El obispo auxiliar de Córdoba, Ricardo Seirutti, envió varias cartas a la Justicia provincial para que no destituya al juez Francisco Martín Flores, actualmente acusado de haber golpeado y abusado sexualmente de su exmujer. Durante la jornada de este miércoles, un jury definirá si decide destituirlo de su cargo para que posteriormente pueda ser juzgado penalmente. Seirutti le escribió a la presidenta del Jurado de Enjuiciamiento, al Fiscal General y al Tribunal Superior de Justicia (TSJ) para solicitar que no lo remuevan.
Según indicó el medio local El Doce, el religioso manifestó en una de las cartas: "Conocemos al Dr. Flores, en tanto se trata de un magistrado que ejerce siempre su función en el marco de las virtudes cristianas y con el máximo respeto a los derechos humanos". Por otro lado, aseguró que su pedido está directamente relacionado con que el juez es padre de tres niños y no puede perder su fuente laboral ya que el sustento económico de los menores quedará comprometido.
En una de sus cartas, el obispo Seirutti resaltó: "Tanto el Dr. Flores, como sus hijos y demás miembros de su familia, integran nuestra comunidad cristiana, sabemos de su integridad y honestidad. Que una eventual destitución afectaría notoriamente la posibilidad de poseer un trabajo digno, así como también los derechos de sus hijos, quienes verán en riesgo su subsistencia, entrando en juego también derechos enumerados por la Convención Internacional de Derechos del Niño". Si Flores llega a ser destituido y luego se prueba su inocencia, no podría volver a ocupar el cargo de juez.
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Ante la consulta del fiscal general Juan Manuel Delgado sobre si la carta era en nombre del Arzobispado de Córdoba o a título personal, estalló la polémica. "Yo la carta la hice personalmente, sin representar a nadie, ni a persona ni a institución. No quiero inmiscuirme en algo sobre lo que la Justicia tiene que proceder como legalmente corresponda", expresó en un comunicado posterior donde dio explicaciones sobre las cartas enviadas. A pesar de subrayar que no le "concierne", volvió a argumentar acerca del bienestar de los hijos del juez.
"Esta misiva no pretende interferir en la independencia de los poderes del Estado, sino solo hacerles llegar nuestra honda preocupación, y que, de existir, se puedan arbitrar las medidas a su alcance para evitar un mayor perjuicio del que la sola situación genera en contra del juez", concluyó.
El juez Flores, que se desempeña como magistrado de Primera Instancia del Juzgado Civil de 27° Nominación de Córdoba Capital, fue imputado en julio de 2020 por ser considerado supuesto autor de los delitos de "abuso sexual con acceso carnal, privación ilegítima de la libertad calificada, lesiones graves calificadas y amenazas" calificadas contra su ex pareja. Si bien la mujer lo denunció en 2018, sufrió violencia de género, física, psicológica y económica durante los últimos 10 años de relación.
José Cafferata Nores, abogado del magistrado, explicó en una entrevista con La Nueva Mañana que no debe ser destituido ya que si se toma tal determinación por la presunta comisión de delitos, quedará fuera del Poder Judicial y si se determina que es inocente, no podrá regresar y "habrá perdido su trabajo para siempre". Con el mismo argumento, más de 10 jueces provinciales también enviaron cartas con el mismo pedido que el del obispo.