Clases por Zoom o venta de pizzas: cómo se la rebuscan quienes no pueden trabajar hace 120 días

En Entre Ríos, la mayor parte de las actividades fueron habilitadas pero hay otros sectores que no pudieron hacerlo y tienen que rebuscársela para sobrevivir.

21 de julio, 2020 | 22.45

Si bien ya está habilitada la mayor parte de las actividades productivas y de servicios en Entre Ríos, hay otros rubros de la economía que todavía no pudieron reactivarse por no contar con el permiso necesario del gobierno provincial. En algunos casos es a causa del escenario epidemiológico particular de cada localidad, pero en otros abarca a todo el territorio entrerriano, afectando a cientos de puestos de trabajo directos e indirectos. El Destape dialogó con actores de esos espacios que aún, después de más de 120 días de cuarentena -en todas sus variantes, desde la más estricta hasta la más flexible- no han podido regresar a su rutina habitual y luchan por sobrevivir.

Gimnasios

Esta semana, los gimnasios comenzaron a funcionar en casi la totalidad del territorio entrerriano, luego de que el gobernador Gustavo Bordet ampliara el decreto que los habilitaba a abrir en ciudades sin casos activos y permitiera que también rehabiliten sus servicios en localidades sin transmisión por conglomerado. De esa manera, y bajo estrictos protocolos sanitarios, están trabajando a excepción de Paraná y Gualeguaychú, que por su condición epidemiológica no tuvieron luz verde oficial.

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En la capital, dueños y profesores de gimnasios se manifestaron en reiteradas ocasiones con clases públicas al aire libre frente a la Casa Gris o con movilizaciones y "bocinazos". Manifestaron la necesidad de tener un permiso para desarrollar sus actividades. Al no tener respuesta, por el momento, decidieron que reclamarán todos los miércoles por la mañana con una caravana de autos desde la Plaza de las Colectividades -ubicada en la zona del Puerto- hasta la Casa de Gobierno.

"Estamos todos en una tensa quietud. Hay 10 gimnasios que ya definieron cerrar y están buscando reinventarse, sobre un total de 150. Pero puede empeorar, porque cuando volvamos vamos a estar trabajando en un 20% o 30%. El verdadero impacto lo vamos a tener, sostenemos, cuando abramos" indicó a El Destape, Andrea Guerrero, integrante de la Cámara de Gimnasios de Paraná.

Desde el sector aseguran que es posible volver a trabajar: "Cumpliendo los protocolos podemos convivir con la pandemia y cuidarnos. Mientras mantengamos la distancia no debería haber problemas. Los gimnasios son lugares de salud. Hoy hay un fuerte impacto en la salud, tanto física como emocional. Y al gimnasio se lo toma como un lugar de entretenimiento, pero somos un servicio de salud" indicó Guerrero.

La especialista sostuvo que las personas en franjas etarias de riesgo no suelen acudir a los gimnasios: "Quienes van son personas más jóvenes, sanas y cuyo sistema inmunológico se fortalece gracias al trabajo con nosotros".

En lo financiero, el escenario está en una situación dramática: "Muchos alquilaron desde las bicicletas hasta las mancueras. Si bien se pudieron concertar algunas actividades virtuales fueron, más que para recaudar, para no perder el vínculo con los alumnos". Alquileres y cargas patronales son la base de las mayorías de las deudas que tienen los dueños de gimnasios hoy: "En algunos casos, no todos, calificaron para el ATP y tuvieron ayuda para pagar salarios. Pero muchos profesores son monotributistas y no califican o tienen alguna hora suelta en una escuela y tampoco entran al programa, por más que el grueso de su ingreso sea por el gimnasio".

Con un escenario epidemiológico complejo en Paraná -más de 180 casos activos-, desde el sector se ilusionan con la posibilidad de acceder a beneficios a través de una ley de emergencia: "Estamos trabajando en un anteproyecto y pronto entablaremos diálogo con senadores y diputados, para que nos apoyen en la iniciativa".

Jardines

Los jardines en Entre Ríos -y en gran parte del país- no forman parte del sistema educativo, sino que son considerados comercios. Se inscriben en los municipios, tributan en ese sentido y por eso mismo han tenido que paralizar sus actividades y no han reabierto, en su mayoría, desde el lunes 16 de marzo. Más de 120 días después, no recibieron ningún tipo de medida focalizada y sobreviven, en el mejor de los casos, vendiendo comida.

"No tenemos el sustento de las escuelas. Necesitamos urgente que nos sectoricen, que nos visibilicen de un modo diferenciado y nos den una ayuda específica, porque muy pocos han podido acceder al ATP para pagar sueldos", indicó a El Destape, Valeria Gillig, maestra jardinera de Viale, a 50 kilómetros de Paraná. Ella, en representación de muchos de los jardines de la provincia, es hoy la vocera del sector en una red nacional que se ha formado para trabajar en un proyecto en conjunto con la diputada nacional por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires -CABA- Ana Carla Carrizo. Además, se ha encargado de relevar la situación de instituciones en varios de los departamentos de la provincia: "Somos una entidad educativa de primera infancia, no un comercio como cualquier otro".

Gillig señaló que los pedidos concretos son tres: "Una exención impositiva, un fondo específico y volver a trabajar. Podemos hacerlo. Presentamos protocolos ante municipios y ante la Provincia. Pero no nos dicen nada, nos obvian. No hay respuesta, ni siquiera para decirnos que corrijamos algo". Sobre la modalidad de un posible regreso, y en el marco del tratamiento con niños -lo cual dificulta algunos aspectos de higiene- la maestra subrayó: "Para nosotros nada de esto es nuevo. Siempre tenemos el alcohol en gel a mano, nos vivimos lavando las manos, cuidamos muchísimos a los nenes y proponemos que no haya más de cinco por sala, teniendo la precaución de que no asistan si presentan el mínimo síntoma de resfrío".

El relevamiento realizado por Gillig, al cual tuvo acceso este medio, contempla a 107 jardines que corren serios problemas financieros en 17 localidades distintas: Paraná, Crespo, María Grande, Viale, Chajarí, San José, Gualeguay, Cerrito, Concepción del Uruguay, Seguí, La Paz, Federación, Villaguay, Concordia, Colón, Diamante y Nogoyá. De mantenerse este escenario corre peligro el trabajo de 710 docentes, que atienden a más de 5.500 niños y niñas de la provincia: "Hoy estamos subsistiendo como podemos. Algunos cobran una cuota mínima, como para mantener las instalaciones, pagar salarios y obligaciones. En otros casos, la mayoría, estamos vendiendo comida, desde pastas hasta pizzas, pasando por locro. Necesitamos una respuesta urgente".

Hoteleros y gastronómicos

El sector hotelero y gastronómico padece, fundamentalmente, la falta de turismo, tanto local como nacional e internacional. En mayor o menor medida, y con el correr de los meses, el gobierno ha ido habilitando variantes, como para que puedan funcionar. Sin embargo, no es suficiente, y más de 1.600 puestos de trabajo peligran solo en Paraná.

Comedores y bares comenzaron trabajando con delivery, aunque luego se los habilitó al take away. Posteriormente hubo una apertura, que si bien no fue suficiente para resolver el mal momento, ayudó a levantar las finanzas. Pero en Paraná, luego del brote que comenzó el 18 de junio, el intendente Adán Bahl decidió cerrarlos nuevamente. El malestar se hizo sentir, por haber tomado la determinación menos de 24 horas antes del Día del Padre -jornada de mucho trabajo habitualmente- y porque a la par no se restringieron otras actividades, como las salidas familiares.

El decreto que estableció la restricción venció este viernes, y se aguardaba que el gobierno municipal rehabilitara el rubro con las pautas vigentes. Sin embargo, y en una más que acalorada reunión con los referentes del sector, se terminó informando un nuevo protocolo a través del Decreto 1.060/2020, que permite que se trabaje de 6 a 18 y con clientes que sólo consuman en la parte exterior de los locales.

"No nos dejó para nada conformes. Hace 14 días que veníamos charlando con las autoridades y de hecho habíamos propuesto un nuevo protocolo, con mayor distanciamiento entre mesa y mesa y nuevas pautas de información de clientes -nombre y apellido, DNI, dirección y teléfono, bao estricta reserva- por si pasaba algo eventualmente. Sin embargo no nos dejaron. La expectativa es seguir dialogando y pronto modificar esas pautas" señaló a El Destape, Osvaldo Cabrera, presidente de la Asociación Hotelera Gastronómica de Paraná.

Los hoteleros, por otra parte, la pasan peor. El acumulado desde el comienzo de la pandemia muestra caídas interanuales del 90%, con alojamientos sólo operativos para personas que circulen con permiso especial: "Hace 120 días que no trabajan normalmente, es prácticamente insostenible". En Paraná, el Hotel Plaza Jardín, uno de los más antiguos, cerró sus puertas. Con él, 22 trabajadores quedaron sin su fuente de ingresos, aunque algunos fueron reubicados en otro establecimiento de la misma sociedad que lo manejaba.

"El escenario es dramático, caótico. Hay deudas laborales, impositivas y salariales. El futuro es incierto" indicó Cabrera. Desde el sector depositan sus esperanzas en una reciente ley de emergencia del sector aprobada por la Legislatura entrerriana, pero aún no reglamentada: "Es un paliativo, no alcanza en absoluto. A nivel nacional necesitamos créditos a tasa cero, moratorias impositivas y que no corte el ATP".

En ese sentido, días atrás, el ministro de Producción y Turismo, Juan José Bahillo, señaló que ya hay un pedido formal desde el sector entrerriano para que el programa de Asistencia al Trabajo y la Producción continúe específicamente en todos los rubros vinculados al turismo.