14 de julio, 2020 | 10.29

Estalló el conflicto con los colectiveros: subsidios millonarios, recorte salarial y feroz represión

Empresarios con subsidios millonarios, precios altos por el servicio y una avanzada para recortar salarios. Córdoba lleva 13 días sin colectivos y hubo represión y detenidos. El impacto nacional.

La pandemia por el Covid-19 desnudó aún más la crisis del transporte de pasajeros en Argentina, donde el Estado aporta miles de millones de pesos en subsidios, los empresarios realizan un lock-out patronal, exigen rebajas salariales a los choferes y trabajadores; y de rehenes quedan, una vez más, los usuarios.

En la provincia de Córdoba el servicio interurbano de pasajeros no funciona desde hace 90 días por un lockout patronal, seguido de una huelga de 4.000 trabajadores nucleados en la Asociación Obrera de la Industria del Transporte Automotor (AOITA), que reclama salarios atrasados desde marzo y el medio aguinaldo. A principios de junio la Nación había enviado los subsidios para que los empresarios paguen los sueldos atrasados, pero los sueldos siguieron sin pagarse.

El sector empresario asegura que por más que se reciban los subsidios de la Nación y la Provincia, esas partidas no alcanzan para cubrir los costos operativos de las compañías. Y reclama mayores subsidios del Estado.

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Esa vez, hace más de un mes, hubo una promesa de las empresas de pagar los salarios atrasados de marzo y abril y un porcentaje de mayo. Pero los empresarios no cumplieron y sólo depositaron hasta $ 15 mil por trabajador. Y el conflicto persiste hasta hoy.

Mientras que en el caso de la ciudad de Córdoba, la principal del interior del país, donde viven 1,3 millones de personas; la Unión Tranviarios Automotor (UTA) ya lleva 13 días de paro, resistiendo una avanzada de las patronales del transporte y de la Municipalidad de Córdoba, que exigen que los choferes y resto de trabajadores resignen el 12% de sus salarios. Por caso, el 2 de junio pasado, volvió a circular el transporte urbano en esta Capital, tras 26 días de paro. Esa vez, el subsecretario de Transportes de la Nación, Gabriel Bermúdez -ex ministro de Transportes de Juan Schiaretti- había advertido: “La caída de pasajeros en Córdoba y en Rosario y su incidencia en los ingresos es absolutamente atribuible al coronavirus. Hace más de 20 días que están de paro, pero a los subsidios se los mandamos igual y les aseguro que lo que eroga el Estado nacional a las provincias alcanza para pagar los salarios del sector, razón por la cual Nación no va a poner más fondos”.

Hoy a la mañana, los choferes realizaron una masiva asamblea, donde la secretaria general de la UTA, Carla Esteban, ratificó que el gremio seguirá reclamando los salarios atrasados, el pago del medio aginaldo y no aceptará las presiones para rebajar sus salarios y cobrar el 88% de lo que vienen cobrando en la actualidad.

El más caro...y no el mejor

En Córdoba el boleto urbano está en $ 31,90, el más caro del país. Y en los últimos tres meses hubo 40 días de paro y la Municipalidad no sancionó a las empresas ERSA, TAMSE, AuCor y Coniferal por no prestar el servicio.

Más de 1.000 choferes –en la Capital hay unos 3.000 trabajadores del servicio urbano, entre choferes, administrativos y mecánicos- marcharon desde la sede de la UTA hasta la Municipalidad de Córdoba. En la asamblea, la líder de los choferes cordobeses aseguró: “No vamos a ceder un solo centavo del sueldo de los compañeros”. También, le dijo a la prensa que el diálogo con el intendente Martín Llaryora está cortado.

En medio de la masiva asamblea, un grupo de manifestantes quiso incendiar dos contenedores plásticos de basura y se desató una violenta represión a cargo de la Policía de Córdoba que terminó con ocho trabajadores detenidos. Desde hace semanas, la sede municipal, el Palacio 6 de Julio, está virtualmente militarizada. Un carro hidrante de la Policía de Córdoba está estacionado en la calle Caseros. Es que desde que se inició la cuarentena preventiva y obligatoria, el intendente Llaryora lanzó un feroz plan de ajuste contra los trabajadores municipales, que provocó movilizaciones todas las semanas.

Recorta salarial y subsidios

El viernes pasado, la Secretaría de Movilidad de la Municipalidad de Córdoba y la Federación de Empresarios del Transporte Automotor de Pasajeros de Cördoba (FETAP) acordaron un plan de ajuste que consiste en que los trabajadores sufran el recorte del 12% de sus salarios y comiencen a cobrar el 88% de lo que cobran en la actualidad.

La propuesta ya la probó Llaryora con los municipales: en vez de trabajar siete horas, trabajan seis horas, y se les recorta el 15% de sus salarios.

Los choferes de UTA Córdoba trabajan siete horas y tienen un salario similar al de los choferes agremiados en UTA nacional, salvo que éstos están ocho horas al volante. En Córdoba, un trabajador con 15 años de antigüedad cobra de bolsillo unos $ 68 mil.

La propuesta del secretario de Movilidad municipal, Marcelo Mansilla, a los empresarios es similar al ajuste a los municipales: “Si armonizamos los convenios de UTA Córdoba con UTA nacional, nos ahorramos una hora extra”, les dijo el funcionario a los empresarios, quienes aplaudieron la propuesta.

En la reunión del viernes, el municipio y las patronales del transporte acordaron que los subsidios nacionales y provinciales serían utilizados para pagar los salarios de los 3.000 trabajadores. Actualmente la Casa Rosada les envía a los patrones cordobeses $ 115 millones por mes; y el Gobierno de Juan Schiaretti otros $ 91 millones. Los subsidios nacionales y provinciales cubren el 40% de los costos del sistema de transportes municipal, mientras que el 60% restante se financia con el corte de boletos.

En junio pasado, en plena pandemia, las empresas recaudaron por cortes de boletos $ 43 millones; apenas un 15% de lo recaudado en junio de 2019, cuando el boleto costaba $ 28 y a las empresas ingresaron $ 255 millones por cortes de boletos.

El acuerdo del viernes entre la Municipalidad y la FETAP establece que el combustible y los otros insumos, como repuestos, serían cubiertos con fondos municipales y de las empresas.

En mayo pasado, el intendente Llaryora había cuestionado duro a la Casa Rosada: “De cada 10 pesos de subsidios nacionales, nueve pesos se reparten en el Area Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y el resto en todo el interior. Defiendo los intereses de los cordobeses, y esos gritos no retumban lo que tendrían que retumbar en capital”.

El diputado nacional del Frente de Todos, Eduardo Fernández, que sigue de cerca en el Congreso la discusión de las asignaciones de subsidios nacionales a las empresas de transportes en el AMBA y el interior, le dijo a El Destape que “tenemos dos cuestiones: hay un apriete al Estado nacional para que siga girando fondos a las empresas, le piden más subsidios; pero entre febrero y mayo de 2020 la Nación triplicó la suma mensual de subsidios pasando de 103 a 310 millones mensuales; y por otro lado hay un plan de ajuste neoliberal que busca echar por tierra todas las conquistas sociales del movimiento obrero conseguidas en los 70 en los años previos a la dictadura cívico militar. Los gobiernos de (Juan) Schiaretti y (Martín) Llaryora atacan los convenios laborales de los principales gremios cordobeses que tienen salarios superiores a la media a nivel provincial y nacional. Se busca aprovechar la pandemia para precarizar aún más a los trabajadores”.

En la asamblea de hoy, los choferes cordobeses advirtieron que “si cae nuestra lucha, las empresas van a ir por el salario de los trabajadores de la UTA en todo el país. Tenemos el deber nacional de resistir”. Sigue el paro por tiempo indeterminado.