchiani, secretario general de la Unión de Trabajadores de la salud (UTS). El ejemplo de lo que sostiene el dirigente gremial cordobés es lo que sucedió en el Hospital Italiano, donde una porción de trabajadores, también prestaba en el Hospital Pediátrico.
Hace dos semanas, en el Sanatorio Allende de Córdoba -uno de los centros privados más importantes de la provincia en complejidad-, los médicos amenazaron con denunciar a la empresa ante la Justicia y el Consejo de Médicos de la Provincia porque no les proveían material de seguridad. La empresa sostenía que los protocolos de seguridad se adecuaban a los dictados de la Organización Mundial de la Salud (OMS); mientras que los trabajadores reclamaban que cumpliera con las exigencias del Centro de Operaciones de Emergencia Central (COE), vigente en Córdoba. Finalmente, ante los reclamos de los profesionales de denunciarlos penal y administrativamente, el Sanatorio Allende proveyó de material de seguridad hasta el personal administrativo.
“En Córdoba, el 16% del total de infectados con Covid-19 es personal de salud, uno de los porcentajes más altos a nivel mundial. Sobre 308 casos que tenemos, 49 son compañeras y compañeros del sector de salud. Y de estos casos, al menos 27 se produjeron cuando brindaban asistencia a pacientes”, señaló el dirigente de la Unión de Trabajadores de la Salud.
Cuatro barrios, en la mira
Pero además de estos casos de contagio comunitario en centros de salud privados, el Centro de Operaciones de Emergencia Central dispuso un control sanitario en cuatro barrios del noreste capitalino ante la aparición de brotes de Covid-19 sin un foco de inicio: en Centro América, Ampliación Residencial América, Los Alamos y Los Alamos Anexo, habrá controles estrictos en donde solo se permitirá la salida para el abastecimiento de alimentos, bebidas y medicamentos.
Desde el COE informaron que mientras dure el control sanitario, sólo se permitirá la salida de un representante por hogar, no habrá transporte público y no se permitirá la asistencia a los lugares de trabajo.
A diferencia de lo ocurrido en estos barrios del noreste de la Capital, donde no se sabe el origen del vector contagioso, cuando el 10 de abril pasado se desató el brote en el geriátrico Santa Lucía, las autoridades del Ministerio de Salud cordobés no aislaron la ciudad de Saldán. “El foco de contagio quedó circunscripto sólo al geriátrico y no hubo transmisión comunitaria”, destacó un funcionario del Centro de Operaciones de Emergencia.
En cambio, para la misma época se montó un cordón sanitario en Villa Parque Santa Ana –un pueblito de 5.000 habitantes ubicado a 26 kilómetros al sur de esta Capital y a 11 de Alta Gracia- donde se detectaron cinco casos de coronavirus en sólo 24 horas que corresponden al mismo nucleo familiar. Inmediatamente el ministro de Salud, Diego Cardozo ordenó dos medidas de emergencia: el aislamiento total por 14 días –no entró ni salió nadie, salvo los equipos médicos y policiales- y el testeo masivo. Uno de esos pacientes, un hombre de 78 años, finalmente murió.