La pandemia del COVID-19 trajo aparejadas fuertes consecuencias en todos los grupos sociales, pero tuvo un impactante efecto en las embarazadas y su salud mental. Así lo confirmó un reciente estudio realizado por el laboratorio de la Universidad de California que estudió los futuros madres y padres en el marco del repentino aislamiento provocado por la aparición de esta nueva enfermedad a partir de 2019 en todo el mundo.
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Es que las restricciones de COVID-19 provocaron que el proceso de gestación sea afectado y se interrumpiesen desde los cuidados prenatales de muchas embarazadas y en muchos casos hasta dar a luz en soledad o ser apartadas de sus hijos en el nacimiento, aunque las leyes lo prohíban aún en pandemia. También, muchas madres y padres perdieron momentos especiales desde la celebración de baby showers, bautismos hasta el acompañamiento diario de la familia en este momento tan especial.
En este marco, el laboratorio encabezado por Darby Saxbe, profesora asociada de psicología, analizó cómo estos factores afectaron a las embarazadas y su salud mental. Es así que analizaron a 760 futuros padres (641 mujeres embarazadas y 79 padres o parejas) entre principios de abril y julio de 2020 en el marco del estudio "Coronavirus, salud, aislamiento y resiliencia en el embarazo (CHIRP)" a través de un formato en línea en las redes sociales y en grupos en línea sobre paternidad y embarazo.
En tanto, en los hallazgos preliminares, el 61% de las mujeres que respondieron la encuesta admitieron que la pandemia había tenido impactos “muy” o “algo” negativos en sus relaciones sociales; mientras que el 42% informó que pasó mucho más tiempo con su pareja que antes de la pandemia. Estos cambios tuvieron un efecto en la salud mental: casi dos tercios de los encuestados admitieron que habían experimentado al menos algo de soledad durante la semana anterior. Mientras que, alrededor de las tres cuartas partes de la muestra admitió que la pandemia de COVID-19 tuvo un efecto negativo general en su salud mental.
“Para investigar más a fondo les hicimos a nuestros encuestados las preguntas del Inventario de Depresión de Beck, una herramienta que utilizan los proveedores de atención de salud mental para evaluar los síntomas de la depresión. Nos sorprendió ver que el puntaje promedio de las mujeres embarazadas en nuestra muestra era más alto que el umbral que los médicos suelen usar como indicador de depresión”, agregó la especialista. Asimismo, más de la mitad (62%) dijo que padecer síntomas de ansiedad. “Estas proporciones son más del doble de lo que hemos visto en nuestra muestra prepandémica”, admitió.
Consecuencias del estrés en el desarrollo fetal
La especialista adelantó que "están recopilando cartas natales de nuestra muestra para medir los resultados gestacionales, como el peso al nacer y el parto prematuro, que se han relacionado con el estrés prenatal”. Pero, en los resultados preliminares sugieren que estos bebés pandémicos y sus padres son una población especial a seguir en el futuro. “Aunque es posible que los bebés nacidos en 2020 no recuerden la pandemia de primera mano, sus efectos pueden moldear sus vidas tempranas de formas que apenas estamos comenzando a medir”, concluye la especialista.